Mar del Plata cumple 151 años: de saladero a balneario de elite y joya del turismo de masas

La ciudad cumple 151 años y repasamos la historia turística de una Mar del Plata que supo adaptarse a los cambios políticos y las demandas del público que año tras año la elige como destino para vacacionar.

Mar del Plata pasó de ser un balneario de elite al destino estrella del turismo de masas.

10 de Febrero de 2025 08:13

Mar del Plata es sinónimo de playa y vacaciones. En medio de una temporada en la que la ciudad se afirma como destino turístico celebra sus 151 años de vida con un cambio en el paradigma de los visitantes que eligen llegar a sus costas. Con el foco puesto en el turismo joven, los marplatenses vuelven a experimentar y adaptarse a los cambios generacionales que propone la nueva tendencia. “Mar del Plata es la capital del turismo joven”, asegura el titular del ente Municipal de Turismo y Cultura a 0223.

En diálogo con este medio, Bernardo Martin afirma que transformar a Mar del Plata en la capital del turismo joven es la “apuesta central de la gestión”. Pero, cómo pasó la ciudad de ser el balneario exclusivo de la elite porteña a transformarse en el epicentro de miles de jóvenes que copan las playas del sur cada tarde- noche.

En el libro “Mar del Plata, un sueño de los argentinos” los historiadores Elisa Pastoriza y Juan Carlos Torre dan cuenta de los procesos sociales que fueron transformando a la ciudad desde finales de 1800 hasta la actualidad. De acuerdo al texto, la ciudad no surgió como villa balnearia, aunque al poco tiempo de su creación se transformó en la preferida de los porteños y terratenientes del interior del país para pasar largas estadías estivales.

De acuerdo al texto, fue Pedro Luro junto a los hijos de Patricio Peralta Ramos  quienes desarrollaron el concepto de ciudad balnearia tomando como modelo los balnearios europeos, algo que pudo ser impulsado entre otras cosas gracias a la llegada del ferrocarril. Esto dio a la ciudad el primero de sus sinónimos: “La Biarritz argentina”

Rápidamente la ciudad se llenó de casas de veraneo y se transformó en la villa balnearia por excelencia para la elite porteña y unos pocos terratenientes del interior del país. Solo llegaban a la ciudad quienes tenían movilidad propia y estaban dispuestos a destinar largas horas de viaje para pasar un mínimo de un mes en la tranquila Mar del Plata. 

El primer gran cambio llegó en 1886 cuando se expandió la línea de ferrocarril. Dos años más tarde, para dar respuesta a la cantidad de gente que llegaba a la ciudad y no contaba con una villa propia, se fundó el Bristol Hotel, el primer gran hotel de la ciudad y que fue epicentro de la vida social de la Mar del Plata estival.

Fue, de acuerdo a los historiadores la época dorada de Mar del Plata, que se veía beneficiada por la imposibilidad de las clases altas a viajar a Europa por los avatares de la Gran Guerra. Fue la época en la que se instaló la rambla y el paisajista Carlos Thays diseñó la Plaza Colón y el paseo costero que comprendía de la costa desde Playa Grande hasta la rambla.

Pero, la crisis del 29, la llegada del socialismo y las oleadas migratorias y los cambios socioculturales se hicieron eco en Mar del Plata que, de año tras año presentaba un incremento de veraneantes que veían a Mar del Plata como “la ciudad deseada” y con ella llegue el incremento en la infraestructura y comenzó a poblarse la incipiente ciudad por quienes veían en Mar del Plata la posibilidad de desarrollarse laboralmente. Para 1940, la ciudad recibía 450 mil turistas.

La situación fue similar hasta la llegada del peronismo y, con él la ampliación de derechos. Las clases altas porteñas, ante el avance de la presencia de la clase trabajadora en los balnearios que otrora disfrutaban exclusivamente eligió otros destinos para vacacionar. En la década del 60 la “Mar del Plata de todos” era un hecho. 

Fue por entonces que “La feliz” explotaba gracias al turismo sindical “El turismo de masas siguió patrones más semejantes a los países centrales que a otros de América Latina”, aseguran Pastoriza y Torres en el texto mencionado. De acuerdo a os registros oficiales, la temporada 1972-73 tuvo un récord de 3 millones de visitantes.

La ciudad siguió aumentando el caudal de visitantes año a año, pese a los vaivenes de la economía y, fue en la década del 70 cuando las clases altas abandonaron las playas marplatenses para apostar por la costa de Miami y otros destinos internacionales. Entonces, la “perla del Atlántico” era sinónimo de veraneo para las clases medias y trabajadoras. Fue la época en la que la cartelera teatral colapsó con espectáculos de revista y obras picarescas.}

Hoy, Mar del Plata sigue siendo la ciudad de referencia a la hora de pensar en las vacaciones de verano. Cuenta con más de mil hoteles, noventa balnearios, cientos de departamentos en alquiler y millones de visitantes por temporada y apuesta a un turismo joven.

“El turismo joven es la apuesta central de esta gestión y trabajamos en conjunto con el sector privado para garantizarles a los jovenes el esparcimiento y la seguridad”, cierra Bernardo Martín.