El marplatense que afronta nuevos desafíos a bordo del Almirante Irizar

Leonardo Cáceres tiene 41 años, es Teniente de Navío Ingeniero Electrónico del Cuerpo Profesional de la Armada Argentina, y Jefe de Reparaciones Electrónicas en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”. Asegura que conocer el continente blanco, y trabajar a bordo del rompehielos, fue un sueño cumplido.

23 de Mayo de 2020 18:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

 

Leonardo nació y vivió 15 años en Mar del Plata, ciudad en la que descubrió su vocación. El hombre de 41 años se convirtió en Teniente de Navío Ingeniero Electrónico del Cuerpo Profesional de la Armada Argentina, y Jefe de Reparaciones Electrónicas en el rompehielos ARA “Almirante Irízar y asegura que fue el mar el que orientó su vocación en la Armada. “Crecer en la playa y disfrutar del mar durante mi infancia me inspiraron”, asegura 

Luego de recibirse a los 25 años, entró a trabajar en una fábrica mientras conocía la Armada por intermedio de su hermano mayor, que está en la Fuerza. Cuenta que a medida que pasaban los años visualizaba las actividades que más le gustaban y un día decidió ingresar. “Yo veía que me hubiera gustado hacer las actividades que hacían en la Armada, y cuando vi que había un cupo para el ingreso, me postulé y entré; y la verdad, que no me arrepiento”, enfatiza.

Es así que en el 2010 realizó el Curso de Integración Naval para profesionales (Cuina) y desde hace una década es parte de la Armada Argentina: “El curso  fue una de esas experiencias que no se olvidan, sobre todo el recuerdo de los compañeros”, destaca Leonardo.

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Su primera navegación fue a bordo de la corbeta ARA “Parker” donde estuvo 5 años, una vez egresado del curso: “Fue una mezcla de emociones y dudas, miedos típicos que se van perdiendo con los años, uno se va acostumbrando y hasta enamorando de esto; si no navega, extraña”.

 
Leandro recuerda que estuvo embarcado desde que es parte de la Institución: “Tuve el gusto de hacer el viaje en la Fragata Libertad a Europa y diferentes ciudades del mundo, son varias millas, de esas que no se olvidan”, dice y resalta que es un “orgullo” llegar a los puertos extranjeros y ver la emoción de la gente.

Al igual que el viaje en la fragata, esta primera Campaña Antártica ha sido muy emocionante para él: “Es otro sueño cumplido dentro de la Armada Argentina”. Como Jefe de Reparaciones Electrónicas del rompehielos ARA “Almirante Irízar”, contó que su trabajo habitual es el de poner todos los equipos electrónicos a punto.

“La Armada es un lugar que día a día presenta nuevos desafíos, y sobre todo en los barcos cuando se están alistando para navegar; tiene una adrenalina que otros trabajos no poseen”, considera el Teniente Cáceres.


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Su familia está compuesta por dos hermanos, su madre y su padre. Según relata, su padre y su hermano integraron la Gendarmería Argentina.

El Teniente Cáceres completó sus estudios primarios en la Escuela Nº 53 “Juana Manso” de Mar del Plata y, desde pequeño, su vida se centró en el deporte y las artes marciales: “Practicaba karate al estilo ShotoKan en el Club CEF N°1 (Centro de Educación Física) cerca del Casino y del Hotel Provincial”, recuerda.

Cuando Leonardo tenía 15 años se trasladaron de Mar del Plata a Nueva Córdoba, un barrio ubicado en el centro-sur de la Ciudad de Córdoba, donde él terminó sus estudios secundarios. Los cursó en la ENET N° 2 “Ingeniero Carlos A. Cassaffousth”, hoy Instituto Provincial de Educación Técnica IPET Nº 247 del mismo nombre.

“En muchos destinos navales me han asignado como jefe de deporte, armé el gimnasio de la fragata ARA ‘Libertad’ cuando estuve en el 2017, y ahora estoy como jefe del gimnasio, a bordo del rompehielos”, menciona con mucho agrado y una sonrisa.

De Mar del Plata y Nueva Córdoba guarda los mejores recuerdos y apuntó los gustos gastronómicos que le quedaron de las dos ciudades: el fanatismo por los mariscos y los asados con fernet compartidos con amigos