La escasez de vidrio preocupa a la industria del gin: estiman que en un mes se quedarían sin botellas

A casi un año de habilitarse el funcionamiento de las destilerías en Mar del Plata, el sector artesanal atraviesa tiempos convulsionados y una reconocida etiqueta local debió frenar las exportaciones a varios países porque no consigue botellas. Qué pasa en la industria cervecera.

Se agrava la crisis del vidrio y no se consiguen botellas para envasar gin y otras bebidas.

3 de Agosto de 2022 08:02

La escasez global de vidrio afecta a distintos productores de bebidas y alimentos a lo largo y ancho del país. En Mar del Plata, la situación se replica en la industria artesanal del gin, donde algunas empresas tienen frenadas las exportaciones y estiman que en menos de un mes no tendrán más botellas.

La problemática que complica en mayor o menor medida a bodegas, destilerías y cervecerías - entre otros rubros - comenzó con la irrupción de la pandemia de coronavirus. Los nuevos hábitos impulsaron una mayor demanda de la producción de vidrio en todo el mundo y en Argentina, particularmente, se agravó con el incendio de una fábrica proveedora, lo que ocasionó una disminución de stocks de envases y faltantes de un insumo clave.

La industria del gin en Mar del Plata quedó habilitada en agosto de 2021 a partir de una ordenanza que buscaba posicionar a la ciudad como la capital nacional del gin. Se estima que en Argentina hay alrededor de 450 marcas y el 95% se sitúa en la provincia de Buenos Aires, de las cuales 17 se instalaron en Mar del Plata en el último año.

Sin embargo, el sector transita tiempos de incertidumbre y crisis por la escasez de vidrio que afecta la producción, las importaciones y las exportaciones, con la consiguiente pérdida de divisas para una industria asentada pero todavía en vías de expansión en Mar del Plata; que hasta hace poco obligaba a los productores a trasladarse a distritos de la región para destilar cualquier tipo de bebida espirituosa.

Los faltantes de vidrios complican cada vez más a los productores artesanales de gin. Foto: MGP.

Franco Regalini es presidente de la Cámara de Destiladores Artesanales de la Provincia de Buenos Aires y socio-fundador de Restinga, marca líder entre los destilados artesanales. En diálogo con 0223, el productor planteó un panorama complicado de cara a los próximos meses por los faltantes de vidrio.

"En la industria del gin ya no hay botellas hace un tiempo y ahora se cortó la importación. Vamos a estar muy complicados todos los productores. Creo que en menos de un mes no vamos a tener más botellas ninguno de los productores en Argentina", aseveró sobre el complejo escenario.

En este marco, muchos de ellos se las rebuscan e intentan implementar distintas estrategias para paliar la crisis y reemplazar las botellas tradicionales. Si bien algunos ahora vuelcan sus bebidas en botellas alternativas, enlatar como hizo el sector cervecero no es una opción muy viable por el momento. "El consumidor está acostumbrado a comprar en botella", confió Regalini.

Importaciones y exportaciones frenadas

Otra de las problemáticas que acusan en el sector son las trabas a las importaciones por las limitaciones para acceder al mercado cambiario y los sistemas de pago que impuso el Banco Central de la República Argentina (Bcra). Restinga, por caso, importa desde China una botella exclusiva que no se fabrica en el país. Recientemente intentaron adquirir un cargamento de 100 mil unidades, pero por las disposiciones no pudieron afrontar el pago.

"El crecimiento de gin fue muy fuerte y no podemos estar acompañados por el Estado en la compra de botellas", sostuvo Regalini y ratificó la vida útil del stock que disponen: "En un mes o dos no va a haber más botellas".

Restinga mantiene frenadas las exportaciones de gin.

A pocas semanas de la habilitación de destilerías en Mar del Plata, Restinga se convirtió en la primera etiqueta local en exportar. Pero a los pocos meses de hacer sus primeros pasos en el mercado exterior, la marca que tiene su destilería en el kilómetro 342 de la ruta 2 tuvo que frenar los lazos comerciales que mantenían con Singapur, Canadá, Estados Unidos, Italia y España. "Tuvimos que cortar la relación porque no hay botellas", afirmó Regalini, uno de los cuatro socios de la marca que en 2015 surgió como un emprendimiento y tres años más tarde se abrió al mercado.

Qué pasa con la cerveza

El sector cervecero artesanal fue uno de los primeros en readaptar sus modelos de negocios ante la crisis que desató la pandemia de coronavirus y la lata emergió como una salida para comercializar sus elaboraciones por la caída del consumo de las canillas y barriles en bares y restaurantes. Esto evitó que los faltantes de vidrios se extiendan al sector, aunque sus productores conviven con otras problemáticas.

"En esta coyuntura lo que menos nos afecta es el faltante de vidrio, sino las restricciones a las importaciones, la devaluación del peso y la escasez de materias primas, principalmente de lúpulo", diferenció Leonardo Ferrari, presidente de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata y uno de los responsables de Antares.

"Vas a una casa de repuestos y no hay. No se consigue la medida de caño de acero que buscás. Precisás una pintura especial y no hay. Muchas cosas no se fabrican en Argentina y no se consiguen importadas", agregó.

Ferrari reconoció que, a diferencia de la industria vitivinícola y del gin, en el sector cervecero "el faltante no es tan relevante porque la mayoría ha ido hacia la lata de la cual hay disponibilidad".