"Me taparon con una frazada y me callaron": una chica de 16 años sufrió un abuso en manada

Una adolescente de 16 años denunció haber sido víctima de abuso sexual por parte de cuatro jóvenes en la localidad cordobesa de Bialet Massé, en junio de 2024. Todo ocurrió luego de una salida a un boliche en Villa Carlos Paz, donde la víctima se reencontró con un grupo de conocidos. “Me taparon con una frazada y me callaron”, relató sobre el momento en que fue escondida por los acusados al ser sorprendidos por el padre de uno de ellos.

Según su abogado Facundo Amoedo, “ella estaba alcoholizada y no pudo resistirse”. La causa fue elevada a juicio más de un año después del hecho. La joven había subido a una camioneta con los sospechosos para cargar su celular, tras quedarse sin batería. En la casa, le indicaron que el cargador estaba en una habitación. “Está ahí, enchufalo y manejate, tranqui”, le dijeron.

Sin embargo, según su testimonio, fue allí donde los cuatro chicos se desnudaron y la forzaron a tener relaciones sexuales. “Les dejó en claro que no quería, pero no le importó a ninguno”, explicó el letrado. De hecho, uno de ellos era un amigo de la familia. Durante el abuso, el padre de uno de los agresores golpeó la puerta, pero los jóvenes ocultaron a la víctima.

“Su hijo habló y después siguieron abusando de ella”, denunció el representante legal. La adolescente escapó cuando su madre llegó a la vivienda tras ubicarla gracias a una amiga. “Se vistió como pudo, no encontró su ropa y salió con el jogging de uno de los chicos”, detalló Amoedo. Al volver a su hogar, rompió en llanto y les contó todo a sus padres, quienes radicaron la denuncia.

Desde ese momento, la familia de la víctima sufrió amenazas y ataques. “El local fue baleado por el padre de uno de los imputados. Frenó enfrente, disparó cinco veces y se dio a la fuga”, afirmó Amoedo. Aunque el atacante principal fue condenado, ya recuperó la libertad. Los parientes de la chica ya evalúan abandonar Bialet Massé ante el constante hostigamiento.

El único mayor de edad, Martiniano Flores Correchier, será juzgado en octubre. Los otros tres, que tenían entre 16 y 17 años, enfrentarán un tribunal juvenil al alcanzar la mayoría de edad. “No quedan libres: son imputables y punibles”, aseguró Amoedo. La fiscalía acusó a todos por abuso sexual grupal, basándose en pericias, testimonios y chats.