¿Te acordás del Trío Galleta? La banda marplatense que triunfó en Brasil y le ganó a Roberto Carlos
La banda nació en Mar del Plata a comienzos de los 70. Sus primeros dos discos fueron un éxito y en Brasil dejaron en segundo lugar al mismísimo Roberto Carlos. El Trío Galleta y una historia que fue homenajeada por marplatenses hace pocos años.
Carlos Iturbide decide juntarse con Juan Carlos (Juancho) Saporiti y Aníbal Conte, para darle forma al Trío Galleta. Eran los finales de los 60 y principios de los 70, y la música beat acaparaba todos los ambientes musicales. El estilo que se imponía era cantar en inglés y, si bien esta costumbre ya iba cambiando, el Trío Galleta optó por otro camino. Con el sello de la voz distintiva de Iturbide, la banda lanza su primer disco de covers en 1970, Estoy herido, con temas de Bill Deal and the Rhondels, Creedence Clearwater Revival y The Doors, entre otros.
Según cuentan algunas crónicas de la época, la fecha real del nacimiento del grupo debe ubicarse en junio de 1969. Más exactamente el 6 de junio de ese año, ya que fue el día en que un representante los descubrió en el local marplatense Korsica. Dicen también que no había pasado una semana cuando ya estaban grabando Orgullosa Mary en el estudio Odeón, aunque no pudieron finalizar el trabajo.
La primera aparición fuerte y con temas propios la concretan en 1971 con una participación en la película Así es Buenos Aires, dirigida por Emiliano Vieyra, donde interpretan su tema Igual que ayer, igual que antes.
Durante ese potente comienzo, la banda brindó un reportaje a la revista Pelo, una señera publicación sobre rock nacional, donde muestran lo convencido y firme de su intención de hacer carrera en la música: “Para sentirse verdaderamente músico hace falta hacer muchas cosas y ser un conjunto no se logra con tres simples y un long play. Pienso que hace falta mucho más. Los que no están adentro de la música creen que un conjunto, por el hecho de formarse, ya tiene todo solucionado. Pero hace falta mucho para justificar titularse con esa palabra, a veces años”, responde Juan Carlos Saporiti, el baterista del grupo.
Bajo la influencia de músicos y artistas como James Brown, Ray Charles, Creedence y Steve Cooper, se lanzan de lleno en 1971 a presentar su nuevo material: Galleta Soul. En esta oportunidad, ocho de las doce canciones son de composición propia (Iturbide y Conte eran los encargados de las letras), con una fuerte impronta realista, tocando temas como los problemas raciales y las drogas.
En ese año, la banda logra su primer éxito internacional y, de la mano de eso, su primer contrato con la Rede Globo. El Trío Galleta pone un pie en Brasil y se convierte en un éxito casi de inmediato. Pasan a ocupar el primer lugar en listas de ventas durante 14 semanas y dejan en segundo lugar, nada más ni nada menos, que a Roberto Carlos.
La banda tiene bien en claro qué quiere ser y a dónde llegar. En una entrevista a la revista Siete días Ilustrados se apunta: “Quizás por esa razón juran ser otra cosa que los conjuntos en apariencia afines; ‘Lo nuestro no es equiparable a lo que hace Almendra. Ellos son muy buenos, pero no practican el beat, más bien son boleristas; tampoco estamos con Manal. Lo que hacen puede ser arte para ellos, pero no es popular, no llega a toda la gente, pese a encerrar calidad’. En cambio, Galleta insiste en que los músicos ‘logren vivir de su música, sin cejar por eso en el camino que crean justo: nosotros lo conseguimos gracias a nuestra conjunción de ritmo caliente, simplicidad y una terrible interrelación con el público’".
El éxito sigue, y en 1972, la canción Estoy tan feliz de Iturbide y Conte alcanza el puesto 37 en el ranking de las 100 más escuchadas de Brasil.
La banda pasa por distintas etapas hasta que, a los cinco años de su formación, Iturbide decide continuar y suma un nuevo miembro, lo que lleva a la banda a cambiar su nombre a simplemente Galleta. Con su nuevo disco, homónimo a la banda, demuestran su alejamiento del soul que los definió en sus inicios.
El disco no tiene buena repercusión en el público, ni siquiera en el brasileño que tanto los había acompañado anteriormente, pero el reconocimiento hacia Iturbide sigue creciendo hasta llegar a ser considerado un ídolo en Brasil.
