Tiempo de debates y definiciones

Arrancó octubre, y en la recta final de la campaña los debates entre candidatos parecen eclipsar toda la atención de la dirigencia y de buena parte de la opinión pública. El Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) fue, al fin y al cabo, un doloroso testigo del singular escenario que se impone por inercia a dos semanas de las elecciones generales.

En la previa, el evento que reúne a los principales CEOs y grupos empresarios del país en Mar del Plata había despertado una expectativa mayor a la de otros años, y eso se vio reflejado en la asistencia récord que se observó en la edición número 59 de este 2023: casi mil directivos de grandes compañías dieron el presente en el Sheraton.

Un importante número de esos participantes viajó a la ciudad con la "ilusión" de escuchar cara a cara, y con un mayor grado de profundidad, las propuestas económicas de Sergio Massa y Javier Milei, pero ambos candidatos presidenciales priorizaron otras actividades en su agenda y pegaron el faltazo. La que no falló fue Patricia Bullrich, quien también se encargó de llevar a su economista Carlos Melconian.

En definitiva, la escasa respuesta del ámbito político diluyó, ante todo, la repercusión de las veinte propuestas que se formularon a lo largo del coloquio para promover el desarrollo del país en temas claves como gasto público, modernización impositiva, sectores económicos de alto impacto, cambio climático, y transformación de planes sociales en generación de empleo.

Ahora, Milei, Massa y Bullrich, los tres nombres más votados en las Paso, ponen todas sus fichas en el segundo debate presidencial que tendrá lugar esta noche en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El primer round se vio hace una semana en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y si bien hubo paridad en las distintas performances, dejó al desnudo las flaquezas de la candidata de Juntos por el Cambio para traducir sus propuestas en economía.

También expuso, aunque sorprendentemente la polémica no significó un punto de inflexión para el debate, la grave reivindicación de Milei al terrorismo de Estado que ejerció la dictadura en los '70. La postura negacionista pretende reabrir una discusión resuelta hace ya largo tiempo y echa por tierra el (merecido) reconocimiento que ganó Argentina en el mundo por ser un país pionero en juzgar a sus propios genocidas. La única voz en responder con contundencia en el cierre fue la de Myriam Bregman, del Frente de Izquierda: "Fueron 30 mil (desaparecidos) y fue un genocidio".

Por lo pronto, el segundo debate presidencial anticipa otra polémica en torno a Milei. Es que uno de los ejes sobre los que deberá hablar será "protección del ambiente", un tema por demás sensible para el hombre de La Libertad Avanza. Sólo basta repasar algunas declaraciones de su autoría donde llegó a poner en duda la existencia del cambio climático: "El calentamiento global es otra de las mentiras del socialismo". Y respecto a Bullrich y Massa, se esperan fuertes exposiciones a la hora de intervenir en el bloque de "seguridad", un terreno de gestión donde ambos dicen sentirse muy cómodos.

Pero lamentablemente, por decisión de los organizadores, no se podrá escuchar a los candidatos dar sus propuestas sobre política exterior. Es increíble que nadie haya considerado esta materia como prioritaria en la agenda del debate frente a un contexto global tan volátil y convulsionado (por si algún paracaidista lee estas líneas, no viene mal recordar las dos guerras con las que convive el mundo: la que estalló este fin de semana en Oriente por el histórico conflicto palestino-israelí, y la que sostiene Rusia hace más de un año y medio en territorio ucraniano).

Los otros ejes temáticos del encuentro en la UBA serán "trabajo y producción", "desarrollo humano" y "vivienda". Casualmente, una mapa temático similar guio el debate que se produjo el martes entre los cuatro candidatos a intendente de General Pueyrredon. En los estudios de Canal 10, Fernanda Raverta, Guillermo Montenegro, Rosa Mauregui y Rolando Demaio expusieron sobre obras, seguridad, desarrollo productivo y empleo. La réplica en la ciudad tampoco mostró ganadores ni perdedores: sin episodios sobresalientes, las intervenciones fueron prolijas y estuvieron a la altura de lo que se podía esperar de cada uno de los dirigentes.

En esa línea, Montenegro y Raverta fueron, naturalmente, protagonistas de los cruces más álgidos. Ambos golpearon fuerte cuando tuvieron la oportunidad: el intendente agitó de nuevo la bandera de la "discriminación" contra Nación y Provincia, y acusó a su rival de trabajar con funcionarios que "marcaban" tierras para usurparlas, mientras que la candidata de Encuentro Marplatense cruzó al líder del oficialismo por unificar la secretaría de Cultura con Turismo, por incumplir con obras que prometió en campaña y por tergiversar el uso de los millones de pesos que llegan al municipio a través del Fondo de Financiamiento Educativo. 

En uno de los intercambios, el jefe comunal también lanzó un dardo que se diluyó por la propia vorágine del debate pero que marca, tal como se expuso en esta misma columna, la falta de diálogo entre las principales fuerzas para alcanzar consensos básicos. "Fernanda, solamente dos veces pudimos hablar por obras. Todo lo demás fue inconsulto e hicieron lo que querían", reprochó.

Los candidatos locales volverán a encontrarse este lunes por la tarde en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Y también firmaron su compromiso para asistir el 18 de octubre, cuatro días antes de las generales, a un segundo debate en Canal 8. La campaña no pierde intensidad en los últimos días, y sólo resta seguir de cerca los pasos finales, a la espera de la sentencia que se defina en las urnas.