Fileteras: un documental de estudiantes de la Tuca fue seleccionado para el "Enerc se proyecta"

El documental se titula Fileteras y busca reflejar la vida de estas trabajadoras en el puerto local. Con entrevistas y mucho trabajo de campo, las seis estudiantes de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Audiovisual de la Faud lograron estar entre las seleccionadas para el festival Enerc se proyecta.

Fileteras se encuentra entre la crónica y lo sensible de la vida humana.

15 de Julio de 2024 10:12

“Cuando pensamos en Mar del Plata, el puerto aparece como uno de los sectores económicos y turísticos de manera imprescindible. La intención de nuestro proyecto de tesis es dar a conocer quiénes mantienen este pilar productivo, centrándonos en ellas, las fileteras. Particularmente en su día a día como trabajadoras de las fábricas. Como grupo conformado por mujeres, nos parece importante tener la tarea de dar luz a las trayectorias y experiencias. A su vez dar cuenta de cómo se organizan, cómo llegaron ahí y cómo se dispone su rutina con el trabajo de ser madre, abuela, hija”, así se presentan las seis autoras del documental Fileteras y estudiantes egresadas de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Audiovisual (Tuca) de la universidad local.

Un documental fuerte y emotivo que nos propone pensar y rever lo que ocurre con las trabajadoras en el puerto local. Sus autoras coinciden en que el tema del material va más allá del trabajo en sí, “Pensaría más en un poder femenino, en una autonomía femenina, en algo del empoderamiento que cruza tanto la fábrica como criar a sus hijos solas o defender su espacio en el barrio”, dicen.

“Primero, a través de un contacto, conseguimos una mujer que era filetera. Luego del primer encuentro, fingimos una fábrica en la casa de una de las chicas, compramos el pescado, los cajones, pintamos todo de blanco el techo y las paredes y así hicimos el teaser. Nos encantó, nos dimos cuenta de que la idea funcionaba y que trasmitía el clima que queríamos transmitir”, comienza diciendo Sofía Candia, encargada de la producción del trabajo.

- ¿Y cuál era ese clima?

- S.C. El contraste del frío de la fábrica, la humedad, las manos mojadas, todo eso tan blanco, tan limpio y pulcro, en contraste con el hogar de una mujer, madre de la familia, que llevaba a su hija al colegio, entre otras cosas. Cómo son esas tareas entre lo frío y lo cálido de la casa, entonces vemos a ella cómo pasa de filetear pescado a cortar morrones sobre una tabla en la cocina de su casa, por ejemplo, mientras suena la radio llamándolas a trabajar. Sabíamos que la radio ya quedó obsoleta, ahora se manejan por grupos de WhatsApp, pero mucha gente escuchaba la radio y recuerda esos avisos durante la madrugada y nos pareció que era un buen punto dejarlo también. Yo no los escuché, pero mi mamá sí y lo tenía muy presente, es como algo muy marplatense.

En pleno rodaje del documental.

“Alguien que nos aportó mucho fue Pame”, dice Alanis Navarrete, directora y guionista del documental. Y agrega, “Fue una decisión muy acertada, fue el primer contacto que tocamos. Me acuerdo de que llegó con la bufanda de Aldosivi y nos dijo, ´Miren que yo duermo con la camiseta de Aldosivi’. Porque en el documental contamos cómo es su día. Entonces, ahí ya nos aportó algo más, ya no podíamos separar a Aldosivi del mundo de las fileteras. Después investigamos mucho y recorrimos las calles por donde estaban las fábricas, todo pintado de Aldosivi, eso está presente todo el tiempo, cuenta mucho como la identidad barrial”.

- ¿Cómo fue ese trabajo en las fábricas?

- A.N. Nosotras sentíamos que si no mostrábamos las fábricas se nos caía la mitad de la historia. Fue algo muy complejo, costó encontrar gente que nos deje entrar y grabar. De hecho, quisimos entrar en la fábrica donde trabajaba Pame, pero no pudimos, no nos dejaron. Luego nos dejaron en una cooperativa, pero tuvimos que avisar antes para que preparen todo y, así mismo, varias veces nos cancelaron, porque no tenían material para procesar y recién a la tercera vez pudieron las chicas entrar.  En ese momento no nos dábamos cuenta, pero luego, cuando fuimos a una de las fábricas grandes y reconocidas del puerto, vimos mucho más el contraste y eso fue una locura. Es increíble la diferencia importante que hay entre un espacio y las condiciones de uno y del otro.

- Cuéntenme algo sobre Pamela. ¿Cómo eran esos encuentros y qué cambió en el documental con ella?

- A.N. Nos juntamos en un primer encuentro y al toque hubo química. Tiene una personalidad muy fluida y suelta. Muy simpática y ella misma se súper sinceró con nosotras y nos contó de su trabajo, de la maternidad y de su vida. Es muy dinámica y fue amorosa. Estuvo super comprometida con todo. De hecho, en el medio del rodaje estuvo con algunos inconvenientes personales, pero le metió a full. Ella aportó muchas cosas que no estaban guionadas y le salían de su personalidad y eso terminó siendo un laburo muy colaborativo y enriquecedor del personaje. Al final termina diciendo: “Soy la nueva estrella del barrio”.

