Transportistas escolares sufren la inflación y no saben "cómo seguir"

La situación económica afecta a diversos sectores que durante esta temporada han mostrado cómo la inflación generó retrocesos en sus actividades. Muchas familias han decidido comenzar con el recorte de gastos básicos para llegar a fin de mes, y uno de ellos es el del transporte escolar. 

A raíz de la pandemia, cerca del 40% de los conductores había dejado de trabajar para migrar a otro rubro. Si bien algunos de ellos pudieron volver a la actividad, hoy los costos de mantener el transporte se suman a la decisión de muchos padres y madres de repensar cómo llevar a sus hijos a la escuela. "En 2020 y 2021 muchos tuvimos que vender unidades para pagar deudas o comer pero pudimos reponernos. Lamentablemente hoy la economía en el país está mal y nuestro sector no es la excepción", describió en diálogo con 0223 la transportista María Cristina Rubio.

Los gastos son muchos: el seguro que aumentó un 150%, las habilitaciones, con la tasa municipal que registró subas de casi 140%, el aumento del combustible, la Verificación Técnica Vehicular que debe hacerse cada 6 meses, y el costo del monotributo que registró un incremento del 60% aproximadamente.

"Con las medidas económicas de hoy, muchos están vendiendo sus vehículos. Hay que entender que el transporte escolar es una necesidad pero muchas veces también una comodidad y es de las primeras cosas que pueden llegar a recortar en la familia", lamentó Cristina quien recordó que igualmente muchas escuelas siguen sin tener este servicio cubierto, cuando antes lo hacían.

"Hoy tenemos que aumentar por lo menos a 40 mil pesos, sin contar que nos falta un aumento de gasoil en febrero. Pero también hay que ver que con el aumento del boleto, un padre tiene que pagar 4 boletos y a eso tampoco llega. La situación es muy difícil", reflexionó la transportista.

Lo que se viene

Si bien todavía Mar del Plata se encuentra en plena temporada, los trabajadores ya piensan cómo afrontar la situación ante un inminente comienzo de clases. "Tenemos que esperar al 1º de marzo, pararnos en la puerta de la escuela y ver qué pasa. Uno no sabe cómo seguir", aseguró Cristina.

Actualmente, la ciudad cuenta con entre 150 y 200 transportistas escolares activos, mientras que las licencias son más de 400. "Somos completamente independientes y no tenemos ningún tipo de subsidio, porque trabajamos como unidades particulares", relató Rubio.

Para el sector, es difícil encontrarse además con trabas humanas: "No nos ayudan los transportes ilegales, aunque entendemos que todo el mundo tiene que trabajar; pero nos complican. De cualquier manera vamos a seguir luchando", finalizó la transportista.