Guardianes de la Bristol o cómo el teatro nos muestra cómo somos

Se suman funciones para Guardianes de la Bristol, la obra de teatro que muestra la identidad marplatense y se convirtió en el fenómeno del verano.

Guardianes de la Bristol. Foto de archivo.

11 de Marzo de 2024 08:06

Ocho actores en escena. En la escenografía los perfiles de una ciudad conocida, en la historia, aquello que hace que esa ciudad sea lo que es. Guardianes de la Bristol muestra el encanto de una Mar del Plata que transita entre los que la viven, la sienten y la extrañan. Porque la obra es la primera obra de teatro sobre Mar del Plata, sobre la identidad marplatense. Sobre eso que es imposible explicar.

Su autor y director, Gonzalo Gobbi, es marplatense y periodista. Ama contar historias. Según su relato, podemos imaginar que durante la pandemia, mientras recorría las calles de una Mar del Plata vacía y silenciosa, apareció una chispa, una necesidad de contar Mar del Plata. Cuenta Gobbi: “Hace unos años hice un taller de dramaturgia con Guille Yanícola. Él me explicó en una oportunidad una especie de teoría del manchón que es como si uno tiene un lienzo en blanco y le tira un poco de pintura, entonces ahí aparece un manchón sin forma. Ese manchón, de a poco, cuando lo observás, empieza a parecer otra cosa y empezás a encontrarle cara, sonidos y formas, sentidos y olores. Entonces, quizás, esa ciudad desolada fue el manchón para poder empezar a escribir Guardianes de la Bristol, que hoy ya no es ese manchón, sino que cobró vida propia y reúne este recorrido que planteamos”.

Mar del Plata cumplió 150 años. Había un vacío sobre la identidad de los propios marplatenses y esta obra vino para colmarlo. Fue casi un año de ensayos, cuando digo ensayos digo malla y ojotas en julio, mientras se daba el difícil trabajo de conseguir sala. “Afortunadamente conseguimos sala para hacerla en La Bancaria. Es un lugar en el que yo hice teatro muchas veces, he trabajado ahí varios años. Es una sala hermosa que nos abrió la puerta. El 3 de enero estrenamos a sala llena y nos pusimos muy contentos porque siempre en el estreno viene toda la familia y los amigos. Pero en la siguiente función fue igual, pero ya con algunas caras menos conocidas y en la tercera ya no conocíamos a nadie”, cuenta el autor.

- ¿A qué atribuís el fenómeno que se dio con la obra? Rápidamente fue de boca en boca...

- Claro, era toda gente que por el boca en boca o por las redes sociales o alguna nota que vio empezó a venir. Y así fue todo el verano, a sala llena o casi llena. La semana pasada tuvimos función especial en el teatro Colón y fue a sala llena también, una locura. Te contaba recién del comienzo en la época de pandemia y es algo que empezó jugando y hoy, de pronto, es algo que van cientos de personas a verlo, se ríen y se divierten. La pasan bien con una obra de teatro. Y nuestro objetivo es que la vea la mayor cantidad de gente posible. Yo soy un enamorado de Mar del Plata y esta ciudad tiene algo especial.  Todo es una locura, que en el teatro independiente quede gente afuera no existe es todo una locura que nos excede

- Podríamos decir que ese fenómeno es también parte de la identidad local, o todo en demasía o nada. La identidad de la ciudad es el gran tema...

- Exacto, porque siempre está como en discusión si Mar del Plata tiene o no una identidad propia. Creo que la identidad de una ciudad no es algo estable, que es bastante dinámico, que va cambiando. De hecho, Mar del Plata no es la misma hoy que hace 20 años, que hace 50 ni mucho menos que hace 100 años. Ha cambiado mucho en el tipo de ciudad que es, en la cantidad y el tipo de turismo que recibe, en la población local que hoy tiene. Y cuando nos pusimos a reunir el conjunto de elementos que consideramos que hacen a nuestra identidad, los traspolamos de la identidad de una persona, es decir, cómo piensa, en qué creés, qué te molesta, qué te gusta, cómo vivís el año. Creo que son, más o menos, los rasgos comunes. Entre los marplatenses tenemos esto de ver cómo recibimos al turismo, cómo lo esperamos y después, cuando llega el verano, queremos que se vayan porque nos sentimos invadidos. Pero cuando se van los extrañamos porque decimos que se cortó la noche, la temporada.

También está esto de la dicotomía con el frio y el calor, con el trabajo, son todos elementos que forman parte de la personalidad que va adoptando Mar del Plata y nosotros la vemos como en dos ciudades: una, la del invierno y otra, la del verano. Esas dos ciudades queríamos que estuvieran dentro de Guardianes de la Bristol, la que originalmente surge como un homenaje a la ciudad. Un homenaje sincero, divertido. Un homenaje inédito y, también, un poco nostálgico por la Mar del Plata de aquellos que vivieron algún verano que te llenó de nostalgia. Todas las familias de la Argentina, o muchas de ellas, tienen una historia en Mar del Plata, tienen una infancia, un viaje con tu viejo o tu vieja, un castillito de arena en la playa, la primera vez que jugaste a los fichines, la primera vez que viste el mar, un amor de verano en la playa.

Los marplatense somos privilegiados de vivir a 10, 20 o 50 cuadras de la playa. Realmente sentíamos la necesidad de poder contar esto y, también, de reírnos un poco de nosotros mismos. Somos los marplatenses unos personajes en realidad y estaba la necesidad de jugar, de reírnos un poco e incomodar al público, para que cuando vengan a verla diga: “Me causa gracia que seamos así y me da un poco de vergüenza, pero así somos”. Y eso lo permite el teatro y la comedia, porque justamente juega mucho con la ironía, con el absurdo, y nadie se ofende. La gente la pasa muy bien, vive con Guardianes de la Bristol un momento de felicidad porque se transportan a otra época de la ciudad o quizás a un viaje propio, a su propia niñez dentro de la ciudad.

Aquel archivo que podía terminar en un cuento, un podcast o una nota periodística tomó destino de obra de teatro (y lo bien que hizo). Por Guardianes de la Bristol desfilan los tacheros, los guardavidas, las señoras fanáticas de tomar sol en la Rambla, el pibe que no tiene laburo, el inspector municipal y el policía bastante dudoso, también los lobos marinos de la Rambla y hasta el mismísimo Cholo Ciano.

Pero, ¿Qué hace que Guardianes de la Bristol sea la obra que es? Gobbi no duda, “La ciudad misma. Podría decirte, si querés, las dos ciudades, la del invierno y la del verano. Todo lo lindo que le ha pasado, pero también lo feo: el tema del laburo está presente, el tema de la corrupción está presente, el tema de los turistas está muy presente y desde ahí, desde el texto de los personajes, todo lo que te puedas imaginar sobre la ciudad. Para mí, el concepto es uno solo, que es siempre ciento por ciento marplatense. Hasta hay un humor marplatense que encaja en esta obra, porque nos reímos de chistes locales formados por nuestra propia historia. El público disfruta, se divierte y se ve reflejado”.

(*) Guardianes de la Bristol se presentará en La Bancaria (San Luis 2069) este próximo jueves 14 de marzo a las 20.30. Entradas accesibles y descuentos especiales para estudiantes, jubilados, estudiantes de teatro, y afiliados a distintos sindicatos (Sadop, Suteba, Empleados de Comercio, Afip, Actores y bancarios), se reservan por Whatsapp al 2235374352.

Temas