Wanda Nara confirmó que padece leucemia: “Ahora llamo a la enfermedad por su nombre”

Luego de meses de especulaciones y versiones cruzadas, la mediática reveló por primera vez cómo lidia con su diagnóstico. 

Wanda Nara comenzó en julio con los primeros síntomas de la enfermedad.

28 de Octubre de 2023 13:19

Por Redacción 0223

PARA 0223

El 14 de julio pasado el periodista Jorge Lanata dio al aire de su programa de Radio Mitre una devastadora noticia: aseguró que Wanda Nara tenía leucemia. La mediática, de 36 años y madre de cinco hijos, había sido internada en el Sanatorio Los Arcos dos días antes con fuertes dolores abdominales y los análisis demostraron que tenía muy altos los glóbulos blancos, lo que indica una enfermedad hematológica.

La noticia se viralizó rápidamente y fue tapa de todos los medios. Luego, Wanda dejó trascender poco a poco alguna información sobre su estado de salud -como que había comenzado un tratamiento en la clínica especializada Fundaleu-, pero nunca había confirmado abiertamente su diagnóstico. Finalmente, más de tres meses después de que la novedad trascendiera, la mujer de Mauro Icardi eligió este sábado a la mañana su cuenta de Instagram para revelar que padece leucemia. 

“¿Qué enfermedad tenés?”, indagó un seguidor a través de la opción que habilita preguntas que ella puede o no contestar en sus historias de Instagram, donde la siguen más de 16 millones de usuarios. Sin esquivar el tema, la mediática seleccionó la opción “contestar” y escribió directamente: “Leucemia“.

Wanda eligió sus redes para confirmar su diagnóstico.

“Al principio le decía esa cosa que tengo yo. Después pude decirle enfermedad”, reconoció en la historia, que acompañó de fondo con una foto de ella, en la que se la ve posando con una cartera, mientras de fondo sus hijos juegan. 

Fiel a su estilo, Wanda aprovechó sus redes sociales para dedicarle una mención especial a aquellos que dieron a conocer la noticia antes de que ella decidiera hablar del tema y a los que la trataron de “especuladora“ o de “mentirosa”: "Ahora lo llamo por su nombre, perdón a quien sintió que debía anticipar mis propios tiempos".

La mediática -que actualmente está participando del show italiano "Bailando con las Estrellas" y continúa grabando varias canciones para lanzar su primer disco como cantante- no reveló qué tipo de leucemia padece ni otros detalles en torno al estadio de la enfermedad que la afecta ni a los tratamientos que lleva adelante. 

La leucemia es un cáncer de las células primitivas productoras de sangre. Con mayor frecuencia, afecta a los glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros tipos de células sanguíneas. Los distintos tipos de leucemia -que puede ser aguda o crónica- tienen diferentes pronósticos y opciones de tratamiento.

Causas de la leucemia 

La leucemia se desarrolla cuando el ADN de los glóbulos en desarrollo, principalmente los glóbulos blancos, sufre daños. Esto hace que las células sanguíneas crezcan y se dividan de manera incontrolable.

Las células sanguíneas sanas mueren y son reemplazadas por las células nuevas. Estas se desarrollan en la médula ósea. Las células sanguíneas anormales no mueren en un punto natural de su ciclo de vida. En lugar de ello, estas se acumulan y ocupan más espacio.

A medida que la médula ósea produce más células cancerosas, comienzan a saturar la sangre, impidiendo que los glóbulos blancos sanos crezcan y funcionen normalmente. Eventualmente, las células cancerosas superan en número a las células sanas en la sangre.

Wanda participa del Bailando por las Estrella en Italia.

Tipos de tratamiento

Las opciones de tratamiento dependerán del tipo de leucemia que tenga una persona, su edad y su estado general de salud. Este tipo de cáncer tiene la particularidad de ser el único que puede ser tratado a través de la solidaridad de la gente: mediante un trasplante de medular ósea de un familiar directo o, en caso de incompatibilidad, a través de un donante anónimo, mediante un banco de médula ósea.   

El principal tratamiento de la leucemia es la quimioterapia. Un equipo de atención del cáncer adaptará la quimioterapia para cada tipo de leucemia. Si el tratamiento comienza temprano, la probabilidad de que una persona logre la remisión es mayor.

Los tipos de tratamiento incluyen:

Espera vigilante. Es posible que un médico no trate activamente las leucemias de crecimiento más lento, como la leucemia linfocítica crónica (LLC).

