Un rompecabezas llamado Mar del Plata y el arte de gestionar bajo presión
El contexto nacional obliga el Ejecutivo local a exprimirse al máximo. Además del incremento de la pobreza y la indigencia, visible en las calles, varios frentes de conflicto no permiten a Montenegro avanzar a pleno con sus planes de gestión.
Si bien los tiempos que corren a nivel nacional marcan un estado de deterioro en las condiciones de vida de los argentinos, con aumento de la pobreza y la indigencia; caída en el consumo; pérdida de puesto trabajo casi a diario y aumentos constantes en los ya impagables impuestos y servicios, es sabido que General Pueyrredon siempre padece el efecto dominó de cualquier crisis, pero manera significativa.
De hecho, esta semana la Universidad Católica Argentina (UCA) puso de manifiesto que durante el primer trimestre de 2024 la pobreza a nivel nacional llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3%. Datos por encima del cuarto trimestre de 2023, donde los pobres abarcaban un universo del 45,2% de la población, mientras que indigencia era del 14,6%.
Cuando nos metemos en nuestro territorio, en el mismo periodo y según el mismo relevamiento que se construye con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), vemos que los niveles de pobreza alcanzaron el 52,2% y de indigencia el 10,2%. Aumentó la cantidad de habitantes que se cayeron del sistema, y así lo venían reflejando semanas atrás desde el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci), cuando afirmaban con datos concretos que "en Mar del Plata y Batán creció notoriamente la pobreza y la indigencia durante los últimos ocho meses".
En este contexto de base es por donde se debe empezar a pensar en la complejidad de gestionar la ciudad, sin desconocer los efectos del contexto nacional. La calle habla por sí sola. Tanto el espacio público como el privado se transformaron en refugios de las personas que se quedaron sin techo, siendo el centro de la ciudad la postal más dolorosa. "Estamos viendo a muchas mujeres en situación de calle, algo que antes no se veía, y es doblemente preocupante para las mujeres este estado por la vulnerabilidad en la que pasan cada noche", relataba a 0223 un operador de calle que presta asistencia diaria a los más desfavorecidos.
Los recursos escasean y se gestionan con lo que se tiene desde el Municipio, más allá de que a veces se tenga la sensación de que se puede hacer más. Claramente, la inercia del país marca la cancha y en definitiva se van "atajando penales" como se puede. Como también le pasa a la mayoría de municipios del país. En este caso Mar del Plata no es una isla. Es más, el informe de la UCA puso de manifiesto, por ejemplo, que la pobreza en Gran Resistencia es del 79,5% y la indigencia del 38,6%. Números que superan ampliamente a General Pueyrredon.
Pero no solo las problemáticas a resolver son así de evidentes en los barrios, porque los pasillos de la Municipalidad no se mantienen ajenos a los conflictos, las disputas y tanto las trabas permanentes en la toma de decisiones, como así también las falencias de gestión. Hoy el gobierno del intendente Guillermo Montenegro viene encontrando, según explicaron en charla con 0223 desde la mesa chica, "acciones positivas que se vienen llevando adelante en base a gestionar con los recursos que se tienen, como es la articulación entre el público y el privado para mejorar los espacios públicos, como así también el crecimiento del Parque Industrial, el incremento de las exportaciones desde el puerto local y la inversión que están realizando empresas como Starbucks y Coto generando además puestos de trabajo".
Como contrapartida, y ahí es donde se hace más complejo poder tachar en la lista para seguir avanzando, hay gestiones que no terminan de encaminarse y que vienen generando verdaderos quebraderos de cabeza para el Ejecutivo. Por un lado, el cobro de la Tasa Vial empezó a aportar recursos económicos que rápidamente se vienen volcando para mejorar la situación de infraestructura vial, pero a raíz de la presentación del diputado provincial Guillermo Castello en la Justicia para que se de marcha atrás con esa medida, el falló salió a favor y marcó así un antecedente que además, impulsó a los concejales de Acción Marplatense a presentar un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante para pedir que se derogue esta iniciativa.
