“La industria naval necesita que el Puerto y Mar del Plata crezcan”

“La industria naval no puede divorciarse del puerto y de la ciudad. Como empresa no nos sirve crecer solos. Necesitamos que el Puerto y Mar del Plata crezcan”, resumió Sandra Cipolla, presidenta y CEO de SPI Astilleros, en el marco del Día de la Industria Naval que se celebra este 12 de septiembre.

En una entrevista con 0223, Cipolla planteó que la industria naval arrastra una “deficiencia crónica” desde los años ’90, más allá del esfuerzo que pueden haber hechos los empresarios del sector y, especialmente, los obreros navales. Sin embargo, advirtió que “faltan políticas que permitan el despegue y volver a tener una industrial naval que sea sostenible en el tiempo”.

Como ante cada cambio de gobierno, las expectativas se renuevan.  Y esta vez no fue la excepción. Por eso, en las reuniones que mantuvieron con las autoridades del sector, los industriales navales buscaron explicar el aporte que pueden generar para el país y la reactivación productiva. “Somos un sector que puede ayudar a cubrir la desocupación, a generar mano de obra capacitada y, en definitiva, provocar un derrame importante en la sociedad”, sostuvo la titular de SPI.

Si bien el desafío nunca fue sencillo, en este 2020 atravesado por una pandemia mundial, esperar una respuesta inmediata es imposible. “La pandemia golpea y nos sacó a todos del centro. Tenemos que ser respetuosos y saber que no se puede avanzar como a uno le gustaría. Lo que hemos visto hasta ahora es interés y voluntad por entender las capacidades de la industria”, dijo Cipolla que planteó que la necesidad de que se reactive la economía ayuda a que “la mirada se pose” sobre la industria naval.

En ese marco, la presidenta del astillero remarcó la relación que están empezando a construir con la nueva gestión del Consorcio Portuario Regional, a cargo de Gabriel Felizia. “Con esta gestión encontramos puntos de coincidencia en lo que queremos para el Puerto de Mar del Plata. Pudimos pensarlo a 10 años o 30 años y superar la visión de los cuatro años que dura una gestión”, sostuvo.

Las miradas estratégicas que se combinaron entre el sector público y el privado permitieron comenzar a trabajar en conjunto, por ejemplo, con el tema de los buques hundidos en el Puerto de la ciudad. “No teniendo ninguna responsabilidad sobre ese hecho, nos pusimos a disposición para que la rueda empiece a rodar. Y ahora hay otros astilleros que van a colaborar. Hay un compromiso para ver distinto al Puerto de Mar del Plata”, indicó.

Pese a la crisis provocada en todo el mundo por la pandemia del Covid-19, SPI tuvo en este 2020 distintos logros empresariales para remarcar. El primero fue haber recibido a la Fragata Libertad para realizar tareas de reparación en el astillero de Mar del Plata. Para Cipolla, esa tarea es el producto de “cosechar tu siembra”. “Durante muchos años, en forma silenciosa y más allá de los avatares, hicimos un trabajo sostenido. La Fragata puso en valor el trabajo de estos años en SPI. Y es un orgullo que se pueda ver el esfuerzo empresarial, especialmente durante una pandemia, algo que nos pandemia, y nos comprometió a redoblar el esfuerzo”, dijo.

El otro punto destacable fue la decisión de la empresa de construir una draga propia que permitirá colaborar con la crítica situación que atraviesa el Puerto de Mar del Plata por los bancos de arena acumulados. La decisión se tomó una vez que el gobierno nacional cerró el acuerdo con los bonistas y eso le permitió al astillero a acceder a condiciones más favorables para encarar el desafío. “Los bancos nos ayudaron. Garantizar, el Nación y el Credicoop se pusieron en línea”, dijo Cipolla que al mismo tiempo destacó lo conceptual del proyecto: “Es una señal importante de que el empresario argentino quiere invertir y se quiere quedar acá”.

El proyecto tiene una inversión prevista de 150 millones de pesos “de punta a punta”. “Empezó hace tres meses y termina en junio de 2021”, precisó. Se hará en conjunto con la firma holandesa Damen Shipyards, e incluirá la compra de equipamientos, materiales especiales y la incorporación de ingenieros especializados en el tema.

Actualmente, SPI da empleo directo a 250 familias, entre las cuales hay obreros navales y profesionales de la ingeniería, pero también licenciados en economía, contadores. “Tenemos un equipo humano con valores y capacidad técnica. El compromiso de los trabajadores en nuestra empresa es superlativo”, sostuvo.

Más allá de los puestos de trabajo fijos, proyectos como el de la draga o el buque de pesca que el astillero construirá para la firma Solimeno, permiten ampliar el mercado de trabajo. “Tenemos cerca de 100 puestos indirectos y además estos proyectos requieren sumar puestos de trabajo. Toda la cadena de valor de la industria se fortalece”, finalizó la presidenta de SPI