Mario Trucco y su recuerdo del "Gol del siglo": "En el momento nos dimos cuenta que sería histórico"

El histórico periodista marplatense, de 90 años, recordó ante 0223 aquel mediodía mejicano de hace 35 años donde Diego Armando Maradona ingresó definitivamente en la historia.

22 de Junio de 2021 20:14

Mario Antonio Trucco es una leyenda viva del periodismo deportivo argentino, y a sus 90 años mantiene una memoria envidiable de los tantísimos momentos históricos que le tocó presenciar en su carácter de periodista gráfico, radial o televisivo en distintas coberturas por todo el globo. En un 22 de junio especial, donde se celebran los 35 años de los goles de Diego Armando Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México 1986, 0223 acudió a este marplatense tan querido y respetado, que tuvo el honor de haber estado presente aquel mediodía mexicano en el estadio Azteca del Distrito Federal. "Habría que ser muy poco memorioso para no recordarlo...¿no?", esbozó de entrada, con su humor tan característico. 

Trucco en ese entonces se desempeñaba como Jefe de Deportes de LU6 Radio Atlántica, y había viajado a México para cubrir el Mundial, tal como lo había hecho en Chile 1962, Argentina 1978 y España 1982. En tiempos donde no cualquiera viajaba como hoy, Mario fue uno de los pocos periodistas argentinos presentes en ese épico campeonato. Estuvo en los 7 partidos de Argentina, y además entrevistó "mano a mano" a Diego Armando Maradona en la concentración del Club América, donde le entregó un obsequio muy especial. 

"Ese día participaba de una transmisión que conducía de 8 a 12 Julio Lagos, y hacía no menos de 10 entradas en el programa, más algunas grabaciones que mandaba", rememoró el marplatense que comenzó su carrera en Diario La Mañana en 1948.

-¿Qué recuerda de aquel Mundial, en un país como México que estaba todavía convulsionado por el terremoto del anterior año?

-Había muchas coincidencias para que el Mundial adquiriera características muy especiales. Yo, transitando por distintas calles del Distrito Federal, me asombraba de la desolación que todavía se advertía como consecuencia del derrumbe de manzanas enteras, tanto por el terremoto mismo, o por la limpieza que se llevaba a cabo aún, en un panorama devastado. Relatos de gente que había sido sorprendida en la vía pública, como los taxistas. Todo se vivía como un maleficio que parecía acompañar a estos acontecimientos deportivos. Yo había ido al Mundial de Chile en 1962, que también había sufrido un terrible terremoto (NdR: el 21 de mayo de 1960), y se habían reconvertido para continuar con la organización. Con México me ocurría lo similar: una población empeñada en recuperarse de algo más importante que el fútbol: lo social y económico. Y recuerdo el smog tremendo que soportábamos todos los días, con lluvias que se descargan antes del mediodía y a media tarde. En un clima inusual para un espectáculo deportivo, y porque se avecinaba la confrontación por otros motivos tan importantes y trascendente como enfrentar a Inglaterra.

-¿Cómo se vivían los días previos al partido con Inglaterra?

-Era una situación inusual, difícil, muy compleja. Se mezclaban cosas que a lo mejor uno tendría que mantener separadas, pero que inevitablemente tienen una convergencia permanente, como la situación política reciente, y el enfrentamiento con un equipo representativo de ese fútbol que en definitiva estaba representando también a intereses que pocos meses antes habían provocado una tragedia dentro de nuestra juventud (en referencia a la guerra de Malvinas).

-Había una intención en la previa de no querer mezclar política y deporte, pero en el fondo todos sentían que eso era imposible, ¿no?

-Y...yo pienso que subcutáneamente la piel se erizaba de cualquier manera, desde las raíces mismas, de un sentimiento que compartíamos todos los argentinos allí presentes. No podíamos olvidar en ningún momento. Y será una permanente, una constante, sino seríamos muy injustos con aquellos que tanto perdieron en esa innecesaria confrontación bélica.

"Yo no vi la mano"

Había pasado un primer tiempo intenso entre Argentina e Inglaterra. Un empate 0 a 0 que hacía suponer una lucha muy pareja hasta el final. Pero comenzó el segundo tiempo, y con cuatro minutos de diferencia entre cada "obra", Maradona quedaría para siempre en la historia. "El desarrollo del partido ya había provocado algo poco habitual para un partido, como fue la conversión de un gol que debería haber sido invalidado, y que de cualquier manera fue legitimado por el árbitro y que quedó en la historia como "la mano de Dios", según lo calificó Diego en una metáfora que tiene mucha profundidad, si se tiene en cuenta el contexto, como una especie de justicia hecha por la mano del hombre a raíz de tantas arbitrariedades que tuvimos que soportar unos años antes", comenzó Mario Trucco ante 0223 evocando aquel primer gol ante los ingleses, 

-¿Recuerda haberse dado cuenta que el primer gol de Diego fue con la mano?

-Yo estaba en la platea de prensa y tengo que ser absolutamente sincero con usted, y sobre todo conmigo (es una imposición permanente): yo no vi la mano. En el transcurso de los minutos, y a través de muchas de las cámaras que estaban distribuidas en distintos sectores del estadio, en los pasillos, en los puestos de bebida, en algunas de ellas se advertía con toda claridad -según el ángulo enfocado- que era con la mano. Y después la misma actitud de Maradona, que es el primero que está echando una mirada rápida al árbitro y cuando lo convalida, le indica a sus propios compañeros que se acerquen a celebrarlo porque ya estaba lejos en esa marcha que terminaba siempre con el puño en alto en señal de victoria.

-El segundo gol fue muy pronto...

