La catarsis que profundiza las diferencias en la campaña

El acontecimiento político de la semana en Mar del Plata se vivió el miércoles, en el salón del primer piso del UTHGRA Sasso Hotel: la última edición del coloquio sobre Política, Economía y Real State (Peyre) 2023 no defraudó, dejó definiciones varias pero también sirvió como telón de fondo para volver a exponer, en un momento sensible de la campaña, los permanentes cortocircuitos que existen entre el municipio y la Provincia y la Nación a la hora de hablar sobre obra pública.

Guillermo Montenegro fue el orador elegido por los organizadores para inaugurar el evento. En términos electorales, su discurso no mostró líneas novedosas: ante la presencia de más de 400 dirigentes de todo el país, el intendente se limitó a repetir su slogan favorito de "la ciudad del Sí" y responsabilizó a la oposición por poner trabas para frenar la generación de trabajo, a través de la promoción de nuevos eventos y actividades.

El que dio la nota, sin embargo, fue Jorge González, el secretario de Obras y Planeamiento Urbano del gabinete municipal. En uno de los paneles centrales que compartió junto a referentes del sector de la construcción, el funcionario no escatimó en quejas y críticas por la "falta de acompañamiento" de la administración nacional y provincial.

El "Guasa" se mostró particularmente molesto por las demoras que sufren las partidas presupuestarias. "En abril, la Nación nos comunicó que los pagos se iban a demorar 60 días, y todos los empresarios que están acá saben lo que significa eso con una inflación como la que estamos viviendo. Y ahora, hace poco más de un mes, decidieron que los anticipos financieros se iban a demorar 6 meses, que es como decir que no se van a hacer las obras", contó.

"Mar del Plata necesita del acompañamiento de la Nación y la Provincia. Hemos hecho muchas gestiones en los últimos tres años y medio, pero la gran mayoría de las cosas hoy se sostienen por nuestro propio esfuerzo. El municipio ha invertido cerca de 200 millones de pesos para sostener las obras porque sabemos que si las paramos la gente se queda sin trabajo, y la prioridad número uno del gobierno de Montenegro es sostener el trabajo", aseguró González.

No resulta extraño escuchar esta catarsis del secretario municipal, cuando lo que se escucha en la vereda de enfrente son las promesas de una obra tras otra. Consciente de las carencias que arrastra y padece Mar del Plata, Fernanda Raverta ha puesto todas las fichas en asociar las postales de su campaña con ambiciosas inversiones en infraestructura.

Las últimas apariciones lo evidencian: Raverta se mostró con el gobernador Axel Kicillof para anunciar un nuevo hospital de alta complejidad, después se reunió con el director de Vialidad bonaerense para anunciar la ampliación a 4 carriles de la avenida Jorge Newbery y el jueves hizo lo propio con el ministro nacional Gabrel Katopodis para pedir que lleguen cloacas a los barrios Bosque Peralta Ramos, Faro Norte y Alfar.

En el Concejo Deliberante, incluso, ya se había vislumbrado un escenario de discordias por el ensanchamiento de Jorge Newbery. Veinte días antes del anuncio que hizo la candidata a intendenta, la bancada oficialista salió con un pedido dirigido al Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos provincial para que considerara la realización de la misma obra, al advertir que la próxima finalización de la primera etapa de la Circunvalación podría terminar "empeorando el estado de situación actual" del tráfico que congestiona ese sector de la ciudad.

En Encuentro Marplatense leyeron la presentación del oficialismo como un intento por desprestigiar la propuesta que finalmente dio a conocer Raverta en los últimos días. "Lo hicieron apropósito. Hace dos años que venimos trabajando con la planificación de esa obra. Como no tienen nada para mostrar, sólo se quieren subir a lo que hace y gestiona Fernanda", cuestiona un dirigente de Unión por la Patria, que hasta dice tener "pruebas" fundadas para lanzar la acusación: jura que la ampliación de Newbery ya figuraba hace meses en la plataforma electoral que compartió la coalición opositora en su página web.

