Licencias truchas: qué dijeron los dos imputados

Jorge Rubilar y Brenda Burgos decidieron hablar ante la Justicia y provocaron un fuerte revuelo. Hablaron de Adrián Alveolite y Guillermo Iglesias. Acá, los tramos más salientes de su declaración.

12 de Marzo de 2015 15:27

Por Redacción 0223

PARA 0223

Brenda Burgos y Jorge Rubilar son dos de los empleados municipales imputados en la causa que investiga la venta irregular de licencias de conducir. El pasado 5 de marzo, a través de su abogado Sergio Sosa Ortega, informaron a la fiscalía su intención de prestar declaración, algo que hasta aquí ninguno de los imputados había hecho.

Fueron sus dichos los que motorizaron una nueva investigación en torno a la venta de licencias de conducir y que podría generar nuevos imputados, según anticipó el fiscal general Fabián Fernández Garello.

El titular del Ministerio Público del Departamento Judicial de Mar del Plata señaló que tras las declaraciones de Burgos y Rubilar se buscarán elementos para saber si funcionarios superiores a Belmonte estaban al tanto y participaban de la maniobra ilegal.

Los dos imputados, que por su condición legal no declaran bajo juramento, confirmaron que todo lo que se describió ocurría y les apuntaron al director de Movilidad Urbana, Guillermo Iglesias, y al secretario de Seguridad, Adrián Alveolite, porque presuntamente conocían lo que ocurría.

 

Jorge Rubilar

* Quiero decir desde ahora que todo lo que dice la causa es verdad. Lo de las licencias irregulares no viene de ahora, viene de mucho tiempo atrás.

* Cuando ingresa Pulti como intendente pone a Belmonte de jefe de división de licencias en Roca e Independencia, lo sacan a Araneo diciéndole que si no se iba le imputarían una serie de irregularidades con los registros.

* Cuando ya estuvo Belmonte con nosotros en el Velódromo comenzó a poner trabas para que no se hagan licencias irregulares, y esto se solucionó cuando todos acordamos con él darle dinero por cada trámite. Su firma se pagaba. Esto se habló en una reunión entre todos los empleados con Belmonte. Ahí él se hizo parte de todo y todos debíamos pagarle por cada tráamite trucho. Primero se le pagaba 50 pesos, después fueron 100. Monto que se mantuvo hasta el final, hasta el allanamiento.

* Mi señora me decía que dejara todo, que tenía miedo porque era alevoso. Iglesias no me dio el pase, sin razón. Yo interpreté que Iglesias sabía todo y no quería sacarme del sistema por miedo a que yo en algún momento hablara.

* Belmonte un día dijo: “Si acá se pudre todo yo lo voy a mandar al frente a Iglesias y tengo con qué”.

* Yo por día haría entre 5 y 10 trámites; un promedio de 7 diarios. No sé cuánto cobraba el puntero. Yo cobraba por el registro B1, auto, moto y camioneta, $250, a veces $300 porque le tenía que dar 100 a Belmonte; si no había intermediario yo le cobraba más. Por los profesionales $500.

* El médico cobraba entre 200 y $250. Los médicos que estaban en la transa eran Beto Zelaschi y Federico Mosser, a ellos les pagaba cuando me daban la firma, se las pagaba en el momento.

* Lo que teníamos con Brenda era que por ejemplo el puntero mandaba un viejo hecho mierda, ella y yo lo rechazábamos, no le hacíamos el trámite. Inhabilitados tampoco hacíamos. Quiero aclarar que nosotros no podíamos levantar inhabilitados, eso se hacía desde los Juzgados de la calle Mitre. Desde allá volvían con la “rehabilitación”. Evidentemente alguien los “rehabilitaba” rápidamente.

* A uno le pregunté cómo había hecho, él me dijo que había ido al Juzgado y visto a Miguel Vidal. También una persona que conozco porque fue mi puntero de quien no recuerdo el apellido, pero se llama Víctor y vive en Sierra de los Padres, y que sería contador de Ciano, me dijo, no sé si será verdad, que Miguel Vidal cuando estaba en el Juzgado te hacía zafar multas e inhabilitaciones.

* Para mí era un descontrol, más en el último año, no lo respetaban a Belmonte como jefe. Llegábamos y nos íbamos a la hora que queríamos, no había autoridad.

* Iglesias ni venía, pero sí lo hacía cuando él –Belmonte- estaba en su oficina. Nos manejábamos con la seguridad de que no pasaba nada, que todo estaba bien. Cuando Belmonte vacacionaba, Iglesias no iba a la dependencia, ni siquiera visaba las pruebas.

* Belmonte me mostraba los mensajes que le escribía Pulti, mensajes amigables, como de amigos, de mucha confianza. Belmonte le hacía los asados en su comité, era su puntero político.

* Belmonte decía que tenía tarjetas de Pulti con nombres de la gente que le mandaba para que se le hicieran registros truchos, sin rendir exámenes. Belmonte nos decía que no nos iba a pasar nada porque Pulti lo había puesto a él.

* También, durante el último año o lo últimos seis meses anteriores al allanamiento, lo iba a ver a Belmonte un hombre del Concejo Deliberante, alto, grandote, canoso, con entradas, que era un puntero de Acción Marplatense que llevaba DNI de personas para hacer trámites. No sé si los trámites que traía habrán salido pero calculo que sí porque esa persona iba siempre y lo veía a Belmonte. De hecho, lo ponía en donde se entregaban los registros de conducir a las personas.

