A 5 años del homicidio cometido por Federico Sasso: "Hoy puedo decir que la Justicia se portó bien"

En una entrevista con 0223, la mamá de Lucía Bernaola, la chica de 14 años a la que Sasso le quitó la vida en Alberti y la Costa, habla de su proceso de reconstrucción e insiste en la necesidad de cambiar leyes para evitar tanta imprudencia al volante. "Hay muchos recuerdos que se me fueron de la cabeza y que tengo anulados", confiesa Verónica.

4 de Junio de 2022 10:09

Es difícil, sí, pero Verónica Borelli es más fuerte. Es difícil no pensar que Lucía Bernaola ya habría terminado el secundario, que probablemente hoy estaría dando los primeros pasos en alguna carrera universitaria, pero Verónica, sin faltar nunca a la memoria, se aferra a la familia, a lo que ella define como su nueva vida, para mirar hacia adelante y abrazar el amor que le da fuerzas para seguir después de conocer el dolor más profundo que puede sufrir una mamá.

El 4 de junio del 2017, desde el momento en que Federico Sasso atropelló y mató a su hija de 14 años en la curva de Alberti y la Costa, Verónica supo que tenía luchar. Y durante mucho tiempo no hizo más que eso, luchar, hasta encontrar la Justicia que finalmente alcanzó el 5 de abril 2019, con la condena inédita a 6 años de prisión que recibió el joven de 19 años por el trágico siniestro que provocó.

“Fueron dos años de mucha pelea con la Justicia y durante todo ese tiempo me había olvidado de que existe un duelo. Así que hoy estoy tratando de construirme, con herramientas que voy aprendiendo y utilizando para entender que este 4 de junio es un aniversario pero que, en realidad, van a ser muchos más porque yo voy a tener a Lucía fallecida para toda la vida. Pero bueno, así transcurro el día a día, el año a año, con una nueva vida, por supuesto”, dice Verónica, y aclara: “Creo que en cada 4 de junio al hay que recordar es a Sasso, a la persona que mató a Lucía, porque a mi hija la podemos tener presente, siempre, el resto de los días”.

En el juicio del 2019, Federico Sasso pidió perdón a la familia de Lucía Bernaola y dijo que nunca quiso matar a una persona. Foto: 0223.

A cinco años del fatídico hecho que conmocionó a Mar del Plata, la mamá de Lucía reconoce que hay distintos recuerdos que “se fueron” de su cabeza y que permanecen “anulados”. “Sí recuerdo que pase muchas cosas feas, que hasta parecían una película, pero hoy estoy parada en otro lugar y sé que Lucía está aunque no la pueda ver físicamente”, asegura la mujer, en una entrevista que le concede a 0223, y agrega: “Yo sé que la vida me va a seguir dando muchas cosas hermosas y trato de alimentarme de todo el amor que me rodea”.

“Mi lucha y la de Mar del Plata fue terrible, agotadora e inalcanzable, pero no fue en vano. Nada fue en vano. Hoy entiendo lo que es la Justicia y lo que son las leyes pero tuvieron que pasar cinco años para que lo entienda. Así que, desde ese lugar, creo que lo poco que consigamos las víctimas siempre es mucho, es un montón. Y por eso hoy puedo decir, mirando también la situación de otras familias con víctimas, que la Justicia se portó bien en el caso de Lucía”, reflexiona la madre.

La condena que dictó el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 contra Sasso no tuvo precedentes. Fue la primera vez que se aplicó la pena máxima en hecho calificado por el delito de homicidio culposo agravado, algo que celebró el Rodolfo Moure, el fiscal que intervino en el juicio.

La sentencia, de todos modos, estuvo lejos de las expectativas iniciales que había planteado la propia fiscalía y abogado Maximiliano Orsini, como representante del particular damnificado, en su intento por encuadrar el accionar del conductor del Renault Clio por el delito de homicidio simple con dolo eventual, cuya pena en expectativa va desde los 8 hasta los 25 años de prisión.

Sasso conducía su Renault Clio borracho, con 1,23 gramos de alcohol por litro de sangre, y a 75 kilómtros por hora.

Para las partes acusadoras había elementos suficientes para suponer que Sasso tuvo posibilidad de configurarse el daño que podía provocar con su imprudencia - manejaba ebrio y a alta velocidad. Sin embargo, los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Juan Manuel Sueyro desestimaron el agravante planteado.

Fuentes judiciales consultadas por este medio confirmaron que por esta fecha el joven condenado permanece con libertad condicional en la casa, un beneficio que concede la ley después de haber cumplido los dos tercios de la pena impuesta en la cárcel. De todos modos, una vez que finalice la condena, Sasso no podrá conducir ya que, en la sentencia del 2019, el tribunal marplatense también fijó una inhabilitación para que no pueda volver a manejar un vehículo por el término de diez años.

La muerte de Lucía caló tan hondo en Mar del Plata que precipitó el debate por la tolerancia cero de alcohol al volante, una medida que terminó de instaurar por decreto Carlos Arroyo en septiembre del 2018 y que hoy vuelve a estar en discusión de la Provincia y el país, a través de los proyectos impulsados por el ministro de Transporte Jorge D’Onofrio en la Legislatura bonaerense y la Agencia Nacional de Seguridad Vial - organismo dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación – en el Congreso.

Verónica pidió recordar siempre a Lucía Bernaola "con una sonrisa". Foto: 0223.

A pesar del fuerte impulso a la legislación en distintos ámbitos, Verónica manifiesta cierto escepticismo por el resultado de estas políticas y dice que las autoridades “deberían estar peleando por otras leyes”. “Creo que estamos totalmente desenfocados de las leyes que hay que cambiar porque hoy la gente sabe que mata y no tiene condena. Hay que cambiar las leyes desde ese lugar. En cada accidente, se sigue viendo el alcohol y la alta velocidad y si nunca cambian las leyes, esto va a seguir pasando”, advierte.

Y como proyecto y sueño de futuro, la mamá de la adolescente revela que avanza a paso firme con un proyecto personal de diseño con el que busca conmemorar a su hija. “Es una idea muy linda relacionada con Lucía y espero poder lanzarla pronto. Me lo puse como objetivo y estoy muy avanzada. Me hace muy bien trabajar en eso porque es mi cable a tierra. Necesito estar ahí para imaginar y proyectar”, confiesa, y concluye, con un pedido: “A Lucía recuérdenla siempre con una sonrisa, como su mamá”.