Ya no puede caminar: al preso de la cucaracha en el oído le pegaron un balazo en el tobillo para detenerlo

La recaptura del preso que el lunes a la noche burló la custodia policial y se escapó corriendo del Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) a donde lo llevaron porque supuestamente tenía una cucaracha en el oído tuvo algunas características singulares que se conocen tras el operativo cerrojo en el que lo detuvieron en el barrio Las Heras: Carlos Saúl Leguizamón recibió un balazo en el tobillo luego de que atacara con un hierro a uno de los policías que participaba del procedimiento.

La detención del hombre de 34, adelantada por 0223 al igual que la fuga inicial, comenzó a encaminarse a partir de los datos recabados por distintos Gabinetes Técnicos Operativos que lo ubicaron en el barrio Las Heras.

De esa manera se hizo efectivo un operativo para rodear la manzana compuesta por las calles Benito Lynch, García Lorca, Mac Gaul y Vignolo y lograron descubrir el lugar donde se guarecía. El prófugo saltó varios techos y fue avistado por el sub comisario Walter Gómez quien le dio la voz de alto aunque Leguizamón lo golpeó en las piernas con una barra de hierro y lo hizo perder el equilibrio.

Antes de que pudiera golpearlo en la cabeza, el titular de la comisaría cuarta sacó su arma reglamentaria y efectuó un disparo que dio en el tobillo de Leguizamón. Rengueando, quiso subir otra  vez a los techos, pero fue aprehendido en la calle Vignolo al 3000.

El imputado fue revisado en el área de Cuerpo Médico donde confirmaron que la herida de bala en el tobillo derecho tenía orificio de entrada y salida: luego de las curaciones, recibió el alta médica y fue trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán. Por su parte la herida del sub comisario no revestía gravedad.

Además de la causa por evasión que inició el día anterior, las autoridades judiciales en turno ordenaron una nueva imputación por lesiones leves.