“Dibu” visitó un merendero después de la Copa América y ahora quieren que repita siendo campeón del mundo

El roperito y merendero "Valeria", ubicado en José Martí 3471, todos los días entrega desde viandas hasta cursos de formación para adultos. Ilusionados por la presencia del arquero de la Selección, de vacaciones en Mar del Plata, se ilusionan con que repita su visita.

Las calles de Nuevo Golf llenas de barro: la gente del merendero asegura que los chicos llegan con los pies empapados. Foto: 0223.

29 de Junio de 2023 11:40

Hace un año Emiliano “Dibu” Martínez, el arquero de la Selección Argentina visitó el merendero y roperito “Valeria” de Nuevo Golf luego de la conquista de la Copa América. Hoy, mientras el campeón del mundo disfruta de sus vacaciones rodeado de su familiares en Mar del Plata, un grupo de personas se ilusionan con que el héroe de Qatar repita el gran gesto y se dé una vuelta por el barrio.

“Cuando vino el año pasado, fue una gran sorpresa para los chicos y los grandes y a medida que se iba conociendo en el barrio que estaba el “Dibu en el comedor, venía más gente y se desmadró un poco, pero todo resultó muy lindo. Y además del recuerdo hermoso, después nos trajo cuatro mesas y ocho bancos. Y nos dejó la firma en la pared, que es un recuerdo para toda la vida”, contó a 0223, María Beheran Baigorria, encargada del comedor “Valeria”.

A través de este medio digital, la mujer le pidió al arquero del Aston Villa, "a que se dé una vuelta, porque el año pasado vino después ganar la Copa América y no habíamos sido campeones del mundo todavía. Imaginate si viene ahora”, dijo con emoción y agregó: “Es lindo que los chicos conozcan que un pibe común de acá del barrio llegó tan lejos y que las pasó también. Tranquilamente puede ser uno que está acá dentro del comedor”, dijo.

Una historia de solidaridad que nació con el dolor

María todos los días junto a un grupo de mamás del barrio, atiende a unos 130 chicos, que se acercan al merendero y roperito, en busca de una vianda, una ropa y también para aprender, porque brindan clases para adultos. 

La historia del merendero nació en medio del inmenso dolor que significa la pérdida de una hija y de la solidaridad, en medio de la brutal crisis social y económica del 2001. Cuando a María le preguntan cómo hace para -con tan poco- ayudar a tanta gente, ella valora la ayuda “de todo el mundo” y pone por encima de todo las ganas de ayudar. “Amor, simplemente esa es la palabra. Valeria -el nombre del comedor- es el nombre de mi hija que está fallecida hace 32 años y bueno empecé haciendo en honor a ella y acá estamos. Siempre para adelante, junto a un grupo de mujeres que son mamás del barrio que están acompañándome, codo a codo. Todos los días. No hay domingo acá: el chico viene, y algunos días de lluvia pensamos que no va a venir nadie y al final viene más gente todavía”, valoró.

La mujer destaca que lo que siempre se les hace cuesta arriba es conseguir verdura y carne, ya que advierte, “se necesitan 20 kilos de carne para cocinarle a 130 chicos y se nos hace difícil a diario”, razonó.

Por último, habló de otra de las necesidades que tienen los vecinos de Nuevo Golf y es el estado de sus calles. “Con el barrio vamos para atrás. Hay inseguridad, la falta de luces y el estado de las calles, que son barriales. Es difícil llegar acá sino tenés una camioneta. A veces la gente trae cosas y como no puede llegar, la vamos a buscar caminando. Entonces por ahí las personas tiene ganas de colaborar, vienen, ve el estado de las calles y se embarran todos. Y como que se le van yendo las ganas de volver a ayudar”.