Globant cierra dos oficinas en Argentina: cuál es la situación en Mar del Plata
La empresa tecnológica reconoció las oficinas de Ushuaia y Resistencia "requieren una inversión que no se justifica", aunque no necesariamente implica despidos. En lo que va del 2025 sus acciones cayeron un 54%, algo que no sucedía desde la pandemia de coronavirus.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El unicornio tecnológico argentino Globant, con presencia en Mar del Plata, atraviesa un momento delicado. Sus acciones se desplomaron un 50% en lo que va del año y la compañía - fundada por el marplatense Guibert Englebienne - confirmó el cierre de dos oficinas en la Argentina.
A través de un comunicado al que accedió 0223, la empresa reveló que avanzará con el cierre de sus sedes en Ushuaia y Resistencia. “Tienen extremadamente baja ocupación y requieren una inversión que no se justifica. En esas ciudades, vamos a generar otras actividades que fomenten más la conexión entre nuestros Globers -así llaman a sus empleados- locales”, indicaron.
En el escrito enfatizaron que Argentina "es una de nuestras operaciones más importantes con más de 5.000 personas" y que en el marco de la coyuntura económica continuarán con su proceso de expansión.
Ante el crecimiento de los rumores de crisis y despidos, el gigante tecnológico aclaró que, a excepción de las de Ushuaia y Resistencia, las 10 oficinas restantes permanecerán abiertas, por lo que se descarta cualquier tipo de impacto en la sucursal de Mar del Plata, ubicada sobre la avenida Colón al 1100, donde funcionaba el antiguo Museo del Mar.
"Hoy contamos con Globers en 140 ciudades en todas las provincias del país. Estamos orgullosos de tener empleados en 36 países de 103 nacionalidades, y seguir creciendo", concluyeron.
Según trascendió en distintos medios, el unicornio reportó ingresos por US$611 millones, un número por debajo del esperado por analistas del mercado -apuntaban a US$625 millones-. El beneficio por acción también fue inferior al esperado: US$1,50 dólares contra US$1,60. Lo que terminó de desatar la desconfianza inversora fue el recorte en las proyecciones para el segundo trimestre y para todo 2025.
Estos números ocasionaron un desplome del valor de las acciones. A principios de año cotizaban en torno a los U$S 220 cada una y tras la presentación de los resultados del primer trimestre - rondaban en los U$S 140 - cayeron hasta los U$S 95, algo que no pasaba desde la pandemia de 2020.
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