La puesta en valor de La Rambla tampoco permaneció ajena a la polémica. Esta semana, la Provincia anunció una licitación de $88 millones para la refacción de la vereda de la zona del Casino sobre Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos, que va de Moreno a Rivadavia. Esto sólo contempla una primera etapa de los trabajos, y luego, en futuras licitaciones, se deberá avanzar con las otras cuatro zonas en que se dividió todo el complejo turístico.

El pliego era esperado hace largos meses pero la novedad se recibió con mala cara en el municipio. Hubo sorpresa, principalmente, por el monto que se destinó para estas obras, teniendo en cuenta que el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano bonaerense tiene aprobado en el Presupuesto una partida de unos mil millones de pesos para restaurar la Rambla.

Marianela Romero, la presidenta del bloque de la UCR y segunda candidata a concejal en la lista de Montenegro, fue la voz encargada en verbalizar la fuerte disconformidad del oficialismo. “No solo venden la reparación de la vereda del Casino como una gran obra, la cual es un simple cambio de baldosas, sino que vuelven a obviar el trabajo que debe hacerse con el municipio”, dijo y profundizó: “Es una obra que ignora completamente el proyecto del municipio, enviado en 2022, para la puesta en valor del Casino, La Rambla y el Hotel Provincial”.

Sí, es evidente la falta de diálogo entre las principales fuerzas y ni siquiera nadie se esfuerza por maquillar las diferencias en público. En su exposición en el coloquio Peyre 2023, Jorge González dio otro buen ejemplo: contó que ya trabajó "en dos propuestas reales" para modificar la traza de Champagnat, con la intención de desviar el tránsito pesado que circula por la avenida, pero aseguró que ninguna de estas ideas figuran en la lista de prioridades de funcionarios nacionales o provinciales. "Son cosas prácticamente imposibles de ejecutar si no nos apoyan con recursos", lamentó.

"Seguimos teniendo intervenciones de áreas provinciales en lugares donde los marplatenses no opinan. No digo que esté mal, no estoy criticando la obra, pero una ciudad de esta escala debe tener voz y voto en las decisiones que la afectan", consideró el secretario del intendente, en otro tramo de la extensa crítica con la que se despachó el miércoles al mediodía.

La dura intervención del funcionario finalizó, al menos, con un tono aperturista. Ariel Ciano, director de Aerolíneas Argentinas, fue testigo de las últimas palabras de conciliación. El dirigente marplatense del Frente Renovador había expuesto unos minutos antes, en otro panel junto al empresario Martín Cabrales, donde reivindicó el concepto de "Estado inteligente" e insistió con el llamado que repite Sergio Massa en la campaña presidencial para que en los próximos 4 años haya un "gobierno de unidad nacional".

González le hizo un guiño al "Cholito" y se manifestó con esperanzas de que - alguna vez - se cumpla esa convocatoria. "Desde el municipio estamos abiertos a ese momento de encuentro porque sabemos que es lo que nos va a permitir seguir desarrollando la ciudad", garantizó, y pidió: "Tenemos el desafío de transformar algunas obras en políticas de Estado, como la Circunvalación, la rotonda de Champagnat, el dragado del puerto, o el refulado de las playas. Hay que ponernos de acuerdo para ir a buscar, entre todos, los recursos que hagan posible estas obras".

Aunque suene pesimista, hay que reconocer que ese desafío hoy parece demasiado grande para Mar del Plata. Es que si persiste esta lógica de "yo quiero hacer pero no me dejan" o "yo hago pero vos no" va a ser muy difícil avanzar en los debates que debe dar la dirigencia en su conjunto. En 2024 se cumplen 150 años de la fundación de la ciudad pero también se cumplen 20 años de los primeros esbozos del Plan Estratégico. Quizás, sea una buena excusa para que la política se junte, discuta, y trabaje en consensos realmente necesarios para empezar a solucionar los problemas de fondo.