Se renuevan las denuncias por fallas en la planta de efluentes cloacales

Inaugurada hace tres años, evidencia serios inconvenientes por los cuales la oposición realizó un pedido de informes que el municipio nunca respondió. La Secretaría de Ambiente descartó su mal funcionamiento.

La planta miramarense bajo la lupa. (Foto semanarioelplaneta.net)

12 de Febrero de 2015 12:55

Por Redacción 0223

PARA 0223

Se anunció su construcción en 2010 y Miramar parecía pasar a ocupar un lugar entre las ciudades vanguardistas de la Argentina. Al año siguiente, pocos meses depués de su inauguración, los primeros problemas quedaron en evidencia. El derrotero de la Planta de Tratamiento de Efluentes Cloacales del partido de General Alvarado transcurrió del peor modo y, tras sucesivos pedidos de informes, las inundaciones de agosto de 2014 terminaron por reflejar que algo anda muy mal en el lugar.

Construida por la firma Coarco a través de una designación del municipio luego de los fondos provistos por el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), la estación depuradora se encuentra ubicada en el trayecto de la ruta 11 que une Miramar con Mar del Sud. Las primeras deficiencias se detectaron sobre las celdas de infiltración, que no lograban drenar lo suficiente y exigieron depositar nuevamente los efluentes en el mar sin su tratamiento correspondiente.

Ante los reclamos de los concejales opositores, el propio personal de Enohsa reconoció en su momento que al poco tiempo de comenzar a utilizar la planta los piletones que debían contener el agua tratada habían comenzado a rebasarse. La solución hallada para que parte de estos sedimentos puedan ser transportados, derivó en la instalación de un caño que ahora cruza el vivero Dunícola. “No necesitás ser ingeniero para ir y darte cuenta que los bordes de la cañería están revalsados” confió en diálogo con 0223 la concejal del Frente Amplio Unen, Mariela Climente.

“Queremos que el municipio reaccione. Nunca nos respondieron los pedidos de informes pero esa obra tiene solución. Se dieron cuenta que el suelo en donde la construyeron no servía y ahora el líquido que se vierte al mar tiene mucha viscocidad y olor, lo cual definitivamente no debe ser así” graficó la edil de la oposición.

En un reciente comunicado, sin embargo, la Secretaría de Planificación, Ambiente, Obras y Servicios Públicos, a través de la Dirección de Gestión Ambiental a cargo de Pilar Silva Ortiz, descartó cualquier inconveniente en la planta: “La calidad del efluente descargado se mide en base a parámetros de vuelco, tanto a las piletas de infiltración como al curso de agua que desemboca en el mar y se encuentran dentro de lo normado en la Resolución 336/03”.

Aunque las autoridades municipales reconocen que “en esta época del año las características del efluente cambian y se evidencia la presencia de mayor concentración de grasas, dando como resultado un efluente con mayor turbidez”, también aseguran que esa “fluctuación, esperable en esta época del año, se encuentra dentro de los valores normales y por debajo de los parámetros de vuelco recomendables en la normativa”.

En su misiva de prensa, el gobierno de Germán Di Cesare, incluso, afirma textualmente que “todos los comentarios acerca del incorrecto funcionamiento de las instalaciones, son falsos”. De acuerdo a la lectura de Climente, esas afirmaciones son pura “propaganda”. “En agosto pasado, con las inundaciones, toda la planta quedó bajo el agua por dos meses, no tenemos idea de su actual funcionamiento. Nosotros estamos seguros de que eso está contaminado”.