Quimioterapia. Un médico administra medicamentos por vía intravenosa (IV), ya sea mediante un goteo o una aguja. Estos apuntan a atacar y matar las células cancerosas. Sin embargo, también pueden dañar las células no cancerosas y causar efectos secundarios graves, que incluyen pérdida de cabello, pérdida de peso y náusea. La quimioterapia es el tratamiento principal para la LMA. A veces, los médicos pueden recomendar un trasplante de médula ósea.

Terapia dirigida. Este tipo de tratamiento utiliza inhibidores de la tirosina quinasa que apuntan a las células cancerosas sin afectar a otras células, lo que reduce el riesgo de efectos secundarios. Los ejemplos incluyen imatinib, dasatinib y nilotinib.

Muchas personas con LMC tienen una mutación genética que responde al imatinib. Un estudio encontró que las personas que recibieron tratamiento con imatinib tuvieron una tasa de supervivencia de 5 años de alrededor del 90 por ciento.

Terapia con interferón. Retarda y finalmente detiene el desarrollo y la propagación de las células leucémicas. Este medicamento actúa de manera similar a las sustancias que el sistema inmunitario produce de forma natural. Sin embargo, puede provocar efectos secundarios graves.

Radioterapia. En personas con ciertos tipos de leucemia, como LLA, los médicos recomiendan radioterapia para destruir el tejido de la médula ósea antes de un trasplante.

Cirugía. La cirugía a menudo implica la extirpación del bazo, pero esto depende del tipo de leucemia que tenga una persona.

Trasplante de células madre. En este procedimiento, un equipo de atención del cáncer destruye la médula ósea existente con quimioterapia, radioterapia o ambas. Luego, infusiona nuevas células madre en la médula ósea para crear células sanguíneas no cancerosas.

Este procedimiento puede ser eficaz para tratar la LMC. Las personas más jóvenes con leucemia tienen más probabilidades de someterse a un trasplante exitoso que los adultos mayores.

Síntomas

Los síntomas de la leucemia incluyen:

Coagulación deficiente de la sangre. Esto puede hacer que una persona presente hematomas o sangre fácilmente y sane lentamente. También puede desarrollar petequias, que son pequeñas manchas rojas y moradas en el cuerpo. Estas indican que la sangre no se coagula correctamente.

Las petequias se desarrollan cuando los glóbulos blancos inmaduros excluyen a las plaquetas, que son cruciales para la coagulación de la sangre.

Infecciones recurrentes. Los glóbulos blancos son fundamentales para contrarrestar las infecciones. Si los glóbulos blancos no funcionan correctamente, es posible desarrollar infecciones frecuentes. El sistema inmunitario puede atacar las propias células del cuerpo.

Anemia. A medida que una persona tiene menos glóbulos rojos eficaces, puede volverse anémica. Esto significa que no tiene suficiente hemoglobina en la sangre. La hemoglobina transporta el hierro por todo el cuerpo. La deficiencia de hierro puede provocar dificultad para respirar y piel pálida.

Otros síntomas pueden incluir: náusea, fiebre, escalofríos, sudores nocturnos, síntomas similares a la gripe, pérdida de peso, dolor de huesos, cansancio. Si el hígado o el bazo se inflaman, la persona puede sentirse llena y comer menos, lo que resulta en la pérdida de peso.

La pérdida de peso también puede ocurrir incluso si el hígado o bazo no están inflamados. Un dolor de cabeza puede indicar que las células cancerosas han entrado en el sistema nervioso central (SNC).

Sin embargo, todos estos pueden ser síntomas de otras enfermedades. Es necesario consultar con un médico y hacerse pruebas para confirmar un diagnóstico de leucemia.

El trasplante de médula osea es uno de los tratamientos contra la leucemia.

Cómo convertirse en un donante de médula ósea 

De acuerdo a la página del Ministerio de Salud de Argentina, para inscribirse como donante voluntario de células progenitoras hematopoyéticas (CPH), conocidas como células de la médula ósea, el interesado debe donar sangre normalmente en un centro asociado al Registro (no es necesario que estés en ayunas).

De esa sangre se extrae una pequeña muestra que se analiza genéticamente. El resto de la sangre se utiliza en pacientes que la necesitan para tratamientos y cirugías. Los datos genéticos ingresan a la base de datos y quedan a disposición para ser comparados con los de los pacientes que necesitan un trasplante.

Todas las personas de entre 18 y 40 años pueden ser donantes. Solo deben presentarse con el DNI en el centro de donación más próximo a su casa, pesar más de 50 kilos y firmar un consentimiento para que la muestra sea incorporada al banco.