"Le tapó la cabeza con una almohada": el terrible final del nene de 8 años asesinado por su papá

El acusado y la mamá del pequeño se estaban separando cuando se produjo el bestial crimen.

Después de asfixiar al menor, el homicida quiso suicidarse.

15 de Agosto de 2025 10:41

Por Redacción 0223

PARA 0223

Natalia Ciak atraviesa un calvario desde el martes 5 de agosto, el fatídico día en el que su expareja mató a Joaquín, su hijo de 8 años, en la casa que compartían en Lomas de Zamora y luego intentó quitarse la vida. Alejandro Rufo, de 52 años, aprovechó que estaba solo con el nene para asfixiarlo mientras dormía: un familiar contó que el sujeto "le tapó la cabeza con una almohada".

Por lo pronto, se sabe que el hombre y la mujer estaban atravesando un proceso de separación y hacían terapia de pareja de forma individual. Si bien el individuo prometió irse de la casa en pocos días, mientras tanto seguía ejerciendo violencia verbal hacia ella. Sin embargo, la damnificada “jamás creyó que podría atacar a Joaco”. En este sentido, la persona allegada precisó que Alejandro “estaba celoso de la relación que ella tenía con el pequeño“.

Cuando se produjo el ataque, Alejandro le preparó un café a su expareja, y minutos después la llevó a tomar la combi que la trasladaba a su trabajo los tres días de la semana que asiste de forma presencial a la oficina. Luego, debía llevar a Joaquín al colegio, pero nunca lo hizo. La mamá comenzó a sospechar que algo extraño pasaba, ya que su hijo cada vez que llegaba a la escuela le avisaba por videollamada o por mensaje de WhatsApp: no hubo señales en absoluto.

Con el pasar de los minutos, llamó a la institución para saber si el menor estaba allí, pero recibió una respuesta negativa. En ese lapso, Rufo realizó posteos en redes sociales insultando a Natalia: una de las hipótesis es que se enteró de que ella se iba a ir de la casa en esa misma jornada, y la única persona que estaba al tanto de esa situación era una de sus cuñadas.

“Joaquín le decía que no estaba tranquilo”, reveló un familiar, en referencia a que el nene no toleraba los maltratos de su padre hacia su madre. Cuando Natalia le consultó a su exesposo por qué no había llevado al nene a la escuela, la respuesta fue que iba a borrar las publicaciones de sus redes sociales; mientras que aseguró que su hijo estaba durmiendo. “En el momento en el que dijo eso, ya lo había matado”, remarcó el allegado a la víctima.

Una vez que la mujer arribó a su casa ubicada en la calle Eustaquio Díaz Vélez, y con un patrullero que la esperó en la puerta, se encontró con la terrorífica escena: el acusado estaba en el living totalmente ensangrentado, mientras que el niño estaba muerto en su habitación. Alejandro Rufo fue trasladado de urgencia al hospital Gandulfo, donde todavía permanece internado en la unidad de terapia intensiva con custodia policial.