Cangapol, el cacique que expulsó a los jesuitas y dio nombre a una laguna

Gobernó los territorios del sur del Río Salado y formó el malón más grande de la zona. Fue bautizado por los españoles como Nicolás, “el bravo” por su valentía y crueldad. Hay quienes aseguran que en su honor una de las lagunas más grandes de la zona lleva su "apodo".

19 de Febrero de 2023 17:05

Por Redacción 0223

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Los orígenes de Mar del Plata están rodeados de personajes que el paso del tiempo y la resignificación histórica convirtieron en leyendas. Tal es el caso del Cacique Cangapol, un tehuelche nacido hacia 1670 que gobernó el sur del Río Salado y tras formar el malón más grande de la actual provincia de Buenos Aires expulsó a los jesuitas que habían llegado a la zona del “Vulcán”, comprendida por la extensión de tierras entre las actuales Laguna de los Padres y Laguna La Brava, para evangelizar a los nativos.

Cuenta la historia que Cangapol nació en el área de Huilin -actual Río Negro- y era el hijo de Cacapol o Juan Bravo, el gran jefe de una tribu nómada tehuelche que se movía por el área del río Negro hasta la sierra del Volcán (Balcarce) y fue el responsable en 1751 de expulsar a los jesuitas de la Laguna de los Padres y destruir los asentamientos que los sacerdotes habían construido.

Por su valentía y crueldad, el jefe tehuelche fue bautizado por los jesuitas como Nicolás, “el bravo". De acuerdo al retrato realizado por Tomás Falkner, el hombre medía aproximadamente dos metros de altura. “He tratado de dibujar su retrato por lo que me acuerdo de él. Debió de medir unos siete pies y pulgadas... Lo traté mucho e íntimamente e hice algunos viajes con él”, escribió el sacerdote en su diario de viaje al tiempo que destacó que Cangapol “era alto y bien proporcionado”.

La fama que se había ganado el líder indígena no era en vano. Como delegado militar del anciano Cacapol, Cangapol se dedicó a dirigir campañas fortaleciendo sus victorias con la exhibición de montículos de cabezas de sus enemigos ejecutados generando así la inhibición de disidentes dentro de su comunidad y evitando así cualquier rebelión.

Para sobrevivir, los indígenas comenzaron a saquear estancias de españoles que se asentaban en la zona, dando inicio a los malones que marcarían la relación entre indígenas y blancos durante casi dos siglos. Solo entre 1735 y 1740, Cangapol lideró ataques en los pueblos de Arrecifes, Luján, Magdalena y La Matanza dejando un total, según los registros oficiales, de 800 españoles y criollos muertos.

Ante el caos imperante, las tribus vecinas se refugiaban en los templos y los misioneros agasajaban al cacique Bravo que, si bien se mostraba contento y satisfecho, no tenía en sus planes permitir durante mucho más tiempo la permanencia de los Jesuitas en sus tierras ya que estos, al recepcionar tribus en las reducciones le quitaban súbditos para la guerra. Entonces, el cacique decidió aceptar un acuerdo de paz con los españoles que designaron a Cangapol como defensor de la frontera sur.

El historiador Pablo Zubiaurre sostiene que la primera mención a la laguna, que data de 1746, en el texto del Padre Tomás Falkner, quien la menciona en su mapa como Lago Bravo, "probablemente haciendo referencia al lago en el cual tendría asentamientos temporarios el cacique Cangapol (cacique bravo)", dice

El 13 de noviembre de 1746, con la anuencia de Cangapol, los jesuitas Cardiel y Falkner, junto con Strobel, Gerónimo Rejón y Manuel Querini fundaron la segunda de sus misiones en la Pampa, la Reducción de "Nuestra Señora del Pilar de Puelches" a orillas de la Laguna Las Cabrillas, hoy llamada de los Padres,

En 1750 Cangapol puso fin al acuerdo de paz y atacó las reducciones jesuitas fundadas en territorio de los pampas, para lo cual convocó a sus caciques subalternos. En agosto de ese año se dirigió hacia Nuestra Señora del Pilar. Debido a ello, los misioneros pidieron ayuda al gobernador, pero finalmente, los jesuitas decidieron abandonar la misión del Pilar el 1º de septiembre del año siguiente.

Si bien no hay datos precisos de su muerte, los registros de la época indican que el líder indígena falleció en 1757.