Pese a ello, desde la gestión expresaron a este medio que se va a apelar. "Estamos convencidos de la constitucionalidad y si es necesario llegar a la corte, lo haremos", afirmaron al tiempo que aclararon que consideran que "no hay doble imposición de cobro, ya que ese componente de la tasa existió durante mucho tiempo y lo que se hizo fue modificar el sistema de cobro, trasladándolo a la nafta para mejorar la cobrabilidad por un lado y para que lo paguen exclusivamente quienes utilizan el servicio". Futuro incierto para la permanencia en el tiempo de este recurso económico que permitió cierto oxígeno para las arcas de un Municipio que además, sigue con una caída en la recaudación preocupante.
Por otra parte, los sectores que militan por los Derechos Humanos, como así también desde la oposición, vienen ejerciendo una presión muy grande para que no se instale un espacio gastronómico en las inmediaciones del predio del Faro, lo que también generó un desgaste considerable en el oficialismo. Se presentó una situación en la cual el caos en el tratamiento de este expediente expuso al oficialismo a fuertes críticas y cuestionamientos, como ocurrió en la Comisión de Legislación este lunes con un escándalo de grandes proporciones que incluso trascendió las fronteras de Mar del Plata. Con solo dos despachos, será debatido en la sesión de este jueves con el camino allanado para que se apruebe gracias a la mayoría con la que cuentan "los de Montenegro" en el recinto.
Como si todo esto fuera poca leña ya puesta en el fuego, el interminable conflicto con el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) no hace más que raspar a la gestión diariamente en la búsqueda de una recomposición salarial por encima del 13% que ofreció el Ejecutivo en dos cuotas y que será otorgado por decreto. Las retenciones de tareas se repiten cada día y a pesar de que "el que no trabaja, no cobra", como siguen sosteniendo desde el Municipio, los trabajadores no bajan la guardia. Redoblaron las acciones, ahora controlan el trabajo de los funcionarios y los escrachan sin reparos y dan a conocer los problemas edilicios y la falta de recursos con los que trabajan en distintas dependencias municipales.
De todas formas, en este, otro escándalo sin precedentes, también es necesario remarcar que la situación se está tornado muy "border". Es más, esta semana se registró ausencia de inspectores de tránsito en las calles, según explicaron a 0223, "por falta de ropa de trabajo". No es el único efecto de estos reclamos en los servicios que presta el Municipio a los vecinos y turistas, y la situación se va tornando cada ves más oscura. En un municipio de casi un millón de habitantes que de movida ya cuenta con recursos escasos en casi todos los frentes, cuando por encima se acortan más esos recursos al contribuyente con medidas de fuerza y acciones tales y bajo estas circunstancias, la situación se torna mucho más grave, sobre todo teniendo en cuenta que lejos están las partes de encontrar un punto de encuentro.
Por otra parte, la necesidad de vivir con más seguridad es un reclamo permanente en la vida de los argentinos, y los marplatenses no están fuera de ese contexto. Días atrás, el periodista marplatense Lautaro Spadavecchia logró realizarle una pregunta el vocero presidencial, Manuel Adorni, relacionada con la inseguridad en Mar del Plata y la posibilidad de la llegada de efectivos de Gendarmería en función de lo que había dicho el año pasado el Intendente. El ladero del Presidente Javier Milei respondió que "si el Gobernador lo pide, se estudiará". A veces los palos nos llegan por el contexto, pero claramente otras veces no. ¿Habrá algún teléfono en la Municipalidad que sirva para llamar a La Plata para cumplir con nuestra parte?
Con cruces permanentes desde el Municipio con el Gobierno de la Provincia y con un Gobierno Nacional al que no le importa mucho lo que pase en ninguna parte, tampoco en Mar del Plata, Batán y Sierra de los Padres, no se presentan en el horizonte muchas puertas a las que se pueda golpear para pedir una mano. Tal vez sea cuestión de esperar un poco más, teniendo en cuenta que quienes manejan los hilos del Gobierno Nacional hicieron importantes promesas para el segundo semestre, ese que alguna vez también se presentó con bombos y platillos, pero que lamentablemente nunca llegó.
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