Tras 55 años de trabajo y amistad, cierra un reconocido negocio del interior bonaerense

Mari Napolitano y Gladys Marelli crearon la Mercería Marisol. Juntas hicieron el primer moisés para cientos de bebés juarenses. En pocos días el histórico comercio baja definitivamente sus persianas.

Tras 55 años de trabajo y amistad, cierra un reconocido negocio del interior bonaerense

22 de Noviembre de 2025 15:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

Cuando Mari Hebe Napolitano (87) y Gladys Ethel Marelli (85) pusieron en marcha ese sueño compartido al que bautizaron Mercería Marisol, en pleno centro de Benito Juárez -el lunes 25 de mayo de 1970-, el mundo era distinto. Esa ciudad tenía unos 11 mil habitantes -hoy roza los 16 mil-; hacía pocos meses que el hombre había pisado por primera vez la Luna; regían los pesos moneda nacional; y el actual presidente Javier Milei todavía no había nacido.

"Nos conocimos en Casa Sportman -cuenta hoy Mari al periódico local El Fénix-Yo estaba en el escritorio y también atendía, y enseguida también ingresó Gladys como vendedora. Cuando uno de los socios se separó, nos invitó a poner una mercería. La abrimos, y al poco tiempo él se fue... y quedamos las dos. Así nació Marisol".

Mercería Marisol se despide de Benito Juárez.

La elección del nombre fue azarosa, simplemente les gustó Marisol. El primer local funcionó en Avenida Urquiza, donde años atrás se ubicaba el hospedaje de la familia Echeverría y donde actualmente está el Juzgado de Paz. "Habíamos hecho un altillo y trabajábamos ahí. Estuvimos unos cinco años, hasta que nos ofrecieron este local en el que estamos hoy, en la calle Zibecchi, en el centro de Benito Juárez", cuenta Gladys.

El local era pequeño, pero lo ampliaron y renovaron: colocaron piso cerámico, bajaron el techo y lo adaptaron a las necesidades del emprendimiento. Pasaron 55 años y sigue casi igual.

Con profundo sentimiento, agradecen a cada cliente y vecino, ellos que les están organizando una merecida despedida. Es que Mari y Gladys hicieron el primer moisés para cientos de juarenses.

"Nos vamos felices y muy lúcidas. Le damos gracias a Dios porque podemos decidir con claridad este cierre -dicen a dúo Mari y Gladys-. Ahora tenemos todo en liquidación, una vez que se venda lo último cerraremos la puerta, ¡y a descansar!", concluyeron.