Los decks, la "solución perfecta" del 2021 que se anticipa como la gran discusión del 2022

Distintas voces advierten por los problemas que generan las estructuras para el tránsito y el transporte público y cuestionan la falta de criterios estéticos para unificar su uso en Mar del Plata. En el municipio insisten en que se trata de una política "súper exitosa" pero prometen corregir algunas "incomodidades". 

¿Cuál será el futuro del programa 'Comemos afuera'?. Foto: archivo 0223.

2 de Enero de 2022 08:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

La seguidilla de siniestros viales, las trastornos para el transporte público y otras complicaciones en la planificación urbana de Mar del Plata abren cada vez más planteos e interrogantes sobre la continuidad de los decks, las estructuras que “salvaron” a la gastronomía en el momento más duro de la pandemia del coronavirus y que el gobierno de Guillermo Montenegro abrazó como un temprano símbolo de reactivación en la ciudad.

Las primeras unidades se colocaron en diciembre del 2020, en la antesala de la última temporada, y pronto fueron protagonistas de una nueva identidad para los principales corredores gastronómicos de la ciudad. En tiempos de restricciones y donde se alentaba el trabajo al aire libre, la instalación permitió a bares, cafés y restaurantes que realizaron una fuerte inversión recuperar cierta actividad después de sobrevivir largos meses de emergencia sanitaria con los magros ingresos de los servicios de delivery y take-away.

La propuesta no solo fue bienvenida por los empresarios del sector sino que también mostró una buena respuesta de marplatenses y turistas a partir de la llegada de las altas temperaturas. Así, con el correr del 2021 y los vaivenes del Covid-19, los decks ganaron “popularidad”, se hicieron costumbre en las calles, y la gestión de Montenegro aprovechó para reivindicar esta política y empezar a instalar el concepto de un “nuevo modelo” de trabajo y entretenimiento en Mar del Plata.

No fue ninguna casualidad que estas estructuras también hayan sido el marco de varias de las postales que dejó la última campaña electoral del oficialismo. “El jueves tomábamos una cerveza en Olavarría, en los decks, afuera, y yo le preguntaba a Guille cómo le fue, porque nosotros estamos experimentando lo mismo. Los chicos de la cervecería me contaban cómo va creciendo y ganándole espacio a los autos. Donde había estacionamiento ahora hay decks con gente disfrutándolo y esto genera laburo. La verdad que ese modelo está funcionando bárbaro acá, así que voy a tratar de darle manija en Buenos Aires también”, comentaba en agosto Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño, mano a mano con 0223.

En campaña, Montenegro, Rodríguez Larreta y su equipo tomando cerveza en Olavarría.

Comemos afuera… ¿por cuánto tiempo?

La llegada de los decks a la gastronomía marplatense fue autorizada por la Secretaría de Desarrollo Productivo a través del programa “Comemos afuera”, que previamente recibió tratamiento y sanción del Concejo Deliberante. En el primer esquema de ese plan, solamente se otorgaron permisos precarios para colocar las unidades – con sillas, mesas y mobiliarios afines – por un plazo determinado, por lo que en septiembre de este año empresarios y autoridades municipales volvieron a sentarse para analizar la renovación de los mismos permisos pero ya de manera permanente. Todavía no hay definiciones oficiales, con la excepción del decreto de Montenegro con el que prorrogó su uso hasta abril del 2022.

Y mientras el Gobierno municipal se aferra a los decks y los gastronómicos defienden sus apuestas e inversiones, surgen otros problemas. Uno de ellos está relacionado a los siniestros viales: desde julio hasta esta fecha, ya hubo tres accidentes donde se vieron involucradas estructuras de la vía pública aunque por ningún caso hubo que lamentar heridos. El primer hecho se advirtió en un bar de la calle Olavarría, el segundo en local de calle Raswon y el tercero, y más reciente, tuvo lugar hace poco más de una semana en pleno Güemes.

“El municipio debería tomar realmente cartas en el asunto en la demarcación de las velocidades, en la señalización y en los controles que debería haber en todos los corredores gastronómicos”, considera Héctor Blasi, vicepresidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del delito y tránsito que junto al Frente Renovador elaboró un proyecto que fue aprobado en junio por el Concejo para disminuir la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en las zonas comerciales y recreativas de la ciudad.

En materia vial, también asoman críticas por los cambios de recorrido que obligan los decks para algunos servicios del transporte público. “Si se dan las condiciones de la gran temporada que vamos a tener, el transporte público por Colón va a ser un caos”, pronostica Blasi, y agrega: “Esto terminó desfavoreciendo al usuario del transporte público y, en definitiva, al trabajador porque es el trabajador el que principalmente se toma el colectivo”.

“Sabemos que la gastronomía fue uno de los sectores más vapuleados por la pandemia y no queremos que se castigue al turismo ni a nadie pero estos corredores tienen que ser analizados más seriamente para que haya un equilibrio entre todas las partes. Yo creo que las políticas públicas se tienen que llevar adelante para lograr una pacificación en el tránsito”, sostuvo el referente de la entidad de la sociedad civil, ante la consulta de este medio.

