"Papá, me muero": a 35 años del crimen de Adriana Guerrero, una tragedia que se hizo bandera y unió a dos hinchadas rivales
La chica, que había cumplido 15 años, fue a la cancha de Kimberley a ver a su amado Aldosivi y recibió un impacto mortal cuando un efectivo policial alcoholizado disparó hacia la tribuna. El recuerdo de los testigos de una tarde trágica y el homenaje que unió a los hinchas del Tiburón y Alvarado.
El 2 de septiembre de 1990 es una fecha tristemente recordada por el fútbol marplatense. Ese día, la joven Adriana Guerrero fue asesinada por un policía en medio de incidentes con la hinchada de Aldosivi al término de un partido entre Kimberley y el Tiburón en el estadio José Alberto Valle, reducto del Dragón Verde. Adriana había cumplido hacía poco los 15 años. Es la única muerte en la cancha en la historia de la Liga Marplatense de Fútbol. A 35 años del fatídico suceso, 0223 habló con algunos de los protagonistas para reconstruir un crimen insólito que truncó la vida de una adolescente.
En aquellos años, Kimberley (campeón en 1991) y Aldosivi (campeón en 1989) animaban los torneos de la liga local junto a Alvarado (campeón en 1990); y cada enfrentamiento de estos tres equipos generaba gran expectativa. Ese día, Kimberley recibía a Aldosivi en la cancha de Polonia y Vertiz por el octogonal final del torneo de 1990 y, en la previa, se trataba de un verdadero partidazo.
Marcelo Peralta es el actual utilero del Club Atlético Unión, pero es hincha de Aldosivi de toda la vida y en esa época era parte de la barra del Puerto, una de las facciones que integraban la hinchada del Tiburón que manejaba el “Viejo Tito”, yerno del entonces líder de la barra de Boca Juniors, José Barrita, el “Abuelo”. La otra facción de la barra estaba integrada por la gente del barrio Pueyrredon, que era comandada por “Pomelo” Guerrero, el padre de Adriana.
“Yo estaba en la hinchada en esa época, estaban los del Puerto, que éramos nosotros, y Pomelo, el papá de Adriana, que traía a toda la gente del barrio Pueyrredon, que eran como quinientas personas, él hizo esa barriada toda hincha de Aldosivi. Nosotros los esperábamos afuera para darles las entradas. La primera que venía adelante con los bombos era Adrianita y Pomelo, el padre, y después entramos al partido normal, como siempre”, recordó Marcelo sobre aquella tarde.
Un final polémico y una balacera irracional
“Kimberley iba ganando tres a cero, nos estaba dando un peludo bárbaro, hasta que Aldosivi levantó y se puso tres a dos, a tiro del empate. El árbitro era Jorge Mustafá, no me olvido más, porque lo bombeó a Aldosivi, la tenía con Aldosivi siempre... entonces no le da un penal sobre la hora, un penalazo, que era el empate”, señaló.
Ese penal no cobrado fue el punto de inflexión de la tarde, los ánimos se caldearon y “empezó la gente de Aldosivi a mover el alambrado”, relató Peralta. Dentro del campo de juego estaba el suboficial de la policía Vicente Arreyes, quien luego de arrojar granadas de gas lacrimógeno, desenfundó su arma y disparó tres tiros hacia la parcialidad de Aldosivi que arrojaba piedras contra el colegiado. Al poco tiempo se comprobó que el policía que mató a Adriana esa tarde estaba alcoholizado.
Los testigos que identificaron al policía aseguraron que el tercer balazo impactó a la joven Guerrero. “Yo estaba juntando las banderas por orden del Viejo Tito porque se pudría, ya había terminado el partido y se armó la trifulca. En ese momento, Adriana estaba cerca mío, ahí nomás la tenía. Escucho los disparos y la veo que Adriana se va para el costado y los ojos blancos, no me olvido”, señaló.
“Estábamos en la tribuna que da a calle Vertiz, y la veo cuando va cayendo, la trato de manotear, la agarra Julio, que es el tío, hermano de Pomelo, y dice ‘le pegaron un tiro, le pegaron un tiro’. La gente empezó a entrar a la cancha a pegarle al policía, incluso los jugadores de Aldosivi le pegaron también”, mencionó Marcelo.
