Patricio Rago y su amor por los libros usados

Patricio Rago es librero de libros usados. En 2019 volcó sus experiencias en un libro que pronto será serie. Habla del amor que interviene en la profesión elegida y de todo lo que implica acceder a un libro ya leído por otro.

Patricio Rago dice “militar el vínculo afectivo con la propia biblioteca”.

26 de Febrero de 2023 09:41

Ejemplares únicos (bajolaluna - 2019.) es un libro que viene de la mano de la historia de una librería. Ambos fueron haciéndose a la par. Patricio Rago, su autor, es librero y aclara de entrada: “Para hablar del libro debería hablar de la librería Aristipo también, que es una librería de libros usados en Villa Crespo”. Y agrega, “En ella, en el quehacer del trabajo, me he cruzado con personas que vienen y que me cuentan historias. Es un lugar muy de confesión la librería, gente que quizás no me conoce y me cuenta cosas tremendas y, además, a mí me gusta escuchar a la gente. Me parece que hay mucha gente que va por la vida y no los escucha nadie, y si te ponés a escuchar con atención se genera algo lindo porque tienen un montón de cosas interesantes para decir”.

Entonces, a partir de esas visitas, más la experiencia de ir a comprar bibliotecas (momento especial si lo hay) y otras experiencias de colegas, fue surgiendo Ejemplares únicos. Pequeñas historias que Patricio Rago contaba primero a su esposa y ella las calificaba como extraordinarias, y luego fueron publicándose en Facebook con una gran respuesta de los lectores. “Para mí eran como aguafuertes, como sensaciones, cosas que yo percibía y que luego empezaron a ganar complejidad en trabajo. Yo pensaba en una novela, pero de pronto los relatos y las crónicas empezaron a ganar peso y espacio. Los trabajé con un amigo y con todo ese material se le fue dando forma al libro. Bajolaluna había leído algunas en Facebook y me lo pidieron para una posible publicación, se lo mandé, se coparon y en 2019 se publicó”, dice el autor.

-¿Cómo fue el proceso de selección?

- ¡Uf! Fue un lindo momento. Recorté y luego imprimí las seleccionadas. Las desparramé sobre el piso del living y comencé a dividirlas en tres: las que transcurren en la librería, las que ocurren fuera de ella y anécdotas de algunos libreros y otros. Después empecé a intercalar y de cada sección busqué las tres mejores, una puse primero, otra en el medio y la última al final. Después fui metiendo el resto y acomodando, pero había algunas que eran mis favoritas y yo sabía que esas iban a cerrar algo.

Las librerías de usados se nutren de aquellas bibliotecas que se venden en forma particular. Ese momento donde el librero va a revisar y comprar o no dichas bibliotecas suele ser muy particular. Te llaman, llegás a la casa de alguien desconocido, muchas veces está emocionalmente alterado o alterada porque quizás falleció alguien cercano y esos libros se lo recuerdan, entonces se transforma en un momento de mucha intimidad. Rago lo describe: “Es un momento de mucha intimidad que yo paso con desconocidos, en el que hay que ir como medio sensible a ver cómo está la atmósfera, los ánimos, cómo se siente. Pero además hay que darle cierta tranquilidad de que los libros quedan en buenas manos y que me los llevo para encontrarles lectores”.

Ejemplares únicos es un libro que viene de la mano de la historia de una librería.

-¿Cuánto de intimidad se siente al salir a comprar una biblioteca ajena? ¿Se desprenden fácil de ellas?

- Hay de todo. En realidad, los más lectores, los que somos amantes y devoradores de libros, generalmente tenemos un vínculo con nuestra biblioteca muy fuerte. Biblioteca que no vendemos por nada del mundo. Después están los que leen y dejan que circule porque les ocupa espacio en la casa. Los que aman los libros generan un vínculo más fuerte con ella. Las bibliotecas nos sobreviven, a menos que nosotros pidamos que nos entierren con los libros, cosa que sería algo más difícil de realizar. Los libros nos van a sobrevivir. Nuestros subrayados, nuestras notas, esos libros van a tener otros lectores. Entonces, creo que eso es algo que tenemos que aceptar: nuestra vida es finita y la del libro también. Un poquito más larga, pero finita y está bueno que sea así. Yo me vínculo con el subrayado de otros lectores que ni conozco y digo: “Guau, está subrayando lo mismo que yo hubiese subrayado” y en otros casos, “¿Qué subrayó acá, qué quiso poner?”.  Pero el espacio es poco y cada tanto tengo que limpiar un poco la biblioteca y me desprendo de algunos, pero sé que, quizás, es para darles una nueva vida a esos libros-

Patricio Rago dice “militar el vínculo afectivo con la propia biblioteca”. Le gusta pararse frente a ella e ir recordando historias y momentos vividos detrás de cada libro. Aquella gente que se los regaló y en qué circunstancias. “Yo diría que si no tienen que desprenderse de la biblioteca, no lo hagan. Total alguno lo hará por ustedes más adelante” sostiene.

