La Iglesia rechaza bajar la edad de inimputabilidad: "Hay que dejar de buscar el aplauso fácil"

En la apertura de la Semana Social que se celebra en Mar del Plata, la Conferencia Episcopal Argentina hizo un fuerte pronunciamiento contra las voces que buscan endurecer las penas contra los menores. "La tentación de la violencia se adueña de nuestro corazón", advirtió Oscar Ojea.  

Ojea abogó por mayor diálogo y por recuperar el valor de la "patria" como identidad nacional. Foto: Marcelo Núñez para 0223.

30 de Junio de 2023 17:27

Por Redacción 0223

PARA 0223

La Conferencia Episcopal de Pastoral Social (Cepas) se pronunció este viernes en contra de bajar la edad de imputabilidad a 14 años y reclamó una "presencia concreta" para contener a los menores que se encuentran en conflicto con la ley penal, en el marco de la apertura de la Semana Social que se celebra hasta el domingo en Mar del Plata.

Oscar Ojea, el presidente de la Cepas, lamentó la incapacidad de Argentina por "lograr la paz social" y advirtió que "la tentación de la violencia, como lo hemos visto en el último tiempo, se va adueñando de nuestro corazón y de nuestras palabras". "Es muy claro que la violencia comienza en el corazón de los seres humanos, se refleja en las palabras y luego pasa a la acción", aseveró.

Al hacer esta lectura de la realidad, el referente religioso reconoció que hoy "los delitos por consumo de droga a mano armada hace nque nuestras cárceles estén pobladas por jóvenes adolescentes". "Esta violencia ciega, que muchas veces tiene que ver con el mismo consumo de drogas, requiere de una atención sumamente particular de todos y se ha dado porque hemos estado ausentes, porque nos ha faltado una presencia concreta en un medio y un ambiente social concreto", acusó.

En la apertura de la Semana Social también estuvo presente el intendente Montenegro, la vicegobernadora Verónica Magario, el ministro "Wado" De Pedro y el obispo Gabriel Mestre. Foto: Marcelo Nuñez para 0223.

"Esto no se arregla con bajar la edad de inimputabilidad", apuntó Ojea, y despertó aplausos dentro del Hotel 13 de Julio, y continuó: "Esto no se arregla solo con ponerse en frente sino con un compromiso muy serio, poniendo de relieve y dando lugar y buscando las causas y trabajando de modo interdisciplinar para resolverlas. Esa es nuestra responsabilidad como dirigentes. Hay que tener un cuidado extremo por lo que nuestra palabra puede provocar ya que no puede estar dirigida a la búsqueda del aplauso fácil a aquellos que coinciden conmigo sino en el auténtico servicio al bien común".

En Mar del Plata, el debate por la baja de la edad de inimputabilidad se reinstaló a mediados del año pasado, a partir del crimen de Martín Mora Negretti en la zona de la Vieja Terminal. En aquella oportunidad, hasta el intendente Guillermo Montenegro se pronunció a favor de aggionar la legislación vigente: "Hay que generar toda una discusión, no solo con la edad de imputabilidad sino con el régimen penal juvenil. Eso son los temas que le duelen a la gente y a mí. Estos son los temas que nos tenemos que ocupar la dirigencia política, dejarnos de discutir cosas que a la gente no le afecta y ocuparnos. Hay que darnos una discusión muy fuerte en relación a los menores y no nos podemos hacer los distraídos".

"No hay escucha sin esperanza"

En el discurso de apertura de este viernes por la tarde, el referente del Episcopado repasó algunas de las "enormes deudas" del país y consideró que aún hace falta "recorrer un largo camino para encontrar una identidad propia como pueblo". "No hemos aprendido en estos años a escucharnos. Nosotros estamos acostumbrados a escuchar lo que queremos oír, solo lo que confirma nuestros pensamientos y nuestras emociones, y eso pasa cuando escuchamos algunos medios y no otros, lo que nos detiene en un pensamiento emocional. No hay escucha sin esperanza, sin aguardar algo del otro a quien escucho y este paso es fundamental para poder dialogar porque sin escucha no hay diálogo posible", expresó.

Ojea también reivindicó el concepto de "patria": "Hoy nos cuesta hablar de patria, preferimos hablar de país o nación, pero país se refiere al lugar geográfico que habitamos y nación al consenso legal de los ciudadanos que pactan una constitución, una ley. La patria, en cambio, es la madre, es la raíz. Si se pierde y mutila la patria, nos quedamos huérfanos. Huérfanos de patria, de raíz. Nuestra vida como pueblo carece de sentido y de proyecto, está desdibujada y sin raíces. Esto es no pertenecer, no tener identidad".

"La primera tarea que debemos empeñarnos es recuperar la pertenencia a la patria. Hay que recuperar sentido y construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera. Hay que valorar el ejemplo de tantas hermanas y hermanos argentinos que en tantas situaciones dolorosas, como la pandemia, se pusieron la patria al hombro y nos dieron una lección de solidaridad y de capacidad de servicio. Sin embargo, este tipo de riqueza, de humanidad, de pueblo nuestro, se ha vuelto invisible a nuestra mirada", señaló.

El hombre de la Conferencia Episcopal Argentina reconoció, en otro tramo de su intervención, que "el espíritu de no hacerse cargo de nada y de nadie ha dejado una marca profunda entre nosotros, acentuando un individualismo salvaje que desalienta y quita las motivaciones profundas para la construcción de un sentido común para sentirnos parte de una comunidad".