Buenos Aires, una ciudad para redescubrir: cómo se reinventó el turismo con la pandemia

A pie o en bicicleta, la Ciudad ofrece nuevos circuitos y recorridos barriales para explorar. Bajo estrictos protocolos, asoma como un destino seguro que garantiza el cumplimiento de todos los cuidados en medio del Covid-19.

Buenos Aires ofrece decenas de circuitos para recorrer a pie o en bicicleta. Fotos: Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires.

31 de Marzo de 2021 15:27

Por Redacción 0223

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La irrupción de la pandemia de coronavirus obligó a elaborar específicos protocolos para determinadas actividades. Los principales destinos del mundo debieron adecuarse a los cambios y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) reconvirtió sus atractivos turísticos. Con una variada oferta cultural, gastronómica y recreativa, hoy la metrópoli invita a los argentinos a redescubrirla y a apropiarse de su espacio público.

Todas las personas que llegan a la city porteña deben llenar una declaración jurada y realizarse un hisopado. Los testeos se practican al momento del arribo y dentro de la terminal correspondiente. Tanto en la estación de ómnibus de Dellepiane como en Aeroparque se montaron carpas sanitarias para poder avanzar con la logística requerida. En tanto, quienes arriban en su vehículo particular deben dirigirse hasta el predio de La Rural. Los resultados se entregan entre los 15 minutos y las 24 horas posteriores, dependiendo del tipo de estudio.

Si la persona arroja resultado positivo, deberá permanecer en confinamiento, que en caso de no poder hacerlo por cuenta propia, el Gobierno de la Ciudad dispondrá de los medios necesarios para trasladar al paciente a un hotel donde permanecerá bajo monitoreo.

Para sobreponerse a la pandemia que le valió la pérdida de siete millones de turistas internacionales, Buenos Aires elaboró estrictos protocolos de seguridad e higiene y obtuvo el sello de "destino seguro" del Consejo Mundial del Viaje y Turismo (WTTC), que garantiza el cumplimiento de todos los cuidados para recibir turistas.

En vísperas de Semana Santa, Capital Federal asoma como la escapada perfecta del fin de semana largo para explorar sus rincones y atractivos barriales. Para ello, el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta sumó el programa "Turismo en Barrios", una iniciativa que busca potenciar los barrios no tradicionales a través de distintos circuitos que se pueden realizar en bicicleta o a pie.

Chacarita, por caso, es uno de los trece recorridos y ofrece una variada oferta gastronómica con locales que mantienen su antiguos pisos de cerámica o barras de mármol. En apenas un par de cuadras, los visitantes pueden disfrutar de una picada o del clásico porteño: la pizza. También se pueden maravillar con sus murales cinematográficos mientras recorren las calles en busca de un whisky, un vermut o una cerveza tirada.

El Cementerio de la Chacarita es el más grande del país y representa una parada obligada dentro del barrio. Su entrada es majestuosa, formada por columnas altísimas. Allí descansan emblemáticos protagonistas de la música, la política y el deporte argentino como Carlos Gardel, Gustavo Cerati, Raúl Alfonsín y Ringo Bonavena, entre otros.

En esa zona se erige, también, Casa Amarilla, un verdadero tesoro de la arquitectura española del siglo XX que vio crecer al humorista y actor Carlitos Balá y hoy funciona como un complejo habitacional que tiñe al barrio de amarillo ocre. Además, fue elegida varias veces como set de filmación.

Como en Mar del Plata, los locales gastronómicos se adueñaron del espacio público con sillas y decks para recuperar parte de la capacidad de aforo perdida dentro de los bares y restaurantes. Una modalidad que llegó para quedarse.

Producto del impacto económico de la pandemia, se estima que cerca del 25% de los diez mil comercios del rubro bajaron sus persianas. Después de meses de inactividad, en octubre comenzaron a reactivarse. Muchos de ellos accedieron a distintos beneficios impositivos y reforzaron su servicio de delivery y take away.

Para cautivar a los turistas, la cocina es fundamental. Desde hace cinco años está en funcionamiento la Dirección General de Desarrollo Gastronómico que busca posicionar a Buenos Aires como un destino gastronómico en la región, tal como ocurrió con Lima en Perú. En cada uno de sus barrios se puede degustar los más variados platos italianos, españoles, orientales, latinoamericanos y también, claro, la privilegiada carne argentina.

No obstante, la pandemia también aceleró la política de promover una ciudad a escala humana que se pueda recorrer en 15 minutos. El Gobierno porteño proyecta construir 300 kilómetros de bicisendas protegidas y alcanzar el millón de viajes diarios para 2023. Además, lanzó "Pedaleando BA”, una serie de circuitos autoguiados que apuntan a recorrer diez barrios no tradicionales en bicicleta.

Mientras el microcentro y su casco histórico ofrecen una postal desolada con sus oficinas cerradas, los espacios verdes se transformaron en epicentro de todo tipo de actividades: desde cumpleaños hasta clases de entrenamiento. Buenos Aires también dispone de grandes plazas y parques para disfrutar de la naturaleza.

Una de las propuestas más atractivas para toda la familia es el Ecoparque, situado en el antiguo Zoológico de Buenos Aires. Se trata de un predio de 18 hectáreas que reabrió sus puertas en octubre de 2020 e invita a disfrutar y aprender sobre los cuidados de los animales y ambientes naturales, a través de experiencias educativas y recreativas.

Actualmente, el 50% se encuentra abierto al público mientras continúan las obras de recuperación de patrimonio, readecuación de espacios y otras obras que hacen al bienestar animal. Además, para evitar aglomeraciones no están disponibles las postas educativas ni las visitas guiadas, como tampoco los juegos para niños.

Todo esto supone tener un mantenimiento perfecto del espacio público y para ello la seguridad es clave. Desde el Centro de Monitoreo Urbano (CMU) se procesan las imágenes de 10.100 cámaras instaladas en distintos puntos de la Capital Federal y se articula con el resto de los equipos de emergencias ante cualquier eventualidad. La Ciudad también dispone de un anillo digital que componen 400 lectoras de patentes y respaldan 1.600 patrulleros en las calles.

Las actividades culturales no escapan a los protocolos. En noviembre pasado, el Gobierno de Caba habilitó el regreso de eventos al aire libre con público. Por disposición del Ministerio de Cultura, cada espectador que ingresa a los espacios, además de sanitizar sus manos y mantener una temperatura corporal adecuada, deberá firmar una declaración jurada para dar cuenta del estado de salud.