La insólita historia de un juvenil de Independiente que llegó a una selección europea por un videojuego

Un delantero de la Reserva del Rojo fue convocado por la Sub 17 de Hungría tras ser descubierto en Football Manager. Sueña con debutar en Primera.

Un delantero de la Reserva del Rojo fue convocado por la Sub 17 de Hungría tras ser descubierto en Football Manager. Sueña con debutar en Primera.

4 de Junio de 2025 17:55

Por Redacción 0223

PARA 0223

Simón Bodnar, delantero de la Reserva de Independiente, vive un presente soñado: a sus 16 años, fue convocado por la selección Sub 17 de Hungría tras ser descubierto en el videojuego Football Manager. La curiosa historia mezcla fútbol, scouting digital y raíces familiares que lo conectan con Europa desde Avellaneda.

Nacido en Buenos Aires en agosto de 2007, Bodnar se formó desde los 7 años en las Inferiores de Independiente. Hace apenas unas semanas firmó su primer contrato profesional con el club hasta diciembre de 2027. La convocatoria a Hungría llegó justo antes, tras un contacto insólito: un hincha húngaro lo vio en el juego, se sorprendió por su apellido, lo buscó por Instagram y pasó sus datos a la federación.

Durante una semana, el juvenil entrenó con la Sub 17 húngara en Budapest mientras avanza con los trámites de la doble ciudadanía. En diálogo con medios partidarios, contó que el estilo de juego europeo lo cautivó por su velocidad y técnica, y que incluso el entrenador hablaba español, lo que facilitó su adaptación.

Pese a la experiencia internacional, Bodnar no pierde el foco: quiere debutar con la camiseta del Rojo. Ya sumó entrenamientos con el plantel profesional y no oculta su entusiasmo. Mide 1,85 metros y puede jugar en varias posiciones del frente de ataque, lo que lo convierte en una promesa a seguir en el fútbol argentino.

Hijo de una familia de guardavidas, comenzó a jugar en el Club Cultural de Tapiales. Su mamá filmaba y subía sus partidos a redes sociales, despertando el interés de varios clubes. Finalmente eligió Independiente por herencia familiar: “Desde que nací soy del Rojo por mi papá”, contó con orgullo.

Aunque fue invitado a volver a Hungría en el verano europeo, Bodnar no quedó ligado a esa federación. Según el reglamento FIFA, un futbolista no queda atado hasta disputar tres partidos oficiales en la selección mayor. Como Garnacho, aún puede elegir. Mientras tanto, su historia demuestra que el camino al fútbol grande puede empezar también en un “jueguito”.