Pagó con una aplicación y volvió a robar al kiosco: lo identificaron y detuvieron

Un sujeto armado con un cuchillo que robó un kiosco y lastimó a la empleada fue detenido en las últimas horas por personal de la DDI luego de que lo identificaran gracias a que minutos antes del robo había hecho una compra que pagó con una aplicación en la que había dejado sus datos personales. Este viernes se negó a declarar en Tribunales y seguirá alojado en la Unidad Penal 44 de Batán.

De acuerdo a los datos a los que tuvo acceso 0223, la tarde del 31 de agosto Federico Ezequiel García (35) ingresó al local y compró una gaseosa que abonó mediante la aplicación Mercado Pago. Pocos minutos después regresó con la excusa de que se le había perdido el documento y allí extrajo un cuchillo para amenazar a la empleada y exigirle la entrega de dinero y elementos de valor.

La empleada del local intentó resistirse, sufrió un corte superficial en la espalda y vio como García escapaba con diez mil pesos y un celular. Tras las primeras actuaciones que hizo personal de la comisaría primera, el fiscal Fernando Berlingeri dispuso que la continuidad de la investigación la hiciera el gabinete temático de la DDI.

Las fuentes judiciales consultadas por este medio confirmaron que la víctima tenía una captura de pantalla con los datos del autor y tras las consultas con la empresa para certificar los datos de la cuenta y el análisis de algunas imágenes de cámaras de la zona permitieron identificarlo correctamente, por lo que se le pidió a la Justicia de Garantías su detención.

García estaba desde el 9 de agosto bajo el régimen de libertad asistida –el paso previo en el tramo final del cumplimiento de la condena a recuperar la libertad- y fue detenido el jueves por la tarde tras un allanamiento en el barrio Don Emilio en el que también secuestraron un celular.

Este viernes, asesorado por un miembro de la defensa oficial, se negó a declarar ante el fiscal Berlingeri y fue trasladado nuevamente a la Unidad Penal 44 de Batán. El delito imputado de robo agravado por el uso de arma tiene una pena mínima en expectativa de cinco años de prisión.