- S.C. Aportó toda la identidad barrial de Aldoisivi que traía. Al toque no tuvo problemas en sincerarse en contarnos cómo era la dinámica del trabajo y no nos veía a nosotras como interesadas en algo tipo buscando sacarle algo. Ella confió en nosotras, se armó un vínculo muy lindo que buscábamos valorar y respetar cada día. No se sintió juzgada por nosotras, había mucha comunicación. Creo que el elemento más valioso que aportó fue la risa. Poder encontrar en todo este ambiente frío y muy húmedo algo de risa fue bueno y eso lo aportó ella. Escuchaba cumbia y nos contaban que escuchaban cuando trabajaban también, se reía todo el tiempo y traía esa risa al rodaje. Eso nos hacía estar más tranquilas a nosotras también. Pamela tendrá 35 años, más o menos, y debe trabajar en eso desde los 18 o 20. Lamentablemente mientras terminábamos el documental se quedó sin trabajo, ahora está desempleada. Ella ya no quiere hacer changas quiere un trabajo más estable.

Las seis creadoras son estudiantes egresadas de la Tuca.

-Una de las escenas finales es muy conmovedora (la directora está haciendo la última entrevista y al final se levanta y abraza a la entrevistada). Da la sensación de que era lo que había que hacer y que no pudiste contenerte. Como que, no me sale más que ir y abrazarla a Inés, otra de las entrevistadas.

- A.N.  Sí, yo la conozco desde hace tiempo a ella, pero verla así, ver cómo se emocionaba por lo que contaba me sensibilizó un montón. La pasé muy mal, de hecho, la llamé después para hablar sobre eso. También hablé con ella al principio y le avisé lo que era y si no se sentiría expuesta al hablar de sus hijas. Y al verla así en la entrevista, ver cómo se emocionaba y que nunca la había visto así me puso muy sensible.

- Pero más allá de eso, fue muy acertado dejarlo en el material, fue un gran aporte…

- A.N. Claro, eso nos aportó esa parte más sentimental y más cruda, fue de lo más sensible. Así como Pame aportó eso de la identidad barrial, esto tuvo su aporte también. Como que desde ahí se da un giro de emotividad y le da un cierre a la narrativa. Ese abrazo cierra la narrativa.

-Hablemos del contenido ¿pudieron poner todo lo que querían o en algún momento sentía que no llegaron a cumplir las premisas?

- A.N. A mí me sorprende un montón que todo lo que tenía en la cabeza y todas las premisas que estaban en el guion quedaron todas grabadas y todas puestas en el documental. Jugamos mucho con esto de “menos es más”. Hay un montón de material que quedó afuera, pero lo que no estaba guionado aportó mucho más, como los chistes de Pame o las frases de Queca, como “Ser filetera me empondera”, aportaron mucho más. Obviamente que uno no sabe que van a responder, pero también que una espera ciertas respuestas a las preguntas. Pero todo salió muy bien y la realidad es que sacamos momentos buenísimos y que se pudo grabar todo.

- S.C. Siempre estuvo presente esto de “menos es más”. Me costaba esto de ceder e ir a lo mínimo, pero fue lo que generó más emoción. En cuanto al abrazo de Inés, yo pensaba en qué importante es el trabajo de cámara también, porque nunca se dejó de grabar o se corrió la cámara. Se dio todo de forma natural y eso es porque al momento de rodar todas ya teníamos bien en claro lo que queríamos transmitir.

Fileteras se encuentra a caballo de la dureza de la crónica y lo sensible de la vida humana de aquellas que viven esa realidad. Con una narrativa que trasciende la del mero documental, el material vivo con el que trabajan trasciende el relato y logra la reflexión sobre la condición humana y la lucha constante por nuestro espacio. Fileteras desafía a pensar más allá del puerto local e ir por una realidad que nos aísla cada vez más.

El documental fue seleccionado para el Festival Enerc se proyecta.

Fileteras, la tesis que se convirtió en documental, realizado por Alanis Navarrete, Sofía Candia, Martina Feriozzi, Milagros Olaechea, Brenda Ciancio y Rafaela Camerano, fue uno de los diez cortometrajes seleccionados de todo el país para la 4ta edición del Festival Enerc se proyecta. La selección se hace de los trabajos enviados de los estudiantes de las carreras audiovisuales de todo el país y de Mar del Plata, de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Audiovisual de la Unmdp, fueron tres los elegidos: Como si fuera el último, Fiebre amarilla y el propio Fileteras. Los cortometrajes de no ficción seleccionados fueron proyectados este viernes pasado 12 de julio en el cine Gaumont de Buenos Aires.