"Podés venir desnuda": el juez involucrado en el juicio de Maradona que fue acusado por acoso sexual

Un nuevo escándalo rodea al proceso judicial que viene sumando capítulos polémicos. Los mensajes y la denuncia de la secretaria.

El juez investigado tras la denuncia.

20 de Agosto de 2025 11:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

El 19 de junio el presidente de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro, Ernesto García Maañón, llevaba adelante el sorteo para designar un nuevo tribunal del caso Maradona después del Makintach-gate, estaba por estallar una denuncia por acoso sexual y laboral contra el magistrado, de 75 años de edad, e instructor de tiro.

El juez es aficionado al tiro.

Su secretaria - G.S.- que estuvo a cargo de la organización del sorteo del tribunal del caso Maradona denunció dos semanas después de ese acto al juez García Maañón y ahora aportó chats y audios por la acusación de acoso sexual y laboral. G.S. está con licencia psiquiátrica y pidió cambio de tareas en el Poder Judicial.

García Maañón renunció el 31 de julio, pero aún Axel Kicillof, como en el caso de Julieta Makintach, no aceptó la dimisión. El juez es investigado en la Subsecretaría de Control Disciplinario de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y enfrenta una denuncia en la Justicia.

En las últimas horas, su ex secretaria presentó chats y audios para ampliar la denuncia de acoso sexual y laboral. Se trata de 145 audios que su abogado Juan Saucedo presentó el lunes en la Justicia.

GS, la denunciante, aportó como prueba una serie de conversaciones y audios de WhatsApp que habrían tenido lugar después de que García Maañón asumiera como Presidente de la Cámara de Apelación y Garantías de San Isidro, a fines de febrero.

Los chats de la polémica.

El documento, según publicó TN, detalla un “cambio radical” en el trato de García Maañón a la denunciante, que se habría producido inmediatamente después de que ella se negara a mantener un “vínculo personal” con él. La denuncia señala una serie de episodios en los que el juez habría utilizado su posición de superior jerárquico para insistir en una relación que ella no deseaba.

El 25 de febrero, en una conversación por WhatsApp, le dijo: “Cuidá tu cuerpo y salud, que te eleva la autoestima. Consejo, look para los juramentos (y para que me envidien): pelo suelto y el traje negro escotado con mini que llevaste el martes pasado“.

G.S. explicó en la denuncia que ella trataba de ser cordial en las respuestas y que jamás volvió a usar el outfit que le había pedido el juez. Los mensajes, según la denuncia, eran permanentes. El 30 de marzo, a la 1.12 de la madrugada, recibió un WhatsApp. “¿Despierta? La noche es como el vino, te desinhibe. La noche es deseo, la pasión, la aventura”.

En otro chat, el 2 de abril, le dijo que era un “cazador” y que le gustaba la “presa difícil”, “el caballo que le costaba domarlo” y las “mujeres que no eran sumisas”.

“En una ocasión en la que nos encontrábamos a solas me ordenó: ‘Sentate en ese lugar’, señalando un cuerpo de un sillón, haciendo alusión a un sillón de tres cuerpos. Me senté y el almohadón se hundió considerablemente y quedé como hundida, pequeñita. Entonces se sentó a mi lado y, mientras yo intentaba leer y explicarle temas (de trabajo) que había llevado escrito en hojas, su mirada y su cuerpo se giró considerablemente sobre mi cuerpo y su mirada se posó por encima de mi hombro.

Fue la primera vez que me sentí intimidada por el doctor García Maañon. Era el presidente, mi jefe, nunca antes había vivido tal incomodidad. La luz tenue innecesaria, y la cercanía de su cuerpo me incomodó, sentí como que respiraba casi sobre mi cara. Yo miraba hacia abajo las hojas, tratando de leer de manera rápida la firma para retirarme y él, en un tono lento, me miraba haciendo como que le interesara lo que leía.

Me intimidó con su cercanía y lo notó. Luego, con voz suave, me preguntó ‘¿Te incomoda?’. Sí, le contesté con firmeza. Automáticamente, se levantó y se sentó en otro sillón, y me dijo, como desentendiéndose de la situación, ‘tendré que cambiar ese almohadón’“, denunció G.S.

Después de esa escena, la exsecretaria señaló que el juez insistía con ir a cenar juntos.

“Me dijo ‘con que cenemos juntos me basta. Por mí podés venir desnuda jaja…'. Sin embargo, no le pude poner freno. En horario laboral me citó en el despacho. García Maañon estaba en una postura juvenil, como excitado. Salió de su escritorio y me detuvo en el medio de su despacho después de contarle que había averiguado un lugar con menú celíaco. Me tomó de la cintura e intentó bajar la mano hacia mi cola, me sorprendí y di un paso hacia atrás, le dije ‘¿Pasó algo?’ Me dijo ‘no, solo quería verte’“, relató y dijo que ahí ella salió del despacho.

El 19 de junio, García Maañon la llamó a su despacho.

“Me dijo que me sentara. Se levantó, saco del cajón su arma, le puso el cargador, le sacó el seguro o se lo puso, dado que solo escuche el ruido, y en un movimiento rápido la pasó cerca de mi cara. No recuerdo si la puso delante de su pantalón o detrás, quedé como helada de haber visto el caño del arma pasar cerca de mi cara. Él salió del escritorio, tomó un bolso, y dijo ‘me retiro’. Salí del despacho y fui a mi despacho y comencé a llorar”, contó en la denuncia.

Tras la denuncia de G.S., la Procuración General bonaerense le dio intervención a la Fiscalía General de San Isidro, a cargo de John Broyad. La causa quedó a cargo del fiscal José Amallo. El abogado defensor de García Maañón es Adrián Murcho.