Se escapó de un geriátrico con 92 años para denunciar abusos: "Prefiero morir en una pieza"

El calvario que vivió el hombre estremece a todo el país. Busca justicia y terminar con los maltratos a los adultos mayores. Su relato.

El jubilado de 92 años llegó a pie a denunciar su situación. Foto: El Tribuno.

7 de Junio de 2025 11:06

Por Redacción 0223

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La odisea de Arturo González estremece a todo el país. El jubilado de 92 años proveniente de la provincia de Salta dio a conocer en las últimas horas un calvario que le tocó vivir en un geriátrico de la capital provincial, del cual logró huir para contar su historia.

La noticia fue publicada por el medio local El Tribuno, que relató cómo el hombre se lanzó desde Santa Lucía, mitad caminando mitad en ómnibus, para denunciar en el diario la difícil situación que le tocó vivir.

Don Arturo, amante de los libros, quien años atrás donó centenares de ejemplares a distintas bibliotecas de esta capital dijo, con dolor y lágrimas, que solo exige justicia, que los mecanismos del Estado se muevan y que los controles no cesen en el cuidado de los adultos mayores.

El hombre dijo que tuvo que huir de las manos de la encargada de un geriátrico, una tal "Yapura", quien lo sometió a todo tipo de malos tratos, vejámenes inconfesables, entre ellos golpes y lo peor, le negó dos días seguidos la comida y el agua. "Me mantuve comiendo solo frutas hasta que me retiré con una bolsita. No voy a volver, pero solo exijo un poco de justicia, nada más. A mí me conoce todo el mundo en Salta, fui directivo de varias bibliotecas y fui narrador en la Casa de la Cultura. No tengo más interés de que se haga justicia" expresó.

Don Arturo dijo la encargada lo golpeó, pateó y le hizo mucho daño: "Ya no pude más". En ese lugar hay 17 ancianos, todos en sillas de rueda. "Solo éramos tres los que caminábamos y aún así me maltrataba todo el tiempo" aseguró.

"Me fui de allí y aunque no quiero molestar a mis hijos, tuve que acudir al único varón y él me preguntó '¿Adónde vas a dormir ahora?' y yo le respondí en el parque San Martín, en donde sea, porque yo a ese lugar ya no quiero volver nunca más".

"No deseo ese trato para la gente mayor, todos tuvimos padres y abuelos, debe haber algo de justicia. Tiene que haber más controles, más respeto por los mayores, más empatía. Le dejo mi último recibo de pago del geriátrico y mostró una factura por 450.000 pesos. Yo estoy en Santa Lucía, calle Santa Marta 1787, detrás del colegio por si alguien duda de mi verdad", dijo firme y fuerte.