Ludmila Lazcano: “Intento poner en palabras algo que sintió primero el cuerpo”

Ludmila Lazcano ganó el concurso Mar Abierto. De aquel resultado surgió Rezos a la nada, un poemario donde se conjugan los lenguajes de las palabras y del cuerpo. 

Rezos a la nada es un poemario que invita a la búsqueda.

1 de Diciembre de 2024 10:03

Ludmila cuenta que su relación con la poesía es desde muy chica. Sin saber muy bien cómo era, ya escribía en forma de poesía. Con el tiempo, los poemas ganaron espacio tanto como las lecturas. “Alejandra Pizarnik, Mario Benedetti, Alfonsina Storni”, enumera entre sus preferencias y agrega, “De Mar del Plata me gusta mucho Mariana Garrido”.

Ludmila Lazcano presentó su primer libro de poemas: Rezos a la nada (Cepes Ediciones - 2024), que arranca ya con un título fuerte, un verso tomado del último poema del libro. “Esa frase me sonaba mucho y no dudé nada en dejarla como título. Sentí que reflejaba la idea general del poemario”, cuenta.

- ¿Cuál es el parecido que notás entre una oración a la hora del rezo y un poema?

- Pensé en la definición etimológica de rezar, de dónde viene la palabra, y me gustó eso de repetir algo muchas veces, como ponerlo afuera para que se haga real. Aparecen varios poemas que hablan de creer, de Dios o como una búsqueda constante de algo más. Escribir como rezar, el repetir un poema como pidiendo algo desde afuera. Lo conecté por ese lado, la expresión misma de poner algo en palabras. 

Rezos a la nada entre otros libros de la misma editorial.

-Entiendo. De hecho, en ese verso también está el cuerpo, describe cómo poner el cuerpo a la hora de rezar. Dice algo así, y estoy citando de memoria: “Yo sé que voy a perderme cuando olvides cómo me llamo en esta vida, aferrarme con las dos manos a lo que pueda sentir, el pensamiento es un rezo a la nada”. Me pareció muy interesante la presencia del cuerpo y del pensamiento, esta relación entre el pensamiento y el rezo. Generalmente la fe va por otro camino y acá, sin embargo, hay un dialogo entre ambos.

-  Ahora que lo decís me parece que es verdad.  Tal vez en las religiones no están conectados, yo busqué o intenté conectarlos y me pareció que quedó una figura muy linda.

Rezos a la nada también está cruzado por el cuerpo. La palabra “piel” aparece reiteradamente en distintos poemas. Ludmila aclara que “cuando utiliza la palabra piel quiere decir cuerpo”, ya que esa es su “forma de conectarse con el mundo”. Y agrega, “Como que el cuerpo tiene su propio lenguaje, un lenguaje distinto al de la mente o al de las palabras. No sé, cuando escribo me pasa que intento poner en palabras algo que sintió primero el cuerpo e intento encontrar un balance. La escritura siempre me surgió así, como esa búsqueda de lenguaje para poner en palabras el cuerpo”.

- ¿Y qué sensaciones, qué experiencias en el cuerpo te da el leer poesía?

- También es una experiencia muy sensorial. Eso de poder leer en otros cosas que le pasaron a una. Creo que eso de la poesía es algo muy mágico. A veces decís “Esto no lo pensó nadie” y resulta que, ya mucho tiempo atrás, alguien había sentido lo mismo y lo había escrito. Eso es muy lindo, como encontrarse con una comunidad a través de las palabras, con poemas de hace mucho tiempo que hablan de lo mismo y del mismo sentimiento.

Rezos a la nada es un poemario que invita a la búsqueda, a la exploración de uno mismo, pero no como un vacío, sino como espacio de encuentro.