Filmada a una cámara y de 6 capítulos: la novela marplatense que se convirtió en una pieza de culto

“Entre la miel del campo y la sal del mar” fue la primera novela que se grabó íntegramente en Mar del Plata con actores locales. Si bien la levantaron del aire a una semana del estreno, quedó en la memoria de los marplatenses que la transformaron en un ícono de la TV.

16 de Julio de 2023 14:04

Históricamente el under marplatense miró con recelo el mundo televisivo y prefirió desarrollarse en espacios como el teatro, la música y la literatura. Hasta 1996, cuando un grupo de actores que venían del mundo del teatro y la dramaturgia decidió embarcarse en un proyecto a todas luces transgresor: realizar una telenovela con actores locales que narrara -en medio del furor de Ricardo Arjona con su “Señora de las cuatro décadas”-  un triángulo amoroso entre un joven veinteañero con una mujer de cuarenta años y una joven de 20.

La apuesta era arriesgada: contar una historia en 44 capítulos que se filmarían con una sola cámara y actores que hacían doble papel para cubrir todos los personajes que requería el guion. Podía ser un éxito o terminar con la carrera de los actores. Después de meses de trabajo y una colecta por parte del elenco para financiar los minutos de aire, el primer capítulo se emitió en un canal de cable de la ciudad.

“Entre la miel del campo y la sal del mar” fue el nombre de la primera telenovela marplatense protagonizada por Norma Balbo y Lorenzo Abascal que narraba las desventuras amorosas de Gerard (Abascal), que, a pesar de la desaprobación de Adalberto, su padre adoptivo (Dionisio Trassens), mantenía una relación clandestina con Tamara (Balbo), una mujer de cuarenta años, que a su vez no le había confesado que estaba casada.

Cuando el joven toma conocimiento del desengaño de su amada decide exiliarse de Mar del Plata al campo para poner en orden su corazón y su cabeza. Ahí decide comenzar un retiro espiritual. Pero, al estar en busca de la paz anhelada, se encuentra con Merceditas (Valeria D'Andrea), una adolescente campesina que se enamora del apuesto joven.

A partir de este momento Gerard se debate entre ambas mujeres: Mercedes representa la miel del campo por su dulzura y Tamara, la sal del mar, por su carácter corrosivo.

El reparto se completaba con el médico Matías (Walter Smiraglia) contrafigura de Gerard y pretendiente de Merceditas; el amigo abogado de Tamara, la tía de Mercedes (María Luisa Botta, que además interpretaba a la secretaria de Gerard, en la empresa de su padre) y la madre de Mercedes (Balbo caracterizada).

La utilización de los recursos teatrales y radiofónicos por la que optó la dirección de la novela junto con el escaso presupuesto para la ambiciosa apuesta convirtió al producto en una pieza de culto que trascendió la Costa Atlántica, aunque solo alcanzó las seis emisiones. 

En 2010, “Entre la miel del campo y la sal del mar” dio el paso que le faltaba para convertirse en una pieza llamativa para quienes pasan horas navegando en la red. El programa “El resumen de los medios” (RSM) que por entonces se emitía en América inauguró la sección “Me colgué del cable” y puso en la pantalla chica la novela editada con efectos de sonido hilarantes generando una gran aceptación del público que esperaba ansioso la sección para ver los capítulos que habían sido rescatados por la productora GP Media.

“Éramos seis inconscientes. Fue un proyecto de delirantes que claramente no éramos conscientes de lo que hacíamos. Nos costó mucho tiempo, trabajo y ganas”, declaró años después Lorenzo Abascal consultado sobre la experiencia.

Según detalló el actor y modelo publicitario, la producción era autogestionada y finalizó abruptamente porque el canal de cable que emitía la novela de forma semanal decidió, ante la repercusión del producto, aumentar el precio del aire. “Todos veníamos de la escuela del teatro y la intención fue hacerlo desde la concepción de las ganas, del respeto… Como nos iba bien, nos aumentaron el valor del aire y realmente se complicaba; no teníamos mucha plata”, sintetiza

Lo hicimos concienzudamente, pero salió bizarro. Realmente éramos unos avanzados y no nos dábamos cuenta”, explicaba el actor al tiempo que daba detalles técnica: toda la novela se filmó con una sola cámara, por lo que las escenas que requerían varios planos debían filmarse en varias veces y la edición se volvía algo tediosa.

Pese a esos inconvenientes, para Abascal, el éxito de la producción por ese entonces, “se medía en la calle”. “Lo que padecí caminar por Mar del Plata y las cosas que me decían y me gritaban...”, reveló en diálogo con Humberto Tortonese, quien también reconoció: “Éramos todos muy malos actores y feos”.

La popularización de la serie novela no fue recibida por todos los integrantes de la producción por igual: mientras Abascal no tenía problemas en sacarse fotos y dar entrevistas a quien lo requería, Balbo autora, directora y protagonista de la serie decidió iniciar acciones legales contra GP Media, mediante la Sociedad General de Autores por presunto plagio y violación a la Ley de Propiedad Intelectual.

El pedido tuvo respuesta recién dos años después, cuando la emisión del ciclo había finalizado y los seis capítulos habían sido retransmitidos por RSM. La Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal el 6 de mayo de 2012 resolvió desestimar el caso al concluir que “no hubo violación de la propiedad intelectual porque no se trató de la utilización de una parte sustancial de la novela".

Los camaristas Mauro Divito y Juan Esteban Cicciaro agregaron que el contenido crítico y humorístico del ciclo RSM se estructura "a partir del compendio de diversos fragmentos" de programas ya emitidos.