Combatió en Malvinas, lo declararon Embajador de la Paz y hace 15 días lo dieron por muerto

Claudio Garbolino es excombatiente de la Guerra de Malvinas y escritor. Hace un mes fue reconocido como Embajador de la Paz por la Unesco tras la publicación del primer libro didáctico sobre el conflicto bélico que sacudió al país en 1982, “Pipino el pingüino, el monstruo y las Islas Malvinas”. Hace una semana ingresó al sistema del Instituto de Previsión Social de la Provincia para consultar sus recibos de haberes y se encontró con una leyenda en la pantalla que lo impactó: su expediente había sido dado de baja por fallecimiento.

“Desde hace dos años, cada dos meses recibo mi pensión de Veterano de Guerra mediante una transferencia bancaria y el sistema carga los recibos siempre a mediados de mes. Generalmente chequeo en la página el estado de la cuenta y me apareció esa pantalla”, cuenta Garbolino que, para el sistema de previsión, figura como fallecido desde el 8 de noviembre de 2022.

Tras el impacto generado tras la leyenda inicial, el escritor empezó a indagar en las posibles causas del malentendido que derivó en la baja de sus beneficios. ”Me pareció de muy mal gusto, religiosamente presento mi certificado de supervivencia. La idea es revertir esta situación porque al figurar fallecido, mas allá de lo económico, esta situación me genera todo un trastorno ya que estoy radicado en Colombia”, explica.

“Me dijeron que iban a chequear si hay un error en el sistema; evidentemente hay un error. Ahora me voy a reunir con el titular de IPS Mar del Plata a ver si se puede solucionar el problema a la brevedad”, detalló, en diálogo con 0223.

Claudio Javier Garbolino hizo el Servicio Militar Obligatorio en el Grupo de Artillería Antiaéreo 601 de Mar del Plata a los 19 años. Cuando quedó seleccionado para viajar a Malvinas llevaba un mes de entrenamiento militar. No importó, cumplió los 20 años como prisionero de guerra de los ingleses. Su función durante el conflicto bélico fue, ni más ni menos, proveer y trasladar armamento y municiones, tarea para la que, cuarenta años después del conflicto, reconoce "no haber estado preparado ni como soldado ni psicológicamente". 

Cuando terminó la guerra y retornó al país decidió agarrar una mochila y viajar. Fue a Colombia, donde conoció a su actual mujer y después de unos años regresaron a la Argentina. En 2012, con el paso del tiempo sintió la necesidad de contarle a su nieto que -por entonces, apenas un niño- qué significaba Malvinas. Ese fue el motor para escribir "Pipino el pingüino, el monstruo y las Islas Malvinas", el primer libro didáctico pedagógico sobre la Guerra de Malvinas para el nivel inicial: "Pipino el pingüino, el monstruo y las Islas Malvinas”, un texto que permitie a los docentes abordar la guerra y el colonialismo desde otra perspectiva.

Tras la publicación del libro que tiene un gran nivel de aceptación en escuelas de Argentina y América Latina, el texto fue declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación, y Garbolino fue nombrado Embajador de la Paz de la Unesco.