Felipe Pigna abre el ciclo Verano Planeta 2023

El historiador como en los últimos veintiséis años, abrirá el ciclo Verano Planeta en Mar del Plata. Según el historiador es todo un compromiso que disfruta mucho porque, durante la temporada, a la ciudad se acerca gente de todo el país.

Calles. Para perderse y encontrarse en la historia argentina es el libro más reciente de Felipe Pigna.

1 de Enero de 2023 13:13

Calles. Para perderse y encontrarse en la historia argentina es el libro más reciente de Felipe Pigna. Se trata de “una colección de misceláneas, curiosidades y datos ocultos que contiene varias formas de lectura en simultáneo. Por un lado, es una manera poco académica de leer nuestra historia a través de los nombres que forman el trazado urbano. Por otro, es la puerta de entrada para realizarse varias preguntas respecto de la elección de esos nombres” según la explicación de la editorial. Pero para el propio autor es el resultado de algo que “Tiene que ver con un interés de chiquito, que me llamaba la atención por qué tal calle se llamaba así o no. Luego pude profundizar en la radio hasta que se dio finalmente este libro”.

En la ciudad de Buenos Aires comenzaron a ponerles nombres a las calles durante el virreinato. Así, se podía identificar a los contrabandistas que merodeaban por la ciudad y que eran muchos. Hasta ese momento la población les ponía a las calles los nombres de los edificios o monumentos que había en ellas, por ejemplo, la calle del Cabildo o de la Iglesia. Salcedo, gobernador por ese entonces, decidió empezar a nombrar las calles en base al santoral y a darle numeración a las casas. Pigna aclara: “Un momento muy importante fue luego de la derrota a los ingleses, cuando ganamos en la segunda invasión. Hubo ahí ya una nomenclatura muy fuerte de gente que participó en la reconquista durante las invasiones inglesas. Después hubo alguna importante en época de Rivadavia y después en época de Rosas, donde, por ejemplo, una avenida muy importante que iba para el oeste se llamó Juan Facundo Quiroga y que tras la caída de Rosas se llamó Bernardino Rivadavia, la calle más larga de la argentina”.

El 96 por ciento de las calles porteñas tienen nombres de varón y solamente el cuatro restante tienen nombres de mujer.

De este tipo de vaivenes de cambio de calles está llena la historia argentina. Hay un marcado reconocimiento a unitarios y liberales, por ejemplo (casi 300 unitarios y apenas diez federales).  Hay pocas calles que le correspondan al peronismo, aunque en los últimos años esto se va revirtiendo por iniciativas de concejales peronistas, resultando mayor cantidad de calles para el radicalismo. El socialismo, inclusive, tiene mayor cantidad.

En cuanto a esa proporcionalidad, Pigna remarca que “Incluso Rosas no tiene calles, por ejemplo, en Buenos Aires. Y después hay una misoginia notable: el 96 por ciento de las calles porteñas tienen nombres de varón y solamente el cuatro restante tiene nombre de mujer. Esa es una disparidad aún mayor en los barrios donde un cincuenta por ciento de ellos tienen una sola calle con nombre de mujer y después tenés una concentración importante en Puerto Madero por iniciativa de una marplatense, Leticia Maronese, que propuso que ese nuevo barrio cuenten con todas calles con nombres de mujeres”

-¿Y qué pasa con las profesiones, con los militares, docentes, intelectuales, médicos…?

- La mayoría son nombres de militares, es una enorme desproporción. Son muy pocos docentes, muy poquitos. Hay bastantes médicos, no una cantidad extraordinaria pero son muchos, y científicos también. Hay algunos poetas, un poco por los barrios, tenés una concentración de literatos en la zona de Floresta, Villa Luro y tenés músicos como Mozart y poetas como Lord Byron por ahí también. Después tenés en la zona de Palermo una concentración de Congresales de Tucumán, las calles en torno al zoológico y algunas también de las que están en Almagro responden a congresales de 1816...

-Hablabas de los músicos, hay muchos identificados con calles y barrios de Buenos Aires, ¿qué pasa ahí?

- No hay prácticamente calles que recuerden a roqueros, sí hay viaductos que recuerdan a Cerati y a Spinetta en los barrios donde vivieron. También hay algunas plazoletas que recuerdan a Soda Stereo (memorable porque el gobierno de Larreta que había impulsado la protesta escribió mal el nombre) y también hay canteros que los homenajean. Esto es curioso porque les ponen nombres a los canteros centrales de avenidas, por ejemplo, y nadie se entera. Ahí también tenés algunas sorpresas, por ejemplo, hay un cantero central en la zona de Las cañitas que homenajea a, ni más ni menos, el represor de la Patagonia teniente coronel Varela. Afortunadamente, a Antonio Soto, líder de la rebelión patagónica, le dieron una pequeña cortadita en Buenos Aires para que sea el único anarquista que tiene una calle en la ciudad.

Si bien el libro está armado alrededor de un modelo porteño, según Pigna el formato se puede aplicar a cualquier ciudad o pueblo del interior. “En todos lados siempre hay una calle Rivadavia o Alvear, pero será muy raro encontrar una calle Rosas y mucho más raro encontrar calles que recuerden a los pueblos originarios. Inclusive, aun en los lugares de más dolor de la campaña del desierto, nunca falta una avenida principal que se llame general Roca” sostiene.

Felipe Pigna participará del ciclo Verano Planeta 2023 .

Segurola y La Habana es la esquina Maradona. De hecho, ya hace un tiempo que se viene pidiendo el cambio de nombre de ese cruce en Devoto. Pero no pasa solo por los pedidos. Para poder otorgar el nombre a una calle se necesita cumplir el requisito de haber pasado diez años de la muerte de la persona homenajeada, aunque hubo excepciones. Pigna cuenta que “Al general Mitre le regalaron su calle cuando cumplió los 80 años. La calle Bartolomé Mitre fue un regalo de la ciudad, ese fue el único caso de dárselo en vida. Otro caso es el Ramón Falcón, la segunda calle más larga de Buenos Aires, que se la dieron al año de su asesinato y que ahora conmemora al comisario de la policía represora. Otro de los tantos casos increíbles”.

-Eso habla un poco de nosotros también…

- Totalmente, y habla también de cómo nos han contado la historia y cómo nos educaron, de qué historia nos han contado. Que Mariano Acha, el tipo que entrega a Dorrego para que lo fusilen, tenga una calle en Buenos Aires y un colegio o que Venancio Flores, que es un golpista uruguayo (un golpe que se dio con financiamiento brasileño y argentino en la época de Mitre) tenga su calle, luego de realizar una matanza tremenda en Cañadas de Gómez a más de doscientos degollados, todos soldados rendidos ya de Urquiza en Pavón son otros ejemplos.

Mientras se suceden pedidos, por ejemplo, de nombrar Luis Alberto Spinetta a la calle donde él vivía o tenía su estudio, se siguen dando homenajes absurdos. Felipe Pigna recuerda en el libro lo incongruente de llamar a una estación de trenes Virreyes Eva Perón. “Una especie de toque surrealista. Tenés esas cosas como homenajes que no terminan de ser totalmente, el más absurdo sin dudas es Virreyes Eva Perón” asegura.

Calles es sin dudas una interesante experiencia de lectura para los interesados en quiénes son aquellos que, según la época, han merecido un homenaje, pero también es un buen espacio para preguntarnos quiénes son los que nos faltan.

Felipe Pigna abrirá el ciclo Verano Planeta 2023 el próximo lunes 2 a las a las 20 en el Hotel Costa Galana.