Casa por casa, testimoniales y cámaras privadas: así buscan a Claudia Repetto

Tras los rastrillajes en la zona sur se recorrió nuevamente el barrio Termas Huincó. Buscan establecer el recorrido que hizo Ricardo Rodríguez antes de apagar su celular.

Efectivos "peinaron" el barrio Termas Huincó.

4 de Marzo de 2020 20:09

Por Redacción 0223

PARA 0223

A 72 horas del último contacto que sus amigas tuvieron con Claudia Repetto se cerró un operativo de despliegue en el barrio termas Huincó en el que volvieron a entrevistar a vecinos de la mujer de 53 años, recorrer casa por casa en las manzanas linderas y obtener las imágenes que algunas cámaras particulares hayan obtenido entre la noche del domingo y la mañana del lunes pasado para intentar certificar el recorrido que hizo Ricardo Rodriguez antes de apagar su celular.

Las tareas dirigidas por el fiscal Fernando Castro se dieron luego de la inspección que personal de Policía Científica hizo por la mañana en la casa ubicada en Don Orione al 1500 en la que se utilizó perros especializados en la búsqueda de rastros y se inspeccionaron a fondo los departamentos de  Repetto y de su ex pareja.

Si bien el mismo lunes se había comprobado que no había desorden en el inmueble que alquilaba la mujer de 53 años, este miércoles los peritos trabajaron en el interior y usaron luminol para detectar trazas de sangre que hubieran sido limpiadas. El proceso lo reiteraron en el departamento de Rodríguez.

Los más de cien efectivos que participaron documentaron todas las tareas con la intención que algunos testimonios puedan aportar nuevas pistas o líneas investigativas para hallar a la mujer y al hombre, sobre quien no pesa hasta el momento imputación alguna.

Los rastrillajes incluyeron la utilización de perros.

El nombre de Ricardo Rodríguez tomó importancia a partir de la declaración de sus amigas que estaban al tanto de las situaciones que la mujer de 53 años vivía desde que había decidido terminar su relación hace algunos meses. Si bien no refirieron hechos de violencia física, contaron varias historias de hostigamiento y violencia psicológica.

Dentro de ese historial los hijos se enteraron que el hombre la espiaba a través de un “cañito” que había puesto en una de las paredes de la vivienda de la mujer y que en otra oportunidad Rodríguez le rompió un caño de gas para amedrentarla.

También relataron que el hombre se le aparecía en distintos lugares a Claudia para incomodarla. Y también le generaba inconvenientes en su vida cotidiana: le cortaba la luz, le rompía el timbre, le trababa la cerradura de la puerta. “Todas esas cosas nos las fuimos enterando ahora”, reconoció Daniel González, uno de los hijos de Claudia.