La rotura de la alarma y análisis de las cámaras: así sigue la investigación por el crimen del barrio San José

El ingreso del o los autores del homicidio de Elizabeth Othondo habría sido el viernes a la noche. Arrancaron el tablero de la alarma que estaba en el interior del inmueble.

La vivienda no tenía los accesos forzados.

5 de Junio de 2023 14:09

Por Redacción 0223

PARA 0223

A 36 horas del hallazgo del cuerpo sin vida de Elizabeth Othondo en su casa del barrio San José, los investigadores accedieron a los archivos de las cámaras particulares de la zona y analizan las imágenes con foco en las últimas horas del viernes que sería el momento del ingreso del o los asesinos de la mujer de 81 años.

Rejas sin forzar y huellas en el árbol del frente.

De acuerdo a los datos a los que tuvo acceso 0223, miembros del gabinete de Homicidios de la DDI analiza las filmaciones de acuerdo a las directivas que dio el mismo sábado por la noche el fiscal Leandro Arévalo. “Si se tiene en cuenta que la cámara municipal más cercana está a doscientos metros de la casa, el aporte de las particulares es fundamental y al menos una de ella tomaría parte del frente del inmueble”, confirmaron las fuentes consultadas.

Uno de los datos que llamó la atención de los investigadores durante la primera recorrida por la casa ubicada en Rodríguez Peña entre Mitre y San Luis es que el tablero de la alarma había sido arrancado para inutilizarlo. “Es posible que desconocieran su existencia y lo advirtieron mientras revolvían los ambientes”, agregaron.

Con la confirmación que ninguno de los accesos –reja y puerta del frente, garage y puerta del fondo- había sido forzado, es fundamental establecer el lugar por el que ingresaron. Si bien una de las chances es que hayan aprovechado un descuido mientras salía o volvía de la calle, no se descarta aún que estuvieran en la parte posterior de la casa.

 

 

Una de las ramas del árbol ubicado en el frente de la casa llega al techo de la misma y el tronco registra daños compatibles con pisadas de reciente data, por lo que la chance de que hayan ganado la parte posterior y ahí aguardado la salida, una modalidad conocida como “dormilona”, aún no está descartada.

Tal como adelantó este medio, el informe preliminar de autopsia que recibió el fiscal Arévalo confirmó que Othondo sufrió varios politraumatismos varios, todos en la cabeza que fueron dados con un objeto contundente. A la espera del informe pericial final, los bomberos ya adelantaron el mismo sábado que las señales de ahumamiento de la habitación correspondían a un intento de incendio intencional.

El crimen de Othondo se registró veintisiete días después del último homicidio que registraba la ciudad y tiene varios puntos en común. Al igual que en el crimen de María Angélica Rossi (74) en su casa del Bosque de Peralta Ramos, no se constataron los accesos forzados y el o los autores intentaron incendiar el inmueble antes de escapar.

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