Ya en la década del 80, se lanza el último disco de la banda: Trío Galleta y, en 1986, uno de sus temas aparece en la colección brasileña 14 discos de ouro (14 discos de oro) de Brasil.
Sus discos
Enciende mi fuego fue el primer material presentado por la banda. Carlos Iturbide es el guitarrista del grupo, pero además aporta una de las mejores voces de la Argentina: “La voz blanca más negra del país”, llegaron a definirla.
En la entrevista de la revista Siete días Ilustrados (6 de julio de 1970), Iturbide responde: "Yo admiro a la raza negra; ella atesora la verdad que busco, la envuelve en flexibilidad, sinceridad y limpieza. Al cantar trato de meterme en ese espíritu. Me siento uno de ellos, aunque mi piel sea blanca. Si la mente tuviera color, si pudiera ser fotografiada, en ese momento sería negra". Ahí mismo, Conte agrega lo que sería un buen título para la nota: “Admiramos a los negros, porque nuestra vida es negra".
El disco está todo cantado en inglés e, inmediatamente, se convierten en una de las bandas con el sonido más extranjero de ese momento.
En la portada del disco se los puede ver a los tres, bajo una paleta de colores azules, posando casi como estrellas de cine: pantalones de vestir, camisas al tono, piernas bien abiertas y ocupando casi la totalidad de la imagen. Los 70 a pleno en los cortes de los pantalones, sus cabellos y los lentes que utilizan. Se puede notar la energía y el espíritu aventurero de los 20 años en ellos y su primer material.
Pero, sin dudas, su gran éxito llega con el que muchos coinciden en que es su mejor disco, Galleta Soul en 1971. Todo el lado uno del disco está compuesto por temas propios, como Te veré en la esquina, Millas caminadas o Estoy abandonado, entre otros. En el lado dos, solo dos son compartidos: Igual que ayer, igual que antes y Tómalo, y el resto con covers de algunos clásicos como el Rock de la cárcel y Georgia on My Mind.
Con una portada más psicodélica y en tonos rosa fuertes, se diferencia mucho del primer material, pero lo más interesante aparece en la contratapa, donde se explicita: “Aquí está el Trío Galleta bajo la faz que todos querían conocer: compositores (…)”. Luego enuncian sus influencias a la hora de escribir e interpretar y mencionan la constante búsqueda musical del grupo.
Llega el éxito de la mano de este material, pero solo quedará tiempo para un disco más: Galleta. Ya en formato de cuarteto, en 1975, la banda que se formó en Mar del Plata comienza a dejar el soul de lado. Ya no son todas las canciones hechas por Iturbide y vuelven a un mayor número de covers, como al inicio.
En 1981, el trío original (Saporiti, Iturbide y Conte) vuelve a grabar y titulan el disco Trío Galleta, como al primero. La diferencia con aquel inicio es que los temas, en este último caso, están cantados en español.
En la portada se los puede ver al trío sobre un escenario, tocando en pleno recital, pero con una tonalidad más oscura. Sin embargo, no logran el reconocimiento ni alcanzan el pico que tuvieron musicalmente con Galleta Soul.
El Trío Galleta tuvo su homenaje en la ciudad que los vio nacer: Mar del Plata. Los hijos del propio Iturbide viven y hacen su música en esta ciudad. Ellos mismos armaron la presentación para el 12 de septiembre de 2009 en la sala Payro del Teatro Auditorium.
Del mismo participaron Juan Iturbide (guitarra), Diego "Piru" Iturbide (voz y guitarra), Mateo Iturbide (voz), Jeremías Giménez (bajo), Louis Chaves (batería), Héctor Merlo, María Natalia Fernández y Yanina Volpe (coros). Fueron casi 90 minutos donde la música hizo lo suyo y trasladó a más de una generación a aquella época.
Muchos minutos, acordes, lágrimas y aplausos después, el Trío Galleta había obtenido su homenaje de la mano de su familia, de sus amigos y de los muchos que los escucharon. El Trío Galleta no solo había hecho música, sino que también había acompañado a una generación a transitar todo tipo de momentos. Los años pasaron, algunos ya no están, pero su música y lo que con ella generaron y provocaron sigue en perfecta armonía.
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