Acoso a ballenas: Prefectura ratifica que los avistamientos en el mar no deben ser a menos de 200 metros

Tras la polémica que se desató días atrás con embarcaciones privadas, la autoridad marítima nacional recordó las medidas de navegación que rigen en caso de advertir la presencia de cetáceos.   

El protocolo de avistaje prohíbe cualquier clase de acercamientos. Foto: ilustrativa.

4 de Agosto de 2022 11:21

Por Redacción 0223

PARA 0223

La Prefectura Naval Argentina ratificó que los avistamientos de ballenas deben realizarse con "una distancia prudencial de al menos 200 metros" después de la polémica que se desató días atrás por el "acoso" que se acusó contra un grupo de cetáceos que se encontraba en la zona de Playa Chica y Cabo Corrientes.

En carácter autoridad marítima nacional, la fuerza federal informó esta semana que, de acuerdo a lo establecido en el protocolo de avistaje, "toda persona que realice actividad náutica, deportiva (kitesurf, windsurf, kayakismo, remo, pesca deportiva de costa o embarcada, stand up paddle, vela ligera u otras que se pudieran implementar) o comercial, deberá mantener una distancia prudencial de al menos 200 metros".

En el mismo sentido, la Prefectura consignó que está "prohibido el acercamiento o aproximación a cetáceos durante el desarrollo de actividades de buceo, ya sea en forma deportiva o comercial, a fin de evitar accidentes o acaecimientos que puedan provocar lesiones a las personas o a los especímenes tratados".

Las zonas de avistaje recomendadas según el protocolo vigente.

Para "evitar colisiones o aproximaciones a distancias inferiores a la indicada", la fuerza instó a las embarcaciones a "disminuir la velocidad y sin detener la marcha adoptar recaudos de vigilancia".

Y en caso de colisionar con ballenas o ser testigos de situaciones similares, las autoridades de la fuerza pidieron dar aviso "de inmediato" al Centro de Gestión de Tráfico Mar del Plata “Estación Costera L2U” , a través de los canales en Ondas Métricas (VHF) del Servicio Móvil Marítimo o al número 106 de emergencias náuticas. "Mismo temperamento se deberá cuando se constate la presencia de especímenes varados o con lesiones", aclararon.

La polémica

A mediados de julio,  la Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas denunció a un crucero y un velero por tomar acciones de "acoso" contra ballenas que navegaban entre playa Chica y Cabo Corrientes. En el espacio, que funciona dentro del Concejo Deliberante, pidieron tener en cuenta que "estas acciones no solo presuponen un accionar irresponsable para con las ballenas, sino también poner en riesgo las personas embarcadas". "Las embarcaciones comerciales deben ser respetuosas de las directrices ambientales y evitar, por todos los medios, poner en riesgo a la fauna marina", consideraron.

En la misma sintonía se expresaron integrantes del Cuerpo de Guardafaunas Voluntarios de Mar del Plata, quienes remarcaron que es “fundamental evitar interferir en la línea migratoria” para no generar un impacto sobre la especie de mamíferos. "Si el avistaje se hace sobre la costa, el peligro es nulo. Si se hace en el agua, hay que respetar una distancia de 300 metros", señalaron.

Si bien se estima que cerca del 85% de los avistajes acontece entre los meses de agosto y septiembre, a partir de julio ya se puede ver a algunos cetáceos en la costa, generando un atractivo espectáculo en pleno invierno.

Mar del Plata se encuentra en una posición geográfica privilegiada, ya que está entre dos grandes concentraciones de ballenas francas: la Península Valdés y una población un poco menor que se reproduce en la localidad brasileña de Santa Catarina.

Las ballenas se reproducen en aguas templadas, como Sudamérica, Sudáfrica y Australia, donde pasan el fin del invierno, primavera y principio del verano, pero luego migran y se trasladan a zonas subantárticas para alimentarse, y en el marco de ese proceso es que la ciudad puede ser testigo de su paso por el mar.