José Martínez Suárez, el presidente más querido del Festival de Cine

Se cumplen cinco años de la muerte del icónico director que estuvo a cargo de la presidencia del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata durante diez años y marcó un antes y un después. “Estoy hecho de cine”, aseguraba “Josesito”.

José Martínez Suárez era uno de los personajes más esperados en cada edición del Festival de Cine de Mar del Plata. Foto: Archivo 0223

17 de Agosto de 2024 10:01

“Cuando hablo de algo que me ha pasado, recuerdo la luz, la temperatura que había, la cantidad de gente que había en la calle, si la ventana estaba abierta o cerrada, si hacía calor o frío, si había un perro a lo lejos que ladraba. Vivo cada momento con total intensidad, como si lo esculpiera. Y si necesito recordar, simplemente voy hacia esa piedra esculpida, y ya la encuentro escrita”, aseguraba José Martínez Suárez.

Considerado uno de los padres del cine nacional fue presidente del Festival Internacional de Cine durante una década. Este sábado se cumplen cinco años de su muerte. “Hasta sus últimos días habló de cine”, recordó su hermana.

Internado por una afección respiratoria en la sala de terapia intensiva de la Clínica Cemic  de Barrio Norte, José Martínez Suárez, con 93 años le preguntó a su hermana María Rosa -popularmente conocida como Mirtha Legrand- que lo visitaba a diario en el nosocomio si recordaba el tema de “Los martes Orquídeas”, film que protagonizó “Chiquita” y que la llevó a la fama. “Vivía pensando en el cine”, reveló la conductora cuando se reincorporó a su trabajo al frente de los clásicos almuerzos dominicales.

“Si miro para atrás me causa ternura y cierta nostalgia aquel chico de pantalones cortos que entró temeroso a un estudio cinematográfico. Me causa gracia que se le pregunte de cine a ese chico. Nada ha cambiado, estoy hecho de cine”, cuenta en el documental. “Soy el que quise ser, un joven de 90 años”, decía.

Martínez Suárez fue convocado para ocuparse de la presidencia del Festival de Cine en 2009, tras haber abandonado su tarea como docente. Tenía entonces 84 años. “Acepté porque no hay nada que me interese más que los desafíos”, confiaba el cineasta en un mano a mano con Mirtha Legrand en el programa “Almorzando con Mirtha Legrand". Desde la primer edición que lo tuvo como máximo responsable - la 23°-  estuvo atento hasta el último detalle de su producción, programación y ejecución, dando cátedra de sus conocimientos a todo el equipo que lo acompañó estos años.

“Antes me sentaba a disfrutar de las películas, ahora las veo corriendo. Las veo desde otro lado”, decía el director. Durante los diez años que estuvo al frente del evento, no dejaba un detalle librado al azar. A modo de ejemplo, explicaba que trataba de ver la mayor cantidad posible de películas y cortometrajes que se presentaban para ser seleccionadas por el jurado del Festival. Para la edición 2009 vio 700 de las 2800 que se presentaron.  

Para la edición de 2015 vio menos. “Vi menos que años anteriores. Entre viernes, sábado, domingo y lunes me vi 37 largometrajes, que anoté en mi libreta colorada. Más que director o guionista, me siento un espectador de cine. Así como hace 85 años que estoy viendo cine, ya tengo un cierto conocimiento de qué película puede gustarle a la gente, porque antes ha pasado por mi placer personal. Es una circunstancia mágica que sepa ver cine, pero debe ser por la persistencia”, expresaba.

Fue en esa edición que, con su humor característico aseguró que generaba sensación en el Festival y presentó a su hermana Mirtha como “su hermana mayor”, cuando fue invitada a la proyección de la remake de “La patota”, que produjo Ignacio “Nacho” Viale, nieto de la conductora que protagonizó el film original.

Una vida dedicada al cine

La relación de José Martínez Suárez con el cine comenzó en Villa Cañás, Santa Fe, a los cinco años, cuando ansioso esperaba que llegue el día sábado para ir a ver las películas que llegaban al pueblo, hasta que, a los 12 tras la muerte de su padre, su madre decidió que lo mejor para la familia que, por ese entonces ya lo tenía como el mayor de tres hermanos -las dos menores serían las mellizas María Rosa y Silvia conocidas popularmente como “Mirtha y Goldie”- era mudarse a Rosario. 

“¿Cómo es posible que de pequeño el mayor castigo de mis padres era que me dijeran: "este sábado no vas al cine"?”, decía rememorando su infancia. “Al final, siempre fui al cine. Si llovía, la camioneta que traía las películas de los distribuidores rosarinos no llegaba a Villa Cañás, porque eran más de 204 kilómetros de camino de tierra”, recordaba.

Martínez Suárez comenzó a trabajar en el mundo del cine acompañando a sus hermanas. “Ellas iban a un sitio que dirigía Don Ernesto de Larrechea, la Escuela de Arte de Rosario, donde estudiaban declamación y baile. Y yo aprendía literatura e inglés”. Fueron ellas quienes empezaron ­primero con la actividad cinematográfica. De acompañarlas a ellas a los estudios nació su pasión por el cine. Así fue que comenzó a trabajar en Lumiton, la primera productora de cine creada en la Argentina en 1931, que tenía sus estudios en la zona de Munro.


"Josecito", pasó por todos los oficios del séptimo arte hasta convertirse desde 2008 y hasta su muerte, en el presidente del Festival Internacional de Cine. Fue extra, "che pibe", técnico, asistente de director, guionista, cineasta, maestro y por último responsable del festival más importante de América latina.

Aprendió el oficio trabajando con Carlos Hugo Christensen, Manuel Romero, Lucas Demare, Fernando Ayala, Leopoldo Torre Nilsson y Daniel Tinayre y dirigió a Narciso Ibáñez Menta, Aída Luz, Leonardo Favio, Bárbara Mujica, Lautaro Murúa, Olinda Bozán, Alberto de Mendoza, Ángel Magaña y Mecha Ortíz, entre otros.

Hasta la llegada de la dictadura cívico-militar de 1976, "Josecito" había filmado "El crack" (1960),  "Dar la Cara" (1962); "Los chantas" (1975); "Los muchachos de antes no usaban arsénico" (1976), fue guionista de "La Mary" y volvió a ponerse al frente de un rodaje en 1984 con "Noches sin lunas ni soles". Luego, abandonó la dirección para dedicarse a la docencia.

Cuando dejó de filmar su trabajo se dedicó a la docencia, brindando talleres de enseñanza de cine de los que surgieron numerosos cineastas y cuyos cortometrajes en ese ámbito, más de cien, participaron y fueron premiados en numerosas muestras internacionales.

Lucrecia Martel, Leonardo Di Cesare, Juan José Campanella, José Celestino Campusano, Gustavo Taretto, Alejandro Magnone y Has Garrino fueron algunos de sus alumnos.

Falleció el 17 de agosto de 2019. Sus restos fueron velados en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), donde se acercaron muchísimas figuras a despedirlo.