Hipólito, el “mastodonte” que se acomodó en un rincón, resignado a morir

Hipólito espera un hogar.

3 de Septiembre de 2020 12:44

Hipólito apareció en nuestro camino gracias a unos niños que nos llevaron hasta donde se refugiaba. Fue durante una recorrida por los barrios que dimos con él: estaba metido en un pozo entre el pasto. Habíamos pasado un par de veces por ahí, pero sin verlo. Gracias a esos nenes dejó de ser invisible.

Nos encontramos con un perro de aproximadamente 10 años, casi sin pelo, con la mirada perdida, lastimado. Se había resignado a morir ahí. Nos dijeron que andaba por la zona hace tiempo, que los otros perros del barrio lo atacaban y la gente lo alejaba a golpes, por temor contagiarse de sarna.

Tanta soledad, tanto frío, tanta indiferencia lo llevaron a tirarse en ese lugar y dejarse ir.

 

El día que lo llevamos tuvimos que cargarlo en brazos, no caminaba, no se podía levantar solo. Sus huesos se habían resentido y su ánimo estaba por el piso.

Cuesta creer que llegó a ese estado sin que nadie lo asistiera. Cuesta creer que tuvieron más conciencia esos tres chiquitos de apenas 8 años que nos llevaron hasta él para pedirnos por favor que le encontremos una "casita", que la decena de vecinos que lo deben haber visto deambular por las calles.

La tristeza de Hipólito pega directo al corazón, sería maravilloso lograr un final como el de los cuentos de hadas: feliz. Un final en el que una familia se anime a abrirle las puertas de su hogar a este mastodonte de 30 kilos y muchos años.

 

Los perros adultos, viejitos, pueden brindar el mismo amor que un cachorro de pocos meses. Son súper agradecidos, y más tranquilos. Y la satisfacción más grande que pueden recibir es saber que le están dando una oportunidad única, ya que son pocas las oportunidades de adopción que tienen los perros adultos.

Y si no es con nuestro grandote, date la oportunidad con otro viejito que lo necesite. Seguro en tu barrio hay algún Hipolito esperando ser visto.