* Quiero decir además, que todo lo que hice me remordía la consciencia, el pensar que capaz que yo estaba habilitando a alguien para manejar que no estaba capacitada, pensaba que alguien podía tener un accidente y ser en definitiva mi culpa por no hacer lo que tenía que hacer correctamente

* Hablando con Belmonte podía verse permanentemente gente del gremio, a una persona de apellido Irazoqui, uno alto de apellido Cardozo creo que era el de prensa del sindicato. También se decía que Iglesias trabajaba con la gente de UTA y que mandaban a los choferes nuevos a hacer los registros con “Canito” Belmonte sin pasar los exámenes.

* Dos meses antes del allanamiento me llamó Belmonte a la cocina al lado de su despacho para que le firme a las dos sobrinas de Gustavo Pulti, se presentaron las dos chicas con la madre, las chicas tenían menos de 25 años. Al pedirme eso le digo a Belmonte: “Estás loco, a ver si voy en cana”. Él me contestó “Nada, que no pasa nada Jorge, son las sobrinas de Gustavo”. Luego me ls presentó y de ahí me fui caliente, al rato volví y cuando vuelvo Belmonte me mostó un video al momento que me dijo “acá tengo la prueba de que Pulti manda gente”, me mostro un pedacito del video que tenía en un teléfono, yo le dije “sos un boludo, ahora quedo escrachado en un video. Él me dijo que Harmboure había escondido el teléfono para filma la situación. Me dije que era una especie de seguro por su pasaba algo. Supuestamente ese video está en manos de Belmonte.

* Creo que en el 2013 llegó a pedido de Alveolite su padre de ochenta y pico de años para que se le firmara el apto médico y todos los demás requisitos, el trámite se lo hizo López Osornio, su hija, hermanastra de Alveolite desde el puesto de ACA, ese apto médico fue firmado por Zelaschi.

*Cuando el sistema se caía y no podía corroborarse si existían multas, Alveolite e Iglesias decidían a través de Belmonte continuar con el trámite. Ellos mismos concurrieron a una reunión y dijeron que cuando se caía el sistema se continuara el trámite obviando esa parte porque el público se quejaba re caliente al no poder concluir la licencia

* Además, cuando no llegaron los registros de La Plata alguien llamó a Belmonte para que éste ordenara que se le hiciera el carnet amarillo que no estaba vigente a Aiello y a Artime, a Belmonte por eso se lo vio muy enojado.

* Belmonte a veces decía que se quería ir de la dependencia y que no lo dejaban, no explicaba los motivos pero decía que estaba podrido.

* Otra cosa irregular que pasó fue cuando Claudia Rodríguez era la directora de Transporte y Tránsito llamó a Belmonte para que se le tramitaran los registros sin rendir las pruebas a los inspectores que iban a manejar las grúas.

 

Brenda Burgos

* Comencé a trabajar en avenida Independencia y Roca en mayo de 2011. A partir del 22 de septiembre de 2011 nos mudamos al Distrito Descentralizado El Gaucho. Meses más tarde pasé a secretaria, abandonando el trabajo de iniciación. En unas vacaciones de invierno en las que me quedé sola porque Belmonte se había ido de vacaciones y la otra secretaria no estaba, me pasaban el teléfono y me comunicaban con Adrián Alveolite, quien me mandaba gente para que le realizaran rápido el trámite.

* Cuando el sistema se caía no podíamos ver si una persona tenía multas o no. En esos supuestos, por indicación y orden de Alveolite y Guillermo Iglesias, se indicaba a los iniciadores que continuaran con el proceso normal de trámites bajo su responsabilidad.

* Miguel Vidal, que actualmente es el Jefe de Licencias de Conducir, enviaba gente para que se iniciaran los trámites. También venía un hombre de Acción Marplatense -de quien no recuerdo el nombre-, que traía DNI para que se iniciaran trámites.

* Los trámites que enviaba Alveolite eran para que se acelerara el trámite. No se cumplía ningún requisito, no se las examinaba en ningún sector. Teórico y práctico se obviaban. El 95% regresaba para finalizar a la media hora.

* Desde diciembre de 2011 se usa el sistema nacional de licencias de conducir. Este sistema tenía una particularidad: cualquiera podía ingresar desde la dependencia, desde la casa particular o desde un ciber. La clave de inicio es personal y la de finalización es igual para todos.  Los empleados teníamos ingresos a las claves, pero existían otras personas que no eran del sector que también tenían las claves. Estas claves las tenían Vidal, Alveolite y compañeras que no estaban en las computadoras.

* Los trámites truchos –que yo sepa- comenzaron en el 2013, pero según me enteré también se hacían con anterioridad.    

* Belmonte cobraba pero yo no lo vi cuando recibía el dinero. Rubilar me dijo que Belmonte cobraba 100 pesos por finalizar el trámite, por la firma. 

* María Soledad López Osornio, la hermanastra de Alveolite que trabaja en el ACA, le inició el trámite al padre que tenía 86 ó 87 años. Está firmado por el doctor Zelascchi, pese a que en el ACA hay una médica. Es obvio que no se le hizo la revisación.

* A mí me tiraban unos mangos, no me pagaban tanto por trámite. Me daban dinero por semana. 800 ó 1000 pesos como mucho, pese a que se hacían miles de trámites.

* No lo vi, pero me dijeron que Federico Mosser hacía lo mismo que Zelaschi. Vale decir, firmaba la planilla sin revisar al paciente o habilitando a quien no debía.

* Había chicas que no cobraban pero recibían carteras de marca y perfumes importados.

* A mi entender, Iglesias tendría que tener conocimiento de lo que pasaba en la dependencia. Cualquiera que estuviera un rato sentado en la sala se hubiera dado cuenta de lo irregular de la situación.

* Belmonte constantemente se jactaba de ser amigo de Pulti. Decía: “Yo llamo a mi amigo Gustavo”. Si había algún problema lo llamaba y se reunían.