La historia hídrica de Mar del Plata puede recorrerse en un paseo único

Se trata de 10 válvulas que formaron parte de la estación elevadora después de más de 45 años de funcionamiento que fueron puestas en valor y ahora se exhiben en el "Paseo de las válvulas de Osse".

25 de Diciembre de 2023 18:25

Por Redacción 0223

PARA 0223

"Adaptarse y evolucionar" es el lema que caracteriza a Obras Sanitarias Sociedad de Estado (Osse) desde que comenzó a funcionar hace más de 80 años con el objetivo de abastecer del recurso vital a la por entonces villa balnearia Mar del Plata.

Desde entonces y hasta la fecha, las instalaciones se han ido actualizando en función de los avances tecnológicos en materia hidráulica y las necesidades de la ciudad que año tras año registraba un importante crecimiento poblacional. Las válvulas que se utilizaron en las diferentes plantas de Ose se mantuvieron en resguardo y, tras un proceso de restauración, desde esta semana pueden visitarse en el denominado "Paseo de las válvulas".

El paseo está integrado por 10 artefactos "que honra la historia del saneamiento y refleja nuestra identidad, convirtiéndose en un símbolo del compromiso con la innovación y la calidad en la prestación del servicio", indicaron desde Osse.

Las válvulas datan de la década del 50, cuando Obras Sanitarias de la Nació planificaba construir en el predio ubicado en la calle Tucumán entre Almafuerte y Laprida una gran cisterna. 

Más tarde, en la década del 70 se construye la Estación de Rebombeo Provisoria, la que luego es ampliada por Osse a mediados de los 80. El 2020 tras la inauguración del Centro de Abastecimiento “Ing. Cosme Evans” las válvulas de la estación elevadora son retiradas después de más de 45 años de funcionamiento. El recambio de estas bombas se suma al concluido Plan Pérdida Cero para formar parte del Paseo de las Válvulas.

La decena de artefactos expuestos cumplieron funciones uno en la Torre Tanque; tres en Tucumán y Almafuerte; dos en Plaza Mitre y las restantes estaban dispersas en Martí y El Cano; Tucumán y Alvarado, Juramento y 12 de Octubre y Tucumán y Alberti. Ahora pueden visitarse e los jardines de la Torre Tanque

Torre Tanque, un emblema de la ciudad que dio respuesta a un problema estético

A principios de 1900 Mar del Plata se consolidaba como la ciudad turística preferida de la elite porteña. En vistas del crecimiento poblacional, para satisfacer las necesidades del incipiente poblado, Miguel Lanús introdujo una serie de molinos de agua y, para completar la demanda, se construyó en 1911 en la esquina de las actuales calles Mendoza y Falucho un tanque y depósito de agua para la ciudad  de dos mil litros de agua que abastecía del vital suministro a catorce manzanas a la redonda.

Pero el tanque no combinaba con la estética que la elite imprimía sobre las villas de veraneo. Entonces con la intención de optimizar la reserva, impulsión y distribución de agua a un sector de Mar del Plata, Obras Sanitarias de la Nación convocó a un concurso de anteproyectos para la construcción de la "Torre de Administración de Aguas", en la manzana comprendida por las calles Paunero, Falucho, Mendoza y Brown, uno de los puntos más altos de la ciudad.

El proyecto ganador fue el del arquitecto Cornelio Lange que se distinguía sobre las otras cinco maquetas que se presentaron por su singular estilo medieval, como destaque de la corriente Tudor pintoresquista adaptada que se mimetizaba con las construcciones de la época y cumplía con el requisito de “no alterar la armonía arquitectónica de la ciudad”. 

La construcción comenzó el 1 de septiembre de 1939 y ocupó a un total de 400 obreros que, para dar comienzo a la obra de emplazamiento de la cisterna que alojaría 500 mil litros de agua a seis metros de profundidad, debieron dinamitar media manzana para extraer 5.753 metros cúbicos de piedra y 7.363 de tierra. Esto se debió a que, por las características del terreno y las dimensiones de la obra, no era posible excavar de manera tradicional. “Sin saberlo los obreros aplicaron el concepto actual de sustentabilidad porque la piedra dinamitada del manto rocoso característico de esta zona, es la que después utilizaron para revestir la torre”, dicen las guías de la Torre Tanque a 0223.

La torre propiamente dicha tiene 40,75 metros de altura, es un prisma de planta cuadrada con vértices chanfleados a la que se adosan volúmenes ornamentales, rematada en una cubierta del “tipo manzarda”. Cuenta además con una escalera caracol de 194 escalones que permiten el acceso al mirador. La construcción tiene un contrapunto horizontal constituido por el área de accesos, oficinas y vivienda del encargado, realizado con cubiertas inclinadas con agudos mojinetes que completan el sesgo nórdico Tudor del conjunto de la obra.