-Hasta parecía todo organizado, guionado, para que aventáramos de inmediato esa sensación siempre difícil de expresar, del no haber caminado del todo rectamente. Como que necesitamos despejar de inmediato esa sensación con una marcha triunfal como fue el magnífico segundo gol de Diego. Afortunadamente, y lo digo con una pretendida dosis de humorada futbolística, suelo decir que fueron dos conquistas de las que tendríamos que avergonzarnos. La que fue ilícita con la mano, y la segunda, partiendo de una posición en off side (risas).

-Su colega y amigo Alejandro Apo contó que vio el partido con usted y se abrazó muy fuerte en ese segundo gol....

-Es que con Alejandro nos abrazamos tantas veces, que es un común denominador entre ambos (risas). Ese gol fue una magnífica marcha triunfal, amenazada desde todos los sectores, con piernas que se cruzaban imposibilitadas de detener a Diego. Aún cuando dentro de la euforia que despierta el proceso que culmina con el segundo gol argentino, hay que destacar algo: no hubo en ningún jugador inglés de los muchos que sorteó Maradona en su marcha, que intentara otra cosa que no fuera arrebatarle la pelota. Pero fue un momento excepcional. Incuestionablemente de los muchos que se vivió en ese torneo.

-¿Se podía separar el periodista del hincha en un partido así, tan emotivo y especial? No lo imagino perdiendo la cordura.

-Era difícil. Y yo sí, perdí la cordura con el gol de Burruchaga que definió el título. Ahí sí. Es más, pienso permanentemente que si alguien me hubiera filmado en mi actitud grosera que tuve con los colegas brasileños que no se habían portado bien, sobre todo cuando empató Alemania (risas).

-El segundo gol de Maradona, muchos dicen que en el momento al ser una jugada tan rápida no dimensionaron lo grandioso, ¿usted sí lo dimensionó? 

-Yo pienso que la respuesta la da Víctor Hugo Morales. Esa expresión que le dio al relato, constituyó uno de sus muchos basamentos del prestigio que tiene como relator futbolístico. Creo que es más que suficiente que en el momento nos dimos cuenta todos, como algunos de la mano, que era histórico.

-¿Qué otro partido además del de Inglaterra y la final, le quedó grabado?

-La actuación de Diego ante Italia, que se había puesto en ventaja. El gran hacedor del título de campeón del mundo, logra además evitar la caída de su equipo con una intervención que tuvo mucho de habilidad y un porcentaje elevado de sagacidad, astucia, repentización antes que nadie, porque tuvo los reflejos para extraer todo lo brillante que le proporcionó el fútbol del mundo. Y recuerdo la semifinal con Bélgica, fue una brillante actuación de Diego. Fue inconmensurable lo actuado por él en ese campeonato. En el segundo gol que convierte, el esfuerzo que hace cuando no quiere perder la vertical y se va arañando el pasto para mantenerse de pie, parece que va a caer y no cae, eso da la sensación de cómo vivió ese hombre ese campeonato.

-¿Pudo entrevistar a Diego individualmente en ese Mundial?

-Sí, lo hice en el lugar donde concentraba la Selección, un predio del club América. Lo acompañé desde el final del entrenamiento hacia el vestuario. Y recuerdo que le dije ´yo no te voy a pedir nada, pero te voy a entregar esto´. Como yo soy coleccionista de medallas, le entregué un medallón de 10 centímetros, de un acontecimiento importante. Es el testimonio, el documento, de la inauguración de la Escuela Normal de Esquina, provincia de Corrientes (donde nació el padre de Diego, "Chitoro"), en 1928. Le dije ´Esto es para tu papá. Es probable que él haya sido alumno de alguna maestra que se recibió en esa escuela. Y está autorizado en Roma, para que se lo haga llegar a alguna de las maestras que recuerde con cariño´, fue como una manera de testimoniar el concepto que me merece a mí la actividad docente. Lo agradeció, le dio la importancia que tenía.

Mario Trucco habla de Maradona con admiración y respeto. Cuenta que seguramente él le haya realizado el último reportaje al "10" como jugador de Argentinos Juniors: "Transmitimos para canal 11 el Torneo de Verano, con Argentinos como invitado porque jugaba Maradona. Le hicimos una nota previa a su último partido, que fue en Mar del Plata. Y pocos días después, el presidente Prósperi anunciaba la venta a Boca Juniors." Vio a Pelé en su esplendor, al igual que Diego: "No se puede mantener una objetividad que existe en muy pocas cosas. Porque lo brillante y extraordinario que le vi a Pelé, generalmente fue en perjuicio del fútbol que yo estaba defendiendo, y todo lo brillante que le conocimos a Diego Maradona ha servido para proporcionarnos los momentos de mayor felicidad vividos en una cancha de fútbol. Los elementos de juicio se mueven mucho", sentenció. 

En el final, destaca al Maradona humano, y le agradece los momentos vividos: "Por conocimiento de mi profesión, tengo algunas referencias de la generosidad y espontaneidad de Maradona, sobre todo ante ciertas circunstancias, que realmente son conmovedoras. Yo sumo a su condición de futbolista, ese detalle. Y me quedo entonces abrazando a una figura que por muchos motivos, entre otras cosas, jerarquizó mi actividad. Nosotros (los periodistas) somos agentes de enlace entre el acontecimiento y el gran público. En la medida que el acontecimiento alcance una importancia tal que haga feliz a los que lo están recibiendo con nuestro trabajo, se encumbra la importancia, tal vez artificialmente quizás, pero se encumbra la importancia de nuestra tarea. ¿Cómo uno no le va a agradecer a un pibe como Diego?", culminó el maestro del periodismo, sobre el maestro del fútbol.