Celos, obsesión y dos golpes a traición: elevaron a juicio la causa por el crimen del ex piloto de TC Carlos Garrido
Al ex corredor de Turismo Carretera lo mataron el 30 de abril. Osvaldo Asebedo era su casero, lo detuvieron cuatro meses después y está con prisión preventiva.
Por Redacción 0223
PARA 0223
La incorporación del resto de las pericias pendientes junto a las certezas recabadas durante una paciente investigación, le permitieron al fiscal Alejandro Pelegrinelli cerrar la investigación por el crimen del ex piloto de TC Carlos Garrido y solicitar que se juzgue a su casero, detenido cuatro meses después del hecho y que cumple prisión preventiva en la Unidad Penal N°44 de Batán.
El titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°5 calificó de manera provisoria a los hechos como constitutivos del delito de homicidio agravado y desarrolló a lo largo de 26 páginas los motivos que permiten ubicarlo como autor penalmente responsable. Al requerimiento presentado en las últimas horas se le dio traslado a la defensa del imputado para luego tener resolución por parte de la Justicia de Garantías.
Para Pelegrinelli no hay dudas que la noche del 29 de abril pasado Osvaldo Asebedo (35) sorprendió por la espalda a Carlos Garrido cuando regresó a su finca en el kilómetro 12,5 de la ruta 88 y le dio un golpe en la cabeza con un elemento contundente –no secuestrado- y le provocó un gran hematoma bitemporal y occipital, con fracturas múltiples que provocaron su fallecimiento pocos minutos después.
Luego, por espacio de una hora, el casero modificó la escena del crimen, incendiando el rodado en un camino lindero al predio y se autoinfringió lesiones para que el hecho pareciera un robo del que también había sido víctima. Una vez hecho eso, cerca de las diez y media de la noche, solicitó ayuda a un vecino que llamó al 911.
Interrogantes y respuestas
Si bien desde un primer momento las sospechas apuntaban a Asebedo como el autor del homicidio, la fiscalía fue recopilando elementos para fortalecer su hipótesis y solicitó su detención a fines de agosto. Un mes después pidió convertir la misma en prisión preventiva y la Justicia de Garantías la validó a comienzo de octubre.
La primera duda la tuvo la misma policía que llegó a la finca tras el aviso de la Central de Emergencias y la motivó la considerable diferencia entre la agresión letal sufrida por Garrido y la herida leve en una mano de Asebedo. El ex piloto recibió dos tremendos golpes en la cabeza, por la espalda y sin posibilidad de defensa alguna, mientas que el casero tenía el corte y un “insignificante” magullón en el rostro.
“Las diferencias en cuanto a la violencia que se desplegara en uno y otro caso son notorias, máxime si se considera que la hipótesis de robo no tiene casi asidero”, sostuvo el fiscal en su presentación.
Cuando la policía llegó a la casa quinta halló el auto Citroen C4 de la víctima totalmente destruido por las llamas a varios metros de la casa y marcas de arrastre cerca del cuerpo de la víctima. Una de las hipótesis es que el casero intentó cargarlo en el auto, pero a partir de su discapacidad en la rodilla y el peso de Garrido, le habría sido imposible cargarlo.
Una relación que terminó y una furia en crecimiento
Poco antes del crimen, la Justicia intervino por una denuncia que hizo la pareja de Garrido y que derivó en la exclusión de su propio hogar por amenazas. El ex piloto había descubierto que Rosana Cardoso había mantenido una relación con Asebedo y si bien permitió que éste siguiera trabajando como casero, quedó una mala relación entre ambos.
El análisis de las comunicaciones telefónicas permitió confirmar la relación entre Asebedo y Cardoso y del estado de “exaltación” que mostraba el imputado. Sin embargo, a mediados de abril los mensajes entre ambos comenzaron a ser más esporádicos, de manera coincidente con un acercamiento de la mujer a Garrido.
Asebedo le recriminó en reiteradas ocasiones que no le contestaba y sus últimos mensajes fueron un día antes del homicidio. “Que feo que te hagan esto, sabes que te ignoren de tal manera que se haga sentir basura inservible, una persona que no vale nada” y “…donde quedo todas esas promesas tuyas, así me enamoraste y luego me tirás a la basura”, son algunos de los incorporados al expediente.
Un día antes de esos mensajes el imputado fue hasta el lugar donde trabajaba la mujer para decirle que no podían terminar de esa manera. Según la declaración de la mujer, tiró un casco con furia y le dijo “vos y Don Carlos son una mierda de personas”.
Las sospechas que desde un primer momento existieron acerca de la posibilidad de ese móvil se confirmaron con la ampliación de declaración de la mujer y el análisis de las comunicaciones.
Leé también
Temas
Lo más
leído