“Plaza del Sol”: el nuevo espacio público que se suma en un pujante barrio marplatense
El Concejo Deliberante oficializó el nombre para el espacio verde que vecinos del sur ya habían hecho propio. El cartel será colocado por la comunidad, en una muestra de apropiación y pertenencia.
Por Redacción 0223
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Durante años fue simplemente "la placita". El lugar de juegos, de caminatas al atardecer, de mate compartido bajo el sol o al reparo de un árbol. Un punto de encuentro para los vecinos del barrio Mar y Sol que no figuraba en ningún plano oficial con nombre propio. Pero ya es historia pasada, ya que el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza que formaliza su existencia y la bautiza con el nombre que eligieron quienes la caminan a diario: Plaza del Sol.
La ordenanza, que fue impulsada por el bloque de Acción Marplatense, reconoce oficialmente como espacio público verde a la manzana ubicada entre las calles 10 Bis, 509, 12 Bis y 30, en el corazón del barrio, lugar que en los hechos funciona como plaza y que recientemente contó con un reequipamiento impulsado por la Sociedad de Fomento Barrio Mar y Sol.. Pero más que una regularización técnica, el gesto tiene un fuerte peso simbólico: la plaza deja de ser un terreno más del mapa para convertirse en un lugar con identidad.
La iniciativa nació del reclamo de los vecinos, que no solo usan el espacio, sino que también se comprometieron a aportar el cartel nomenclador que señalará su nombre. El Municipio, en tanto, se encargará del control de calidad y la instalación del cartel.
El proyecto que dio origen a la ordenanza no fue solo un trámite administrativo. En su fundamentación, la concejala Eva Ayala rescató el valor de los espacios públicos como lugares de encuentro, de pertenencia, de construcción de comunidad. “Son lugares donde todos somos iguales”, citaba el texto, recuperando una definición del urbanista Ramón Chehade Herrera. “Espacios que permiten la interacción y la cohesión social, que generan identidad y confianza en lo colectivo”, puntualizó.
En este caso, el nombre propuesto -Plaza del Sol- no vino de una comisión ni de un concurso, sino del uso cotidiano, de la espontaneidad barrial. Porque a veces los nombres aparecen primero en la boca de los chicos que juegan y después en los papeles. Solo faltaba la voluntad política para reconocerlo.
Con la ordenanza aprobada, el predio fue además incorporado formalmente al Distrito de Urbanización Parque (UP), lo que asegura su destino como espacio verde en los planos de zonificación. Y aunque se trata de una formalidad, tiene implicancias concretas: impide que el lugar sea destinado a otro uso y asegura que su vocación de plaza se respete con el tiempo.
Es una pequeña victoria, quizás, en una ciudad donde muchas veces los espacios públicos son los grandes olvidados. Pero para el barrio Mar y Sol, es algo más: es una afirmación de identidad. Una forma de decir “esto es nuestro”. Y ahora, también, tiene nombre.
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