-Debe ser difícil, pero tratá de describirme las sensaciones que surgen cuando ves en una biblioteca por comprar un libro difícil o uno de esos que son más que valiosos…

- Es tremendo. Se te activan un montón de cosas en el cuerpo. Primero, el miedo. Porque es algo importante para perder. Entonces, ahí tenés el miedo de no comprar esa biblioteca y lo perdés, y en la cabeza, todo el tiempo, te decís: “No puede ser, no puede ser”. Eso ya te altera y, además, hay un deseo, por supuesto. Después empezás a pensar estratégicamente: sacar cuentas, cuánto puede valer, cuánto es lo que uno lo quiere, cómo causar una buena impresión. Generalmente se termina comprando. Siempre son más las compras exitosas que las fallidas, sobre todo si la operación les cierra a los dos, pero es una sensación única.

-Y después viene otro momento complejo, decidir si lo vendo o me lo quedo…

- Otro tema, porque hay tanto para elegir. Yo generalmente cuando vengo de la compra y saco las bolsas y empiezo a separar por temas y categorías, voy dejando aparte los que me voy a quedar. Pienso en autores que me gustan, en ediciones raras que no aparecen más, pero tengo ya tres bibliotecas en casa y no queda espacio y tengo que controlarme un poco. Pero después me pasa que me agarran ganas de leer ese libro que no tengo y me digo: “Por qué no me lo quedé si lo tuve”.

Patricio Rago es escritor, pero sobre todo librero de libros usados. También fuen quien pensó y llevó adelante la primera FLU, Fiesta del libro usado, en Buenos Aires. Ahí estuvieron más de veinte de las mejores librerías de usados exponiendo sus libros en Plataforma Nave, junto a talleres de escritura y lecturas, con música en vivo y dándole forma de comunidad a un sector que siempre fue bastante distante. “A mí me parece que hay que revitalizar el tema del libro usado. Es una opción económica y con un montón de encanto para la experiencia de la formación de un lector. Yo trato de meter en todos lados que puedo algo sobre el libro usado y sobre la experiencia que propone, su valor afectivo, todo lo que tiene a su alrededor” dice.

-¿Cómo es el perfil de librero al que aspirás?

- Yo tuve un maestro, un modelo a seguir, que fue Hugo. Un puestero de Parque Centenario que nos formó como lectores a muchos. Y esos muchos hoy lo recordamos con gran cariño. Muchos nos conocimos ahí. Él era un gran recomendador de libros. Ahí se charlaba, había como un intercambio, el tipo te formaba, te iba recomendando por donde seguir tus lecturas. Ese fue Hugo y siempre fue mi modelo a seguir. Una manera de vivir el oficio de librero como formador de lectores y como editor de las cosas que valen la pena, generadoras de pensamiento crítico. Él fue mi ejemplo y sigue siéndolo. Creo que la experiencia en una librería tiene que ser copada, una fiesta, como lo es cuando leés un buen libro y la vida te mejora. Hay que decirlo así: ‘Es una actividad con amor’.

Pero la aventura de Ejemplares únicos no termina en su publicación. Se está trabajando y desarrollando un guion para convertirlo en una serie. Dos guionistas están ahora en ese trabajo, inspirados en el libro. No será literal de los relatos de Ejemplares únicos, sino que, tomando algunas de las historias que lo forman, van a mostrar el mundo cotidiano de la librería. Rago se entusiasma contando algo de lo que vendrá: “Ya estaba pensada la primera temporada con un final que no sabés lo que es.  Súper emotivo, de una manera tremenda y, bueno, la idea es hacer una serie para todo el mundo, no para un grupo reducido de híper-lectores. Que sea algo ágil, atractivo e interesante. Estamos en eso”.

Una de las aguafuertes de Ejemplares únicos se titula El librero de la triste figura. En el final se mencionan aquellos sueños tan perfectos que no tienen lugar en este mundo y que solo son posibles en la cabeza de los locos y los solitarios. Mucho de lo que hoy va concretándose para Patricio Rago, aquel que empezó vendiendo libros por internet y hoy tiene su librería, tiene su libro, su próxima serie y ya está pensando en la FLU 2, surgió de esa forma. Solo tuvo que esperar.