Adriana yacía en el piso ensangrentada, el tiro, según Marcelo, impactó en el pecho de la joven y rápidamente “Pomelo la subió a un taxi y la llevaron al Reginal con Julio, pero cuando la nena llega al hospital ya estaba muerta. Lo último que dijo fue ‘papá, me muero’”, indicó.
Un homenaje emotivo y popular
El siguiente partido de Aldosivi fue, nada más y nada menos que contra Alvarado en el Estadio San Martín, pero lo sucedido escapa a cualquier análisis o suposición de lo que pudiera pasar en la actualidad. Según señaló Marcelo, “se solidarizó la gente de Alvarado, porque antes había una amistad, que nadie se acuerda, pero yo sí, porque lo viví de pibe”, porque en esa época, justamente los años en los que se gestó la rivalidad que hoy divide a la ciudad, las hinchadas no eran rivales tan acérrimas como ahora, y hasta “se cantaba ‘el Puerto y Matadero unido, jamás será vencido’”.
"Aquella tarde en el San Martín, fuimos, entramos las banderas, nos sentamos, y no se gritó. Tuvimos a Pomelo llorando todo el partido y la gente de Alvarado entró a la cancha y dieron una plaqueta a unos representantes de nuestra hinchada. Después, ellos y nosotros, todo el partido puteando a la policía. Tremendo. Todo el estadio”, evocó Marcelo Peralta.
La piba de la bandera
Adriana era una piba muy joven, recién había cumplido los 15 años, cuya celebración había sido en la Sociedad de Fomento del barrio Pueyrredon, barrio en donde Pomelo, su padre, era muy conocido por llevar a la barriada a alentar a Aldosivi, como por su militancia política en la zona: “Pomelo era un tipo muy solidario, ayudaba a los comedores, era una persona excelente. El que lo conoció sabe lo que fue”, indicó Marcelo.
Tiempo después del crimen de la joven, en la popular de Aldosivi, sea de local o de visitante, apareció una bandera que la recordaba y le rendía homenaje, que había hecho la propia gente de la hinchada del Tiburón: “Adriana Presente”, decía el trapo que acompañaba a Aldosivi a todas partes, hasta que finalmente los años la terminaron por desgastar y hoy ya no ondea entre la gringada.
El recuerdo de Osvaldo “Tita” Rizzo
Osvaldo Rizzo, más conocido como “Tita”, es uno de los ídolos históricos de Aldosivi, uno de los que marcó a generaciones por su paso por el Tiburón y que estuvo presente en aquella fatídica jornada. Pero la Tita no formó parte del once que jugó con Kimberley esa tarde, sino que estuvo junto con la hinchada en la popular en donde se dieron los hechos.
“Yo ese partido no jugué. Estaba en la tribuna que da a Vertiz, en el tercer o cuarto escalón. Cuando terminó el partido, la gente de Aldosivi le estaba gritando cosas al árbitro porque había cobrado bastante mal esa tarde. En un momento aparece un policía solo, se ubica cerca del alambrado y se queda ahí. La gente de Aldosivi, algunos se suben al alambrado y putean al árbitro”, señaló.
“De repente se escuchan tres disparos, tres o cuatro disparos. Yo te juro que creía que los disparos se escucharon atrás de la tribuna. Yo lo escuché y miré para el lado de Vertiz a ver si había pasado algo, pero no. Cuando miro de vuelta, el policía estaba arrodillado tirando. Tiró tres o cuatro tiros. Mató a la chica solamente, pero pudo haber matado a algunas personas más. Ahí se mete un hincha de Aldosivi, trepa al alambrado, se mete, y forcejeó con el policía. Estuvo ahí forcejeando un rato y después se metieron más hinchas, y después se metió un montón de gente. Casi lo linchan, no lo mataron ahí de casualidad”, indicó Rizzo.
“Había otros dos policías que estaban tratando de separarlo y cuidar al policía, si no estaban esos dos policías, creo que no contaba el cuento. Después se comprobó que el policía estaba borracho. En un momento veo que estaba la chica tirada, que la agarra a una persona, la levanta y se la lleva”, recordó el ídolo aldosivista sobre aquella balacera irracional que se llevó la vida de Adriana.
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