Sin criterio

El malestar no escapa a comerciantes de otros rubros por el “avasallamiento” que se acusa de algunos locales gastronómicos que utilizan más metros de calle que lo que realmente tienen permitido. “La realidad es que los decks ocupan un espacio público importante y a la hora del tránsito son bastante peligrosos. Al comercio no nos afecta en tanto y en cuanto no decidan hacer alguna arteria peatonal”, dice Maria Liberati, de reconocida trayectoria en el paseo comercial de la calle Güemes, y apunta: “Muchas veces los mozos salen a atender por el lado de la calle, lo cual es súper peligroso, y algunos hasta ponen mesas en la vereda, y eso no solo invade espacio vehicular sino también peatonal”.

La comerciante textil de la tradicional arteria reconoce que los decks fueron una “solución momentánea muy útil y eficaz” para hacer frente al inédito contexto de la pandemia pero lamenta que desde la municipalidad no se hayan definido “reglas claras” para armonizar su uso. “Cada uno hizo lo que quiso con los decks. Hay varios que tienen hasta techo. La verdad que no se ve un planeamiento urbano y estético con respecto a los mismos”, sostiene, en declaraciones a este medio.

Sin profesionales responsables

Y en el mismo sentido van dirigidas las críticas del Colegio de Arquitectos, cuyos directivos insisten en el pedido por una planificación urbana consensuada. “No hay ninguna uniformidad de criterio en los decks. No se sabe si es algo permanente o transitorio. A veces invaden más o menos, y creo que es un buen momento para replantear la situación y ver cómo se va a seguir con esto”, señala Eduardo Agüero, quien preside la institución.

Para el referente del sector, la principal preocupación tiene que ver con la falta de un profesional que se haga responsable de estas estructuras. “Nadie exige este tema y es algo muy importante porque son estructuras que, al estar en la vía pública y en zonas tan transitadas, tienen un riesgo muy algo de siniestralidad”, razona, y agrega: “Tampoco hay cálculos estructurales realizados y no se ve, por lo menos a simple vista, un dimensionamiento estructural acorde a los techos o telas que se le suelen colocar arriba como resistencia al viento”.

Otro detalle en el que se detiene el hombre de la entidad colegiada es que gran parte de los decks son estructuras metálicas, un material que suele ser castigado por las características del clima de la ciudad si no recibe la protección adecuada. “En general, los decks no tienen las protecciones anticorrosivas requeridas y nuestro clima es muy agresivo para el metal”, advierte, de cara a futuro.

Adrián Cónsoli tendrá que definir cómo seguirá "Comemos afuera".

En la Cámara Gastronómica, sin embargo, comparten algunos planteos y reconocen la necesidad de unificar criterios. "Lo que estamos pidiendo en el Concejo es que durante un tiempo se exceptúe el pago de tasas para recuperar la inversión que cada empresario hizo para instalar los decks y que se regule la instalación, que todos utilicemos los mismos materiales, tengamos el mismo formato", expresó, en noviembre, Hernán Szkrohal, su presidente.

Un debate que también se abre futuro tiene que ver con el pago o no del derecho de ocupación por parte de los privados, que hoy gozan de un espacio extra sin afrontar costo alguno. Adrián Cónsoli, el secretario de Desarrollo Productivo que suplantó a Fernando Muro - el promotor de la política de los decks que asumió como concejal de Juntos este mes - aún no se animó a anticipar definiciones en este aspecto. "Es un gran tema a terminar de definir y evolucionar. Fue una propuesta muy rápida y eficiente para el momento de pandemia y habrá que ver a futuro cómo se gestiona el espacio público que, en definitiva, es de todos los marplatenses. Estamos evaluando los pros y los contras", se limitó a decir, a este medio, 24 horas después de ponerse al frente del área.

Súper éxito

Pese a los cuestionamientos que surgen, en la administración de Montenegro ratifican a los decks y desmienten cualquier falta de controles. "Siempre ajustamos las acciones que se llevan adelante en los centros comerciales con inspecciones periódicas porque queremos que trabajen de manera ordenada", afirmó Santiago Bonifatti, en la última conferencia que encabezó junto al intendente Montenegro.

Allí, el funcionario municipal también dijo que los decks son "una política súper exitosa que le permitió a Mar del Plata tener una realidad económica distinta a la de muchas localidades de Argentina" durante un tramo de la pandemia. "Como cada cosa que se innova, a veces aparecen algunos problemas que tal vez no se habían pensado cuando se encontró la solución, pero estamos trabajando para resolver algunas incomodidades", garantizó.

Montenegro, por su parte, aseguró que hay multas e intimaciones para los gastronómicos que no cumplen con las disposiciones vigentes. "Yo creo que es una política positiva, que tiene que ver con la generación de empleo, y sabemos que esto tiene que ser bueno para todos los marplatenses. No puede ser bueno para algunos y malo para el resto", reflexionó, y aclaró: "Está claro que el comete excesos, tendrá que retrotraer lo que hizo o será castigado. Es importante tener los decks pero no se puede construir lo que uno quiere. El aprovechamiento indefinido no es la idea y nunca fue nuestra idea".