Polonia: atrapan a un ladrón que se hizo pasar por un maniquí para robar un centro comercial
Su actuación fue tan buena que, ni los clientes, ni el personal de seguridad se percataron de que eso que parecía ser un maniquí realmente no lo era. Fueron las cámaras las que alertaron a la Policía.
Por Redacción 0223
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Un joven, de de 22 años, que se quedó inmóvil con una bolsa en la mano durante varias horas simulando ser un maniquí para después robar en un centro comercial de Varsovia, Polonia, fue detenido por la policía local.
Tras el cierre del local, el delincuente se metió a robar en una joyería y se cambió la ropa en otro negocio. El joven fue descubierto por el personal de seguridad del lugar antes de escapar.
El nombre de la persona no se ha hecho público por parte de la Policía que terminó arrestándolo. Solo se sabe que se trata de un joven de 22 años de edad. Y que no es la primera vez que utiliza este modus operandi.
La insólita forma de actuar fue la siguiente: el ladrón entró en el establecimiento a probarse ropa y con las prendas debidamente colocadas, se situó en la vidriera de un local durante algunas horas. "De esta forma quería evitar ser expuesto por las cámaras", explicó la policía local.
Su actuación fue tan buena que, ni los clientes, ni el personal de seguridad se percataron de que eso que parecía ser un maniquí realmente no lo era. Tras pasar inadvertido, era cuestión de tiempo para que el shopping cerrará y continuar con su plan.
De esta manera, una vez que el centro comercial cerró, volvió a ser él mismo, el joven se dirigió a las joyas y a otros objetos de valor, además de agarrar dinero de diferentes cajas registradoras.
Lo que no tuvo en cuenta el hombre fueron las cámaras que lo grababan y que fueron las que acabaron alertando a la Policía.
No fue la primera vez que el delincuente utilizó esa estrategia, se supo que en otras ocasiones ya había sido detenido por utilizar un método similar. Se hizo pasar por un comensal de los que acaban saliendo el último del restaurante. Se fue a una tienda, se cambió de ropa, regresó al restaurante y esperó escondido al cierre.
Ahora, el ladrón se enfrenta a una posible pena de hasta diez años de prisión al ser acusado de robo y hurto. Fue puesto en prisión preventiva durante tres meses.
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