Torturaron hasta matar a un anciano: el macabro motivo por el que lo hicieron

Conmoción por la muerte de un anciano. Fue encontrado desfigurado y tapado con una frazada en su vivienda, lo cual levantó sospechas sobre la causa del aberrante crimen. El cuerpo estaba en estado de descomposición y creen que el cadáver permaneció durante 15 días en el mismo lugar.

Los vecinos afirman que fue salvajemente torturado y asesinado para usurparle la casa que había construido en Rincón Argentino, la toma aledaña que se extiende sobre la costa del río Negro, en el límite con Fernández Oro. Un conflicto que escala y preocupa en Neuquén.

Los presuntos autores, un matrimonio con un hijo mayor, tuvieron abandonar el asentamiento porque en una pueblada les incendiaron dos casas que ocupaban. La víctima del asesinato fue identificada Elvio Bautista Aguirre, de 69 años. Era oriundo de la provincia de Corrientes, pero hacía muchos años que vivía en la región, al igual que una hija que reside con su familia cerca de María Elvira.

Gladis Sepúlveda y Cecilia Astete, dos referentes del sector barrial, contaron en declaraciones a la prensa que Aguirre, a quien recuerdan como “el Abuelito”, vivía solo en una humilde vivienda, donde atendía un pequeño comercio que le permitía subsistir, dado que cobraba una jubilación mínima. Por la forma en que lo evocaron, revelaron que el hombre era muy apreciado.

Aseguran que quienes serían los acusados lo hostigaban y amenazaban constantemente para que les fiara bebidas. Él ya se lo había advertido a los conocidos. Pero presumen que el interés era su casa. Agregaron que hace algunas semanas la hija lo fue a visitar, y no la atendía. Entonces con la ayuda de otros vecinos lograron entrar al inmueble y encontraron al hombre sin vida envuelto en una frazada.

Cuando la hija pidió verlo, observó que tenía el rostro desfigurado, heridas de quemaduras y otras lesiones. Hasta presumió que le pudieron haber dado algún tipo de veneno, porque estaba deformado. También notó que le faltaban algunas de sus pertenencias: una escopeta, por ejemplo.

Todas las presunciones se acentuaron cuando descubrieron que los acusados se instalaron en la morada de don Aguirre. La mujer limpió todo el interior, suponen que para borrar rastros, y que instaló sus cosas. 

La presencia de los intrusos en el lugar enardeció a un grupo de vecinos, quienes la fueron a increpar para que se fuera del lugar. Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa porque la mujer, al verse expuesta, confesó que al abuelo lo habían asesinado, y responsabilizó al hijo y a su pareja. Pidió perdón, porque "se les había ido la mano".

Tras el horror y la confesión de la mujer, estalló la bronca y la situación se tornó aún más violenta. Los vecinos decidieron echar a la mujer y también fueron a otras dos casas que ocupaban y se las incendiaron, por lo que los acusados optaron por escapar. Fue un momento de mucha tensión. Incluso relataron que huyeron por el río y por las chacras.