Escándalo en la Policía: usaban presos y efectivos para hacer refacciones en una casa
Un alto jefe de la fuerza y su segundo fueron expulsados.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Un alto jefe de la Policía de Tucumán fue aprehendido luego de que se confirmara que utilizaba a efectivos policiales y a detenidos para realizar trabajos de albañilería en una vivienda de El Cadillal. El hecho derivó en una investigación administrativa y penal que sacudió a la fuerza provincial.
“Ya está en marcha una investigación administrativa para reunir pruebas y entregárselas a la Justicia. Aquí hay una serie de irregularidades y los que las cometieron deberán responder penalmente”, declaró el jefe de Policía, Joaquín Girvau, al anunciar la medida.
La investigación comenzó tras un llamado anónimo al ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, quien fue alertado de que Gustavo Beltrán, jefe de la Unidad Regional Norte, estaría utilizando a personal policial y presos para refaccionar una casa. El funcionario informó la situación al gobernador Osvaldo Jaldo, y ambos pidieron la intervención de la fiscala de Estado, Gilda Pedicone.
Horas más tarde, personal judicial inspeccionó la propiedad y confirmó la denuncia: en una vivienda de Villa del Parque encontraron dos policías y dos presos trabajando. Un escribano del Gobierno labró un acta notarial con lo ocurrido, mientras el escándalo ya tomaba estado público.
De inmediato, el gobierno provincial firmó un decreto —con la rúbrica de Jaldo y Agüero Gamboa— para dar de baja a Beltrán y a su segundo, el comisario Sergio Juárez, quienes estaban al frente de una de las jurisdicciones más importantes de la provincia, que abarca Trancas, Las Talitas, Tafí Viejo y Yerba Buena.
Ambos fueron expulsados de la fuerza, una sanción más severa que la disponibilidad o el retiro, ya que impide que se jubilen por un tiempo. En paralelo, la fiscala Mariana Rivadeneira ordenó la aprehensión de Beltrán y Juárez. Mientras el primero fue detenido tras permanecer varias horas en la oficina de Recursos Humanos de la Policía, el segundo se presentó voluntariamente y entregó su teléfono celular, aunque también quedó implicado por no haber denunciado las irregularidades de su superior.
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