Optimismo por la vuelta de la construcción en fase 3: “Quizás el lunes podamos trabajar”

Desde el Centro de Constructores de Mar del Plata esperan el permiso de Provincia y Nación, luego del pedido hecho por el Municipio. Argumentaron que en 60 días hubo menos de 10 contagios. Explicaron por qué hay algunas obras trabajando a pesar de la veda.

3 de Septiembre de 2020 16:30

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luego del pedido del Municipio al gobernador Axel Kicillof, donde solicitó de manera formal la reanudación de la construcción privada en la fase 3, desde el sector empresarial de la actividad mostraron un marcado optimismo para que las obras vuelvan a reactivarse el próximo lunes.

En diálogo con 0223 Radio, Leonardo Tamburini, presidente del Centro de Constructores y Anexos de Mar del Plata, mostró su entusiasmo por el avance del pedido, impulsado además desde el gobierno de Guillermo Montenegro y explicó que “de aprobarse en la Secretaría de Producción provincial, iría a Jefatura de Gabinete de Nación y luego al Municipio. Tengo entendido que habría que esperar el viernes y sábado y así el lunes poder trabajar”, estimó.

 

En ese punto, el arquitecto recordó que el retroceso de fase dado por el estado de transmisión comunitaria del coronavirus en la ciudad, “hizo parar unas 700 obras con unos 7.000 operarios y es por eso nuestra insistencia”, remarcó.

En relación a la situación epidemiológica, el empresario sostuvo que “en 60 días no se llegó a 10 obreros con coronavirus” y lo justificó “debido a que se trabaja al aire libre y se cumplen los protocolos”, situación que la diferenció con los trabajos que se realizan en forma de “changas”, y donde no se cumplirían con los protocolos sanitarios.

En ese marco, Tamburini explicó que el pedido realizado por el Centro de Constructores, la Uocra, la Cámara Argentina de la Construcción y la Cámara de Desarrolladores para que la obra privada en Mar del Plata tenga el mismo permiso para trabajar que la pública, considerada esencial en la pandemia, “es porque en la ciudad casi no hay obra del estado”.

Haciendo un diagnóstico de las consecuencias de la pandemia, Tamburini restó importancia al impulso del Procrear en la obra privada, “porque no afecta al empleo registrado sino al informal” y mostró su preocupación por “la desaceleración de los proyectos de inversión de la obra privada, que se van retardando y no genera presupuestos nuevos. Y en el corto plazo, no habría nuevos financiamientos y las obras podrían parar”.

“Trabajamos con la Municipalidad para que los inversores puedan volcarse al ladrillo, que más allá que es muy tentador (por las condiciones de costo entre el dólar alto y el costo de mano de obra); pero en 2019 hubo casi 200.000 metros cuadrados de obra familiar y ahora no llega a 27.000 metros cuadrados. Es por eso que fomentamos que haya incentivos por parte de Municipio, provincia y nación”, explicó.

Por último, explicó que algunas obras que sigan trabajando a pesar de la restricción por el cambio de fase, “es porque hay en algunos casos peligro por el llenado de hormigón u obras frente al mar, que tuvieron ciertas excepciones de 1 o 2 días. Y otras que siguen trabajando por problemas de submuración de sótanos”, concluyó el arquitecto.

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