De taller a casa emblema de las Fiestas: hace cinco años, se inauguraba por última vez el paseo de la Navidad

Funcionó como emblema del espíritu navideño durante casi medio siglo, cuando el primer Kroplis que llegó a Mar del Plata inició la tradición de decorar la vivienda con grandes figuras alusivas a la festividad cristiana. La llegada de la pandemia y las internas vecinales pusieron fin a un clásico de todos los diciembres en la ciudad.

En el taller dde la familia Kroplis comenzó la tradición que se expandió por 50 años

8 de Diciembre de 2025 08:23

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los Kroplis llegaron a Mar del Plata en 1927 provenientes de Rusia y eligieron construir su hogar en lo que entonces era la periferia de la ciudad, en la zona de Alvarado y Olazabal. Cuentan que el hombre construyó su vivienda sobre calle Alvarado, en el mes de mayo antes de ocupar la morada, plantó un pino que encendió por primera vez el 24 de diciembre. “En cada rama prendía una vela y, en la rama más alta ponía una estrella”, según se desprende de las crónicas de la época.

Tras la muerte del patriarca de la familia fue Estanislao, quien continuó con la tradición de comenzar, cuatro meses antes de la llegada de la fecha de Navidad, los trabajos para decorar de forma grandilocuente la vivienda que ya era un punto de referencia en la zona y un día decidió “abrir la vivienda”. Esto consistía en que, una vez llegado el 6 de enero fecha en la que se desarma el árbol de navidad y se quita la decoración alusiva, donar entre los vecinos que lo quisieran las figuras que decoraban el jardín de los Kroplis, pero, Víctor no contó con que esta bienintencionada medida traería problemas intervecinales. “La gente se peleaba por las figuras”, recordó Amelia Kroplis, en ocasión de la nota “La casa marplatense convertida en el centro del festejo de Navidad” de Página 12. Entonces, su padre encontró la solución: que cada vecino arme su propia figura navideña para decorar su vivienda.

Durante la década del 70, Ana y su hermana Amelia, ambas artistas plásticas daban talleres de arte y, era tal la cantidad de alumnos y producción artística que fueron impulsadas a mostrar su jardín los trabajos que realizaban sin imaginar que allí comenzaría una tradición que se frenaría recién con la pandemia de Covid. En 1970, era tal la cantidad de alumnos y obras que el padre de las hermanas Kroplis sugirió exhibir la producción completa, que contenía abundantes referencias a la Navidad, en el jardín de la casa, sin imaginar que allí comenzaría un acontecimiento que se extendió en el tiempo por medio siglo.

El triste final

La calle de la navidad fue creciendo en actividades al punto que, cada inauguración era una fiesta que convocaba no solo a miles de marplatenses sino que contaba con la presentación de la Guardia Nacional del Mar. espectáculos artísticos y puestos de feriantes artesanales que cada vez era más numerosa.

Si bien en un principio, la incorporación de feriantes fue bien recibida, con el paso del tiempo se transformó en un problema, al punto que la familia que dio origen a la calle de la Navidad decidió en 2018, en la edición 49, a modo de protesta, no decorar la casa. 

Tal como consta en la edición del 15 de diciembre de 2018 del diario La Capital, por primera vez “la Casita de Navidad no estuvo decorada en “protesta””. Allí se da cuenta que, la familia Kroplis había enviado un comunicado para expresar que se sentían insultados por el “enfoque que se le había dado a las ferias”.

Los Kroplis expresaron en dicho texto publicado en el diario centenario marplatense: “Nos sentimos insultados por el enfoque que se le ha dado a estas ferias, más aún cuando un antepasado nuestro fue quién inició la propuesta. Lo que alguna vez supo ser algo cultural y bello, sin fines económicos, hoy refleja una realidad completamente opuesta”.

“De 30 y pico de puestos, hoy hay 80. Unos vecinos se están peleando con los organizadores en plena calle mientras estas palabras son escritas…los artistas no tienen nada que ver tampoco los puesteros y menos aún, la gente que visita el bulevar”, escribieron.

Pese a estos problemas internos, el paseo de la Navidad continuó una temporada más, hasta que, la llegada de la pandemia dio un cierre definitivo a una tradición que ahora solo está grabada en la memoria de los marplatenses.