De Hollywood a Batán sin escalas: historia del verano fallido de King Kong 

Durante el verano de 1979, el gigante muñeco animatrónico había sido anunciado como el principal atractivo del circo ubicado en Luro y España. Pero el espectáculo que prometía ser un suceso no cumplió las expectativas del público y el mono terminó en un basural cercano al complejo penitenciario.

Los afiches anunciaban la Gran Presentación de King Kong en la ciudad.

2 de Octubre de 2022 16:08

Al muñeco de King Kong se lo comieron las ratas del basural de Mar del Plata. Los internos de Batán se escaparon, agarraron partes del enorme gorila animatrónico y lo hicieron armas. En realidad el muñeco fue desguazado por los habitantes de un asentamiento cercano a la cárcel y terminó formando parte de las viviendas precarias del lugar. El mono está en un parque de diversiones del sur de Brasil. Estas son las hipótesis que recorrieron la ciudad en 1979, luego de la fallida temporada del enorme muñeco hizo explotar las taquillas de los cines del mundo en 1976 y que un grupo de productores había traído a Mar del Plata para convertirlo en el fenómeno del año.

Lo cierto es que el gigantesco gorila robot que se usó en la película King Kong de 1976 hizo una gira por la Argentina que comenzó en el mes de septiembre en La Rural y lo trajo a Mar del Plata para la temporada estival y tras el estrepitoso fracaso, terminó oxidado y destrozado en un basural ubicado en la zona del Complejo Penitenciario de Batán.

“En septiembre de 1978, casi dos años después del estreno de la película, el Kong de 17 metros llegó a Buenos Aires, Argentina, como la estrella de una atracción de feria de lujo. Kong había sido desmantelado y enviado desde Los Ángeles; su llegada provocó un frenesí mediático en la capital argentina”, afirma en un artículo que se publicó en el diario The Daily Telegraph el 4 de abril de este año poco antes del estreno de la remake de King Kong.

Lo cierto es que, en enero de 1979, el diario La Capital en una de las notas de tapa “Ya está en la Argentina King Kong, que hará su show en una carpa”. El espectáculo generaba las más altas expectativas en grandes y chicos, era la primera vez que Mar del Plata contaba con un robot de cuatro toneladas y 17 metros de altura cubierto de crin de caballo que simulaba el pelaje de la bestia creada por el artista de efectos visuales Carlo Rambaldi, ganador de dos Oscar por su trabajo en Alien y ET y creador del Tiburón de Steven Spilberg.

La primera función llegó, el público llenó por completo la carpa circense ubicada en Luro y España. Las luces se apagaron y comenzó la decepción generalizada: mientras transcurrían los números circenses se escuchaban sonidos guturales detrás del gran telón; sobre el final del espectáculo los sonidos iban en aumento, el telón caía y se podía ver al robot que era manejado por un hombre que se encontraba en el interior de la estructura. El gorila se movía lenta y torpemente mientras rompía sus cadenas y tiraba cascotes de telgopor al público que, de a poco dejaba de lado la euforia inicial para dar paso a una decepción pocas veces vista.

En medio del grotesco espectáculo, el maestro de ceremonias aparecía y anunciaba que había que abandonar la sala porque el gorila era peligroso y el público era acompañado a la salida de la carpa por el personal del lugar. Pocos entendieron que ese era el final del espectáculo.

Terminada la temporada, los organizadores locales del espectáculo aseguraron que fueron víctimas de un fraude y el gran muñeco animatrónico que supo brillar en Hollywood fue cubierto por una lona, hasta que lo trasladaron a un basural en las inmediaciones del complejo penitenciario de Batán, dando origen a miles de especulaciones y la creación de Kong, el tema que Omar Gianmarco que recuerda la fallida estancia del gorila en la ciudad.

En su artículo del 4 de abril, The Daily Telegraph refiere que “Kong fue trasladado a la ciudad costera de Mar del Plata. Cuando el negocio fue bombardeado, Kong fue abandonado, dejado para resistir la llovizna otoñal. Pronto, y no muy diferente de la película en la que había protagonizado fugazmente, el animatronic Kong